Historia de tres monedas

Este mes de noviembre se ha celebrado la Muestra "Tarragona 1800 - Entre Bicentenarios (2011-2013)" Después de la conmemoración, el año pasado del Bicentenario del Sitio de Tarragona de 1811, hace de preámbulo de conmemoración del Bicentenario de la liberación de Tarragona de manos francesas, prevista para el 2013.
A pesar del poco apoyo institucional y la escasez de medios, se ha logrado realizar un programa medianamente digno. Ademas de las recreaciones ofrecidas por los voluntarios de Aragon y miquelets de Girona , me gustaria destacar la conferencia ofrecida por Luis Sorando Muzás sobre banderas y uniformes de la epoca. Fue secillamente genial. Pudimos ver banderas ineditas pertenecientes a las"milicias" urbanas de resistencia, asi como las pertenecientes a las tropas regulares y tropas ligeras del periodo.

Bandera coronela. 1ª Sección, 1ª Legion Catalana. Tomada por los franceses en Tortosa (1811) y devuelta en 1823.


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En lo estrictamente numismatico, me gustaria haceros llegar este texto. Esta historia ya se ha publicado en distintos lugares y posiblemente a nivel local se conozca bien, pero no fuera de nuestra ciudad. Espero os guste.


Un reconocido coleccionista de monedas tiene tres que son propiedad de su familia desde el año 1811. Dichas piezas han sido heredadas de padres a hijos junto con un pañuelo negro y un manuscrito escrito por su antepasado Juan de Dios Vilanave Estradé. La historia fue escrita en un diario manuscrito entre los días 28, 29 y 30 de junio de 1811, durante los tres días de saqueo de Tarragona que llevaron a cabo las tropas francesas e italianas del General Suchet, y dice así:

“En los cuatro días que llevo aquí solo he visto desastres. Mis compañeros se han desparramado por la ciudad, buscando sitios dónde ser útiles. Cuando escribo esto es domingo, en las murallas, los franceses aún están quemando cadáveres del asalto de la catedral. Los franceses no son soldados, son salvajes inhumanos. El día de mi llegada, dentro de una casa maté a dos de estos bárbaros que estaban violando a una madre y a su hijita, la fatalidad fue que con mis disparos herí también a la madre, a ambas me las llevé a la catedral y las entregué al padre Coll. Lo que no sé como narrar son las barbaries en las que he sido parte activa en el asalto de los franceses a dicha catedral, cuyo lugar sagrado por considerarlo seguro e inviolable, se había convertido en el Hospital General de Tarragona y en donde se habían refugiado más de 5.000 personas, en su mayoría civiles, en gran número mujeres, heridos y niños. El asalto de los franceses ha sido un infierno, me volví loco, me ha herido una bala rasante en la cabeza y tengo un corte profundo de bayoneta en el muslo (…)
Eran las ocho de la noche, me escapé como pude de la catedral y me metí dentro de una casa, dónde encontré unas monjas blancas que cuidaban a una docena de heridos tendidos en el suelo. Una de las monjas quiso curarme y yo lo rehusé, pues mis ansias eran escapar lejos de aquel infierno dantesco. Debajo de una ventana por la que quería huir había un abuelo tendido, que me llamó con los ojos y el ademán de darme algo. Me acerqué a él y le puse la mano en la cabeza en plan de calmarlo y él muy inquieto, me introdujo un pañuelo negro liado dentro de mi camisa, mientras me decía: “dáselo a Tonet, es para mi nieto Tonet”, y así expiró. Pregunté a una hermana si por allí había alguien llamado Tonet, y me dijeron que no y ante las malas perspectivas que se oían fuera, salté por una ventana que daba a un patio. De patio en patio llegué a un corral grande, en donde había más de 500 cadáveres. Al oír la llegada de una patrulla francesa me tumbé entre los muertos, como uno más, y desde allí pude presenciar una escena que no me atrevo a escribir, aunque sí me vanaglorio decir que unas horas más tarde mataba a uno d aquellos depravados franchutes. (…)
A la mañana siguiente, después de haber dormido en unas ruinas de las afueras me pasé a un campamento de voluntarios cercano. Allí volví a abrir el pañuelo del abuelo que tengo que entregar a Tonet. En el pañuelo solo hay tres monedas grandes de plata. Dos de ellas son de los recientes duros fabricados con la plata de la catedral y el otro es una del rey cuarto.”

