Denario de Antonino Pío. COS IIII. Genio estante a izq. Roma.

Decidí presentar una pieza de este emperador cuando leí este comentario de nuestro amigo David al as de Domiciano que publiqué la semana pasada:

numismatico2013 escribió:

Hermosa pieza, Domiciano ha sido un emperador malvado, particularmente no rescato a ninguno, no hay ninguno bueno, solo algunos menos malos jajajaja. También tengo un as de Domiciano que me gusta mucho, son piezas interesante. Buen post y moneda.

Claro, y si repaso las últimas monedas que he sacado por aquí, Domiciano, Nerón, Calígula, Tiberio... Hay poco en donde encontrar lo que hoy llamaríamos una buena persona. Si aplicamos los criterios actuales, incluso si extendemos la lista hasta Rómulo Augustulo, tal vez a él lo podamos salvar por su corta edad. Si soy un poco flexible, excluyo la vida privada, y acepto que tuviesen esclavos, que hubiesen ejecutado a alguien, y otras cosas “normales” de la época que les tocó vivir, encuentro algunos personajes que me resultan simpáticos y otros que me merecen bastante respeto. Pero si tengo que nombrar a uno como el más bondadoso, y en eso coinciden la historiografía antigua y la moderna, ese es el bueno de Antonino, al que llamaron Pío y compararon con el rey Numa Pompilio para que no hubiese lugar a dudas. No es mucho lo que nos cuentan los biógrafos clásicos comparado con lo que sabemos de otros emperadores. Julio Capitolino, en la Historia Augusta resume su biografía en lo que hoy ocupan 13 páginas en castellano. La parte de la historia de Dión Casio que contaba su reinado se ha perdido, y solo nos llegaron unas notas que dejó, por referencias, el epitomista bizantino Juan de Xifilino. A parte de eso, algunas cartas y los hallazgos epigráficos que nos amplían la información acerca de su política y su actividad edilicia. Y por supuesto la numismática, que en condiciones como esta, con poca información adicional, se vuelve especialmente valiosa en su faceta de documento histórico.

Nacido en Nemeasus, en una familia de posible ascendencia hispana que hizo fortuna en el comercio de materiales de construcción y que llevó a su abuelo y padre a ocupar consulados con Trajano y Adriano. Se casó con la hija del cordobés Annio Vero, próximo a los círculos del emperador. Hay diferentes versiones sobre el motivo concreto por el que le otorgaron el título de Pío. El título comienza a parecer en sus monedas en el primer año de su principado, así que necesariamente se refiere a un hecho anterior o en el momento de su mandato. Elio Esparciano, autor de la biografía de Adriano en la Historia Augusta, dice que llamó la atención del emperador porque siempre ayudaba a su suegro, su abuelo según Julio Capitolino, ya mayor y debilitado, al moverse por el Senado como si fuese su bastón. Según aquel, eso le valdría su adopción por Adriano, tras morir Elio, y el sobrenombre de Pío. Pero el mismo Julio Capitolino cuestiona esta explicación diciendo que no sería merecedor de ese título por un hecho tan obvio y sí el de impío de no haber ayudado al viejo. Xifilino, resumiendo a Dión, dice que fue por su insistencia, ruegos y súplicas por la consagración de Adriano, a la que el Senado se negaba, amenazando con no aceptar el principado. También se apunta la amnistía de los condenados a muerte por Adriano antes de morir. Cualquiera de los dos, o los dos juntos serían suficientes para que comenzase su mandato con un calificativo tan elogioso. Después, su comportamiento mientras estuvo al mando del imperio vendría a demostrar que era buen merecedor de pasar a la historia con ese nombre. De sus cualidades da buena cuenta Marco Aurelio en las Meditaciones. En ellas destaca su rectitud y espíritu de sacrificio, su respeto por los asuntos religiosos, su moderación en el gasto tanto público como privado y, sobretodo, su benevolencia, aprecio y gratitud hacia sus amigos y seres queridos.  Figura también entre las virtudes que destaca su hijo adoptivo la de haber sabido poner fin a las relaciones con adolescentes, práctica habitual entre sus antecesores y que les supuso no pocas censuras.

