1000 pesetas 1965 (Doctores tiene la Iglesia)

 

Aunque aún me quedan bastantes  “Obispos” para completar las series de San Isidoro, aprovecho la llegada a mi colección de una nueva para dos cosas. La primera naturalmente, enseñaros el billete; pues siempre es agradable volver a estos imponentes clásicos de a mil que uno no se cansa nunca de ver. La segunda, compartir con quien no las conozca (y refrescarlas al que sí) algunas curiosidades en torno a él que me parecen interesantes, toda vez que no las he visto comentadas salvo fugazmente en ninguna otra entrada de las que este glorioso sabanón verde ya tiene en el foro (y son 24 las que salen en el buscador).


El ejemplar recién llegado es en concreto un “serie Z”. No es mi mejor “Obispo” porque mirado a mala leche tiene sus cosillas; pero supera perfectamente mi nivel de exigencia como “jugador de equipo”, en lo que a la búsqueda de seriales completos se refiere:







Aunque no es un dato plenamente contrastado, hay mucha bibliografía según la cual el señor que sale en el reverso se llamaba Tomás López de Talabán. Naturalmente aparece “en el papel” de San Isidoro pero esto es, según se cuenta, porque andaba Bartolomé Esteban Murillo buscando modelo para dar imagen al venerable sabio cuando se topó con el mencionado señor, que por entonces estaba a punto de retirarse como arcediano de la catedral de Sevilla (sea eso lo que quiera que sea. Según parece es un cargo eclesiástico importante de alguna clase). Al pintor le cuadró su aspecto para la pintura (es lo que se llama la cuadratura del cuadro) y el resultado fue este famoso imaginario de San Isidoro, que sirve de motivo en el anverso y cuyo original se encuentra en la Catedral de Sevilla. En él vemos a San Isidoro con el traje de andar por casa típico del verano sevillano, enfrascado en la lectura con expresión melancólica, quien sabe si suspirando por la invención de la tablet, o por lo menos del libro de bolsillo:





Como todos sabéis, el fondo del reverso está dominado por la Basílica de San Isidoro en León (pasmosa maravilla románica donde las haya) cuya fachada vemos aquí en ángulo similar al que muestra en el billete:






La puerta que aparece más cercana, llamada “del Cordero” por el Agnus Dei que preside su tímpano,





... aparece flanqueada por dos grandes esculturas. La de la izquierda según miramos, representa al propio San Isidoro y no es otra que la reproducida en primer término en el reverso del billete:





La del otro lado de la puerta, que también aparece en el mismo reverso del billete en la parte superior izquierda,  es San Pelayo; al que por lo visto martirizaron y ejecutaron en la Córdoba de Abderramán III cuando estaba allí de rehén, dicen que por no querer abjurar de su fe y no acceder a las libidinosas proposiciones del propio califa. Aunque no conozco el episodio, supongo que el asesinato del rehén respondería más a cuestiones de política internacional que a otra cosa; pero vete a saber ... fijaos si no en la melenita de tirabuzones tan fashion que se gastaba el muy locaza:




La tercera figura que aparece en el reverso, arriba a la derecha, es en origen una escultura más pequeñita que está colocada junto a la de San Isidoro ...



... y que según una de las interpretaciones más extendida representa al verdugo de San Pelayo que, en consecuencia, está colocado equivocadamente con el santo que no es (Vista la posición del soldado, de ser cierta la interpretación, el error probablemente se produjo en la colocación de las figuras grandes). En fin ... cosas que pasan en las grandes obras públicas. Se ve que, aunque con otros nombres, ya habría por entonces contratas y subcontratas, concejales de urbanismo y otras yerbas.

Evitando malas interpretaciones (no vaya a ser que por culpa del verdugo la gente se crea que el que está con él es Pelayo y el otro, el locaza de los rizos, San Isidoro), alguien escribió en la piedra, junto a la cabeza del obispo sabio,  “Ysidorus” para que no haya confusiones y hala, solventado el problema. Esta inscripción en latín también aparece, aunque algo velada, en el billete.

Tan solo una de las múltiples historias jugosas que atesora esta imponente puerta románica de la basílica de San Isidoro de León. ¡Y en cruzando la puerta no me veas!  

Otro aspecto más que hace grande a este pedazo billete.



 

Precioso billete y magnífica presentación.

Lo de la tablet y el libro de bolsillo ha sido un puntazo,   

Igual lo del verdugo no era un error, porque, mirando el reverso, la manita de San Isidoro y el gorro de ducha que me lleva...

 Estupendo billete y que bien te ha quedado el post

Enhorabuena por el billete y la presentación muy bien    

Buenisima presentación del billete compañero, pero con el siguiente trozo no he podido aguantarme...     

RC-menos escribió:

En él vemos a San Isidoro con el traje de andar por casa típico del verano sevillano, enfrascado en la lectura con expresión melancólica, quien sabe si suspirando por la invención de la tablet, o por lo menos del libro de bolsillo

Felicidades por el billete.  

Tampoco tienes tantos defectos RC! Esta bastante bien. Veo que haces todas las series, otro enfermo como yo   

Saludos

El billete para mi esta estupendo y de la presentación solo puedo decir que cada día te superas. Enhorabuena   

    

Postea RC todo lo que quieras porque eres buenísimo.           

Por cierto Rc, está muy bien el billete.

