. La casa americana de subastas Daniel Frank Sedwick presenta en su próxima subasta del 6 de Noviembre el tercer ejemplar conocido del primer dolar americano. O sea, los:
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8 Reales de Méjico R de Carlos y Juana de (1538). La amplia descripción que Daniel F. Sedwick redacta para esta moneda es sin duda la que se merece esta moneda. (Que intento traducir lo mejor que puedo)
Daniel Frank Sedwick | Treasure and World Coin Auction 16 | 6 November 2014
Lote 404: Mejico, 8 reales, Carlos y Juana, "Primera Series" Ensayador R Rincon,
“FIRST DOLLAR OF THE NEW WORLD”Encapsulado NGC XF 45. Nesmith-no catalogado S-M1; CT-68.
Esta moneda es el origen del concepto del dólar estadounidense. Acuñada en 1538, bajo el reinado español conjunto de Carlos I y su madre Juana, en la Casa de Moneda de Méjico recientemente creada, que se alojaba en la residencia privada del mismísimo Hernán Cortés, esta moneda es ampliamente reconocida como la primera moneda de dólar de tamaño batido en el Nuevo Mundo.
Es uno de los tres únicos ejemplares conocidos, todos ellos se encontraron en la década de 1990 en el llamado "Golden Fleece" naufragio hundido en 1550. Antes de que se encontraran estos 8 reales solo se conjeturaba sobre su existencia. Se sabía que se habían acuñado, pero sólo por un corto tiempo, en un número muy pequeño y durante los dos años después de la abertura de la ceca en 1536. Esto esta basado en el testimonio de la investigación en 1545 por Francisco Tello de Sandoval en las siguientes consideraciones.
(1) En el primer día de su testimonio, el 27 de mayo, el tesorero Juan de Manzanares declaró que "en sólo una estación en particular (Temporada) hicieron la producción de 8 reales, que tuvieron que dejar de acuñar porque la producción era muy difícil y muy costosa”. Una “Estación” se refiere en este caso probablemente sólo a eso-ya sea primavera o el verano o el otoño o el invierno, pero en todo caso solo unos pocos meses.
(2) En el mismo día de testimonios, el ensayador Juan Gutiérrez declaró que "escuchó que los 8 reales fueron acuñados, pero que se paro porque eran muy defectuoso y no circulaban". También dijo que en los seis años que había estado allí (es decir, por lo menos desde 1539), no se han batido los 3 reales, lo cual es significativo porque el mismo decreto que autorizó los 8 reales pidieron el fin de la producción de los 3 reales.
(3) En el sexto día (5 de junio), grabador de cuños Francisco del Rincón (que estaba en la casa de moneda en que se realizaron las 8 reales, que no deben confundirse con el ensayador del mismo nombre, que era su primo) declaró que "cuando el decreto del rey pidió que los 4 y 8 reales fuesen acuñados y que la acuñación de los 3 reales fuese interrumpida, se siguieron las órdenes." también declaró que las de 8 reales requerían demasiado trabajo para los costos previstos.
(4) El más importante testimonio fue el noveno día (9 de junio), el acuñador y capataz Alonso Ponce, que se encontraba en la casa de moneda desde el principio declaró que "una cierta temporada" acuñaron piezas de 8 reales, pero cesaron su producción "porque eran difíciles de hacer y grabar lo que había generado una gran discordia" y que "no se batieron durante muchos días."
Se desprende de este testimonio que los 8 reales se batieron sólo brevemente, después de la interrupción de los de 3 reales, pero antes de que Rincón dejara el cargo (ya que la marca de ensayador en las monedas es R). Sabemos que Rincón trabajó como ensayador por lo menos hasta 1538, pero después de esa fecha se cree que Pedro de Espina (ensayador P) ocupó el cargo de 1539 a 1541. Las instrucciones del real decreto de 1537 que permitía batir piezas de 4 y 8 reales en lugar de 3 reales probablemente llegaron a la ceca en la primavera de 1538, que es el año en el que se cree que los 8 reales fueron acuñados, por no más tiempo que una "estación" (de unos meses a lo sumo). De suma importancia es que los 8 reales se fabricaron en cantidades muy pequeñas, por un tiempo muy limitado, y que no circularon. Uno incluso se pregunta si los tres del naufragio fueron muestras enviadas a España.