Tan pronto como accedió al poder hizo todo lo posible para recomponer las buenas relaciones entre el Senado y el emperador, muy deterioradas durante el principado de Adriano. Restituyo todos los privilegios que Adriano les había quitado. No solo abolió las condenas a muerte que este había dejado sentenciadas antes de morir, sino que en todo su principado no fue ejecutado ningún senador, aunque alguno dio sobrados motivos. Perdonó la vida a Atilio Taciano, que estaba al frente de una conjura para hacerse con el imperio y no permitió que se investigase en busca de sus cómplices. Las propiedades de este fueron la única confiscación que tuvo lugar en su reinado, y eso por la insistente petición del Senado. Tampoco a un senador culpable de parricidio, al que se le conmutó la pena por el exilio. Además, otorgó donativos a aquellos que por su debilidad económica tenían dificultades para afrontar los gastos propios de las magistraturas o la actividad senatorial. Además de estos donativos concedió créditos al 3%, el tipo más bajo del mercado. Al pueblo y al ejército les dio al menos dos “congiaria” que sufragó con su patrimonio y no a cargo del estado como venía siendo la costumbre. No fue derrochador, pero tampoco avaricioso. No tuvo ningún reparo en comprar con su propio dinero vino, aceite y trigo, cuando escasearon por motivo de unas revueltas en Egipto, y repartirlos gratuitamente entre los ciudadanos necesitados. Parece ser que la situación se complicó al punto de que los mismos pretorianos amenazaron con sublevarse y no le quedó más remedio que adoptar una medida de ese tipo, pero también podía haberlo hecho con fondos del tesoro y no a costa de su propio bolsillo.

Edward Sydenham definió, en 1968, el reinado de Antonino como los 23 años más aburridos de la historia de Roma. Cierto que no son ni los más gloriosos ni los que hayan dejado la mayor huella, pero sí que fueron años muy activos y con grandes logros en casi todos los campos. No solo se completaron todas las obras iniciadas y proyectadas por Adriano, también se llevó a cabo un importante esfuerzo de construcción, mantenimiento y reparación de obra pública. Construyó el mausoleo de Adriano y el templo dedicado a su esposa Faustina que forman hoy en día dos puntos de referencia en una visita a Roma. Reformó el foro de Ostia y construyo unos nuevos y mejores baños que reciben a uno al poco de cruzar las puertas de la antigua ciudad. La actividad de construcción no se limitó a la capital. En África se reformaron acueductos y carreteras y se dotó a las ciudades de nuevas instalaciones, muy especialmente en Cartago. En Asia financió de su bolsillo la construcción del teatro de Aspendus, en Panfilia, como quedó constancia en los miliarios de la calzada que conducen a él. Tuvo que afrontar catástrofes como incendios y otros desastres naturales. El más importante de estos fue un terremoto en el Helesponto, que afectó a todas las ciudades en las costas de Grecia y Asia. En todos estos casos respondió puntualmente, con ayuda económica abundante que permitió recomponer los daños en poco tiempo. En le plano militar continuó y reforzó la política defensiva de Adriano, pero tuvo que lidiar con problemas en Britania, preludio de los conflictos fronterizos a los que se enfrentarán los emperadores que le siguieron. Reforzó la frontera en el norte de Britania con un nuevo muro, según dicen más efectivo que el de Adriano. En Germania y el Danubio adelantó las fronteras, reforzándolas con la construcción de muros de piedra y fuertes. No faltaron las rebeliones internas, como la mencionada de Egipto, una rebelión en África en la que se movilizó a gran número de tropas y otra revuelta judía que ya eran un continuo cíclico desde la de Nerón. La debilidad de los partos, recuperándose aún del golpe de Trajano y demasiado ocupados en guerras internas, permitió mantener una posición de fuerza en oriente y desde allí intensificar el comercio a través de la ruta de la seda. Antonino no era viajero, no salió de Italia en todo su reinado, aliviando al tesoro imperial y a las provincias de los calamitosos gastos de los viajes de Adriano y su séquito. Fue un gran administrador, llevando personalmente la mayoría de los asuntos de estado y relegando a los libertos a funciones menores. De esta manera también resultaba más próximo al senado y al pueblo, a costa de la pérdida de influencia de los libertos. Al morir quedó en el tesoro la cantidad de seiscientos setenta y cinco millones de denarios, los mismos que quedaron al morir el tacaño y rapiñador Tiberio. En cambio, Antonino no solo llevó a cabo una política de expansión del gasto público, sino también de reducción de la presión fiscal, bajando impuestos y aliviando las cargas de las provincias.