Salud

 

Pues eso, muchas gracias a todos.

Tengo que matizar sin embargo que sinceramente creo que la enfermedad de Xtremex es peor que la mía   . Lo digo por su inflexibilidad con los africanos SC estrictos, claro.

Yo al fin y al cabo procuro conseguir alguna plancha y luego ya, para el resto de las series, si caen más impolutas mejor; pero me relajo bastante y admito conservaciones un poco peores. Un poco o un mucho; porque tratándose de rarezas no me importa admitir lo que llamaríamos malas conservaciones. Deberíais ver mis pobres 10 pesetillas del Banco de España en Santander   .

Uno de los que me trae más de cabeza por ejemplo (y que curiosamente es "africano" como le gustan a Xtremex) es el Colón de la serie I. A ese, con tal de echarle mano no me importaría pillarlo aunque fuera a trocitos en un estado catalogable como SMDLYF (Solo mirar de lejos y flojito).   

 

Es un billete con bastantes variantes de color si coleccionais todas las series

RC-menos escribió:

 

Aunque aún me quedan bastantes  “Obispos” para completar las series de San Isidoro, aprovecho la llegada a mi colección de una nueva para dos cosas. La primera naturalmente, enseñaros el billete; pues siempre es agradable volver a estos imponentes clásicos de a mil que uno no se cansa nunca de ver. La segunda, compartir con quien no las conozca (y refrescarlas al que sí) algunas curiosidades en torno a él que me parecen interesantes, toda vez que no las he visto comentadas salvo fugazmente en ninguna otra entrada de las que este glorioso sabanón verde ya tiene en el foro (y son 24 las que salen en el buscador).


El ejemplar recién llegado es en concreto un “serie Z”. No es mi mejor “Obispo” porque mirado a mala leche tiene sus cosillas; pero supera perfectamente mi nivel de exigencia como “jugador de equipo”, en lo que a la búsqueda de seriales completos se refiere:







Aunque no es un dato plenamente contrastado, hay mucha bibliografía según la cual el señor que sale en el reverso se llamaba Tomás López de Talabán. Naturalmente aparece “en el papel” de San Isidoro pero esto es, según se cuenta, porque andaba Bartolomé Esteban Murillo buscando modelo para dar imagen al venerable sabio cuando se topó con el mencionado señor, que por entonces estaba a punto de retirarse como arcediano de la catedral de Sevilla (sea eso lo que quiera que sea. Según parece es un cargo eclesiástico importante de alguna clase). Al pintor le cuadró su aspecto para la pintura (es lo que se llama la cuadratura del cuadro) y el resultado fue este famoso imaginario de San Isidoro, que sirve de motivo en el anverso y cuyo original se encuentra en la Catedral de Sevilla. En él vemos a San Isidoro con el traje de andar por casa típico del verano sevillano, enfrascado en la lectura con expresión melancólica, quien sabe si suspirando por la invención de la tablet, o por lo menos del libro de bolsillo:





Como todos sabéis, el fondo del reverso está dominado por la Basílica de San Isidoro en León (pasmosa maravilla románica donde las haya) cuya fachada vemos aquí en ángulo similar al que muestra en el billete:






La puerta que aparece más cercana, llamada “del Cordero” por el Agnus Dei que preside su tímpano,





... aparece flanqueada por dos grandes esculturas. La de la izquierda según miramos, representa al propio San Isidoro y no es otra que la reproducida en primer término en el reverso del billete:





La del otro lado de la puerta, que también aparece en el mismo reverso del billete en la parte superior izquierda,  es San Pelayo; al que por lo visto martirizaron y ejecutaron en la Córdoba de Abderramán III cuando estaba allí de rehén, dicen que por no querer abjurar de su fe y no acceder a las libidinosas proposiciones del propio califa. Aunque no conozco el episodio, supongo que el asesinato del rehén respondería más a cuestiones de política internacional que a otra cosa; pero vete a saber ... fijaos si no en la melenita de tirabuzones tan fashion que se gastaba el muy locaza:




La tercera figura que aparece en el reverso, arriba a la derecha, es en origen una escultura más pequeñita que está colocada junto a la de San Isidoro ...



... y que según una de las interpretaciones más extendida representa al verdugo de San Pelayo que, en consecuencia, está colocado equivocadamente con el santo que no es (Vista la posición del soldado, de ser cierta la interpretación, el error probablemente se produjo en la colocación de las figuras grandes). En fin ... cosas que pasan en las grandes obras públicas. Se ve que, aunque con otros nombres, ya habría por entonces contratas y subcontratas, concejales de urbanismo y otras yerbas.

Evitando malas interpretaciones (no vaya a ser que por culpa del verdugo la gente se crea que el que está con él es Pelayo y el otro, el locaza de los rizos, San Isidoro), alguien escribió en la piedra, junto a la cabeza del obispo sabio,  “Ysidorus” para que no haya confusiones y hala, solventado el problema. Esta inscripción en latín también aparece, aunque algo velada, en el billete.

Tan solo una de las múltiples historias jugosas que atesora esta imponente puerta románica de la basílica de San Isidoro de León. ¡Y en cruzando la puerta no me veas!  

Otro aspecto más que hace grande a este pedazo billete.



 

Sublime R/C gracias por compartirlo.

Me encanta la imagen de esas 5 ptas de burgos de 1936. ¿Precio? ME LO IMAGINO...