Dos de las tres monedas encontradas en el naufragio ya se han vendido en una subasta, en 2006 y 2008 y antes de saber con certeza que sólo existían tres piezas. Esas monedas se vendieron entre los $ 300.000 y $ 400,000, una de ellas corroída y ambas consideradas inferiores. La mejor conservada sufrió en el precio las falsas sospechas de otros ejemplares. Esta es la primera vez que la tercera moneda se ha ofrecido públicamente y esperamos que pueda encontrar un hogar permanente en una colección de primer nivel.
El diseño de estos 8 reales (al igual que sus compañeros de viaje en las denominaciones más bajas) es altamente simbólico y artístico, pero básicamente muy simple. En el anverso (donde comienza la leyenda) cuenta con una corona sobre el campo con torreones y leones del escudo en sus cuadrantes, lo que representa a Castilla y León, con una granada del Reino de Granada en la parte inferior, flanqueado por una M gótica para México y dentro de una leyenda (texto alrededor del borde) que muestra el nombre del rey y de su madre, Carlos y Juana.
El reverso de la moneda lleva las Columnas de Hércules con una cinta que muestra la palabra PLVS, que significa "más" (en referencia al antiguo lema de NE PLVS VLTRA ["no más allá"] en la entrada al Mediterráneo), con una pequeña cruz distintiva en la parte superior para representar la denominación y la inicial R del ensayador Francisco del Rincón (la persona responsable de la finura de la moneda y la calidad) en el fondo, sigue la continuación de la leyenda indicando los territorios de los gobernantes.
El peso de la moneda es de 27,11 gramos, lo que refleja una falta por la pérdida por corrosión que normalmente caracteriza a las monedas de plata procedentes de naufragios. Como todas las monedas acuñadas a mano (la acuñación a maquina no comenzó en las colonias hasta principios de 1700), esta pieza no es muy redonda y lleva zonas de grueso desigual o incluso de doble golpe de cuño, pero es rica en tonos y tiene un aspecto atractivo. Pero es la fuerte y clara denominación, la pequeña cruz, junto con la calidad de la marca de ensayador R, que hace que esta pieza sea la más deseable entre las tres conocidas.
Además de ser el primer "dólar" del Nuevo Mundo, esta emisión también puede tener la distinción de ser la primera moneda de gran módulo de todos los reinos de España, cuya tradición de batir 8 reales se extendido durante más de 300 años, desde principios de 1500 hasta mediados de 1800. Los primeros 8 reales de la España peninsular fueron una serie de monedas acuñadas bajo Carlos y Juana y con los nombres de Fernando e Isabel (los padres de Juana). No se sabe cuando se produjo esta acuñación, pero podría haber sido después de 1538, cuando ya las habían acuñado los mejicanos. Es significativo que en la documentación que autoriza la Casa de Moneda de México a batir 8 reales, no hay ninguna referencia a las monedas que en ese momento se realizabann en España. Además, hay que tener en cuenta que las monedas mejicanas de Carlos y Juana eran las primeras monedas que anunciaban las "Indias" como una posesión española, que significa el final de la Edad Media y el comienzo de la era de influencia americana.
Lo más importante es el hecho de que este mejicano "primer dólar Americano" no está representado la colección de ningún museo numismático público del mundo, en particular la Casa de Moneda y el Banco de México en la Ciudad de México y la Casa de Moneda y el Museo Arqueológico de España de Madrid. Esta pieza no se encuentra tampoco en las grandes instituciones, los museos de la mayor nivel mundial, como el Smithsonian y el Museo Británico, que deben cumplir con el principio de incluir las monedas históricamente más importantes del mundo, de los que esta moneda es sin lugar a dudas de las diez primeras.
Entonces, ¿Cuál es realmente el valor de esta moneda? En comparación, el récord para un dólar estadounidense es de un poco más de 10 millones de dólares, un precio alcanzado en una subasta en 2013 para el mejor conservado de los más de 100 ejemplares conocidos del dólar de 1794 "pelo suelto", el primer año de la primera serie batida en los Estados Unidos. Las monedas coloniales españolas, en particular de México, eran de curso legal en los EE.UU. hasta 1857 y por lo tanto podemos decir que el primer "dólar" de México también es técnicamente la primera moneda de los Estados Unidos. Es ampliamente reconocido en todo caso que el dólar de 1794 fue diseñado en peso y ley exactamente como los 8 reales coloniales.
Sea cual sea el precio de final de remate en esta subasta, a lo sumo, sólo tres personas o instituciones, podrán ser dueños de un ejemplar de esta importantísima moneda, y oportunidades como ésta son tan raras como las propias monedas.