Como todos los emperadores de esta dinastía fue un apasionado de la filosofía y benefactor de filósofos, promoviendo el conocimiento y la cultura entre las élites de todo lo ancho y largo del imperio. Hizo venir a Roma desde Calcis al filósofo Apolonio, el más reputado y costoso de la época, para ponerlo a cargo de la educación de Marco Aurelio y el resto de sus hijos. De sus hijos naturales poco se sabe por alguna inscripción. En todo momento antepuso su compromiso con la adopción de Adriano a su propia familia. Aunque era un hombre muy tradicional en materia religiosa, fue bastante tolerante con otros cultos. Solo se conoce una orden de persecución en Galia contra astrólogos y  magos, pero no contra ningún culto en particular. Se sabe que era amigo del gran rabino de Roma, pero poco más. En lo que respecta a los cristianos, que ya se hacían notar entonces, mantuvo la política de no intervención que se desprende de la carta de Trajano a Plinio. Los cristianos no debían ser molestados a no ser que violasen las leyes o causasen desorden. Esto lo transmitió en unas cartas a las ciudades de Grecia y Asia, aunque algunos autores las atribuyen también a Marco Aurelio. A pesar de ello, los apologetas hablan de unos pocos mártires durante su reinado. Alguno se cree que pueda estar mal datado y que correspondería a la época de Decio, que sí actuó específicamente contra los cristianos. Otro pudo ser confundido cuando se persiguió a los astrólogos en la Galia. Los demás se interpretan como hechos aislados, vinculados con otros casos judiciales que caían fuera del control del emperador y quizás con venganzas personales.

El principado de Antonino Pío marcó el punto de máxima prosperidad del Imperio. Llevó a cabo una política muy conservadora y continuista de las de sus antecesores, especialmente de Adriano. Mantuvo la paz y el bienestar dentro de los límites del imperio y reforzó sus fronteras. En general mejoró aún más el nivel de vida de los ciudadanos, que ya había alcanzado un alto estándar en las décadas anteriores. Ese parece haber sido su objetivo, como cuentan sus biógrafos, cuidar y procurar lo mejor para los habitantes del imperio que le había sido asignado. Como contrapartida, algunos autores lo critican por un posible anquilosamiento de la administración, y de no haber previsto los cambios que se avecinaban y marcaron el reinado de sus sucesores.

A la numismática le dejó un gran número de monedas, suyas y de su esposa, de todos los numerales, que permiten hacer un profundo estudio cuantitativo de los motivos empleados y, por lo tanto, una buena idea de los mensajes más utilizados en la propaganda imperial. En los aueros es predominante la presencia de la Pietas, como no podía ser menos en un emperador Pío. Todos los aureos acuñados en el 138 tenían el reverso con Pietas. Tal vez un buen recuerdo de la amnistía de los condenados por Adriano. En años posteriores se acuñó otra gran cantidad de aureos con la familia imperial, sumando, junto con los de Pietas en reverso, en torno al 40% de todas las monedas de oro. En los denarios abundan las referencias a la Annona en varias formas, que componen el 22% de los hallazgos conocidos. Si el mensaje para las clases altas, que manejaban más aureos, era el de un emperador benevolente y piadoso, para las clases populares era el del emperador que velaba por el cuidado de las necesidades del pueblo. Salus y Aequitas son otros motivos bastante frecuentes en sus denarios, con los correspondientes mensajes de salvación y justicia. La Annona y Salus, junto con la Libertas, son también los motivos más frecuentes en las monedas de bronce, con mensajes semejantes a los de los denarios, para una audiencia de características similares.

La pieza que os presento, con el Genio en reverso, es también bastante común, en torno al 8% de los denarios en hallazgos reportados. Pero es uno de los denarios mejor conservados que tengo y con el que estoy bastante contento. Un gobernante así, si toda la propaganda tiene algo de cierto, preocupado por el pueblo y amante de la libertad, se merece una bonita representación en mis bandejas, en medio de tanto criminal. Espero que os guste.

Antonino Pío, 138 – 161 dC.

Denario de Plata, Roma, 150 – 151 dC.

Anv: ANTONINVS AVG PIVS P P TR P XIIII, busto laureado a derecha.
Rev: COS IIII, Genio estante a izquierda con patera y espigas.
RIC III 189

Peso: 3,6
Diámetro: 19mm.

Si juzgamos a cualquier gobernante del pasado (ya sea rey, emperador, general, etc.) con la perspectiva actual nos parecerán todos unos déspotas, criminales, zumbados... Pero concuerdo contigo con este Antonino Pio, cuya historia desconocía. Mejor persona incluso que muchos gobernantes actuales (que tampoco es que sea muy difícil que digamos)

Muy bonito este denario

@TirantLoBlanc

Por buen tipo pasa desapercibido. No tuvo conquistas, ni guerras civiles, solo una conjura sin represión, ninguna persecución sistemática, ni parricidios, ni crímenes privados. La historia parece olvidarse de gente así, pero sus obras quedan ahí, y a nosotros sus monedas .

Muy buena la exposición de la vida y obras del más Pio como su nombre indica.

El denario es una preciosidad

@Toletvm72

Muy bonito denario, y muy bien presentado. Un saludo

@German722

Espléndida disertación sobre la vida y renombre de Antonino, me ha encantado

El denario precioso, buena colección tienes armada ya.

@Natxos7, se hace lo que se va pudiendo

Hola amigo! Que bueno que te inspiró mi comentario a hacer este interesante post. Concuerdo y también te cito:

Sergio_Orata escribió:

Si aplicamos los criterios actuales, incluso si extendemos la lista hasta Rómulo Augustulo

Si no me equivoco también Alejandro Severo y sobretodo Filipo I (el árabe) también se podrían rescatar de la lista...



"

Sólo se puede juzgar haciendo un ejercicio de empatía y metiéndonos en la piel de una persona que convivió con la persona que queremos "juzgar". Es algo difícil.......

Bonita pieza y buen post 

numismatico2013 escribió:

Hola amigo! Que bueno que te inspiró mi comentario a hacer este interesante post. Concuerdo y también te cito:

Sergio_Orata escribió:

Si aplicamos los criterios actuales, incluso si extendemos la lista hasta Rómulo Augustulo

Si no me equivoco también Alejandro Severo y sobretodo Filipo I (el árabe) también se podrían rescatar de la lista...

"

A la imagen de Alejandro Severo le beneficia mucho estar entre dos calamidades como Heliogábalo y Maximino, pero es cierto que tiene buena prensa. Y que los marrones se los comió la madre, como la ruina de la familia de la esposa. El caso de Filipo es más controvertido, porque la propaganda de la época lo pone como un demonio, y solo algunos cristianos lo rescatan más adelante. Cierto que descubrimientos recientes vendrían a exculparlo de alguno de los crímenes que se le achacan, como en el caso de la muerte del joven Gordiano.

Benyusuf escribió:

Sólo se puede juzgar haciendo un ejercicio de empatía y metiéndonos en la piel de una persona que convivió con la persona que queremos "juzgar". Es algo difícil.......

Bonita pieza y buen post 

Emilio, totalmente de acuerdo.

Me encanta este denario busto perfecto y roto como a mi me gusta...!disfrutalo y gracias por compartir

numismatico2013 escribió:

...de quien Eusebio de Cesarea en el libro sexto de su "Historia Eclesiástica" escribió:

"Después de seis años como emperador de Roma, Gordiano murió y le sucedió Filipo. Se cuenta que era cristiano y que quiso unirse con creyentes en las oraciones de la Iglesia en el día de la última vigilia de la Pascua. Pero el prelado de aquel tiempo no quería dejarlo pasar hasta que confesara públicamente y se uniera a los que eran considerados pecadores y que ocupaban el puesto de penitentes. Por otra parte, de no haberlo hecho nunca habría sido recibido debido a las muchas acusaciones que pesaban sobre él. Se dice que obedeció con prontitud, mostrando con sus acciones su disposición genuina y piadosa hacia el amor de Dios".

Conocía esta cita de Eusebio. Creo que me la pusiste en alguna otra ocasión que hablamos de Filipo. Se esta historia también da cuenta Zonaro, que se incluyó en ediciones de la Historia Augusta. El estilo choca con el resto de la obra, y sobretodo con lo que Julio Capitolino dice de Filipo en su biografía de Gordiano III. En esta no se dice nada bueno de Filipo, más bien le echa encima toda la basura del mundo, pero del cristianismo ni palabra. Tratándose de un texto escrito para Diocleciano, el mayor azote de cristianos, bastaría hacer esta mención al principio para tirar por tierra al personaje. No dudo de que se hubiese convertido, pero debió ser una ceremonia secreta, solo conocida por algunos cristianos que la habrían transcrito más tarde. En cualquier caso, en esa historia queda de manifiesto que Filipo había cometido pecados muy graves. Si estos son a los que se refiere Julio Capitolino, entonces no merecería estar en la lista de buenos emperadores, aunque se hubiese hecho monja de clausura . De Constantino mejor ni hablar

Orta escribió:

Me encanta este denario busto perfecto y roto como a mi me gusta...!disfrutalo y gracias por compartir

@Orta.

Bonita pieza y como siempre con una buena exposición
Solo un apunte a la catalogación:
Yo creo que es la RIC III 180, con leyenda anverso .. TR P XII, o bien RIC 189 con leyenda TR P XIII.
Con la leyenda TR P XIIII sería la RIC 196.

Manuel Lopez escribió:

Bonita pieza y como siempre con una buena exposición
Solo un apunte a la catalogación:
Yo creo que es la RIC III 180, con leyenda anverso .. TR P XII, o bien RIC 189 con leyenda TR P XIII.
Con la leyenda TR P XIIII sería la RIC 196.

Gracias por el apunte! Con esa falta bajo el busto es difícil decidirse

Precioso denario, enhorabuena.