Mientras Juan de Dios estuvo vagando por las calles de Tarragona, con un ojo tapado debido a la herida que le habían hecho a la catedral, intentó indagar sobre dónde podía encontrar al tal Tonet pero no consiguió ninguna información. El 16 de julio marchó de la ciudad y escribió en su diario:

“He de marcharme de Tarragona y aún tengo el pañuelo de Tonet que es para mí una herencia sagrada. He pasado hambre y no la he tocado, por lo tanto la conservaré intacta toda la vida y pediré a mis herederos que hagan lo mismo. Que sea también para ellos una herencia sagrada y si alguno no quiere tal responsabilidad que done el dinero a un centro benéfico para niños o ancianos”.



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Las dos monedas de plata que fueron acuñadas en la Fábrica de Moneda de Tarragona, el año 1809, son duros por un valor de 5 pesetas y están marcadas con el sello de las armas de Aragón, y en el reverso la inscripción : "5 Ps. Fer. VII. 1809 ". Además están orladas por las dos partes y perfectamente cordonadas para que no puedan ser falsificadas. Estas monedas, son de curso legal teniendo el mismo valor que las fabricadas y en curso en el resto de España.

La moneda de plata de Carlos IV fue acuñada en el año 1805 y su valor era de 1 Real de a 8.
Si tenemos en cuenta que 5 pesetas equivalían a 1 Real de a 8, tendrían que ambas monedas tienen el mismo valor. Como que 1 Real de a 8 equivale a 20 Reales de Vellón, 5 pesetas serían 20 reales de Vellón, nombrados también "peso duro". De ahí que a la moneda de 5 pesetas se le diga "duro".

Muy interesante historia, tarraco

Un saludo

Esta muy bien la historia.

Vaya historia triste y a la vez interesante. Gracias por hacérnosla llegar amigo Tarraco.

Curioso , interesante y emocionante.
Gracias Tarraco , por conpartirlo.

Muy bella historia tarraco, muchas gracias por querer compartirla con nosotros. Por cierto, los 8 reales de Carlos IV son de ultramar. Muchas veces se piensa que en la península sólo circulaban las acuñaciones peninsulares, pero había de todo circulando por aquí.

Un saludo.

Interesantísima historia tarraco Gracias por compartirla.

Saludos,
Tristán

Gracias a todos por vuestros comentarios. Me alegro de que os haya gustado.
Un saludo.

Marqués de la Ensenada escribió:

Muchas veces se piensa que en la península sólo circulaban las acuñaciones peninsulares, pero había de todo circulando por aquí.

Siempre me lo habia preguntado Marqués...¿y se sabe en qué proporcion circulaban unas y otras?

Gran historia.

Ripae escribió:

Marqués de la Ensenada escribió:

Muchas veces se piensa que en la península sólo circulaban las acuñaciones peninsulares, pero había de todo circulando por aquí.

Siempre me lo habia preguntado Marqués...¿y se sabe en qué proporcion circulaban unas y otras?

Pues no lo sé con certeza, pero muy probablemente mayor proporción de americanas que de peninsulares por razón de cantidad. En tiempos de Fernando VI, por ejemplo, España no acuñó en la península moneda mayor a 2 reales por lo que para lo demás circularon por aquí los columnarios. En época de los Austrias circulaban las macuquinas americanas por España con total normalidad, incluso cuando saltó el Gran Escándolo del Potosí (s.XVII), los banqueros genoveses o venecianos (no recuerdo ahora con seguridad) pidieron que no se les pagase con macucas peruleras.

Un saludo.

Espectacular. Es una historia que fascina y deja sin habla a partes iguales.
Gracias por compartirla.

Buen relato,estas vivencias o hitorias siempre me han gustado esta muy bien recordar a los antepasados,pues siempre que se les recuerde estaran vivos¡¡¡

Un saludo.

Gran historia, triste y emocionante a la vez. Muchas gracias por compartirla

Bonita historia, felicidades

fantastico

Excelente historia me gusto mucho.
Gracias por el aporte!!

LA HISTORIA NOS HARÁ LIBRES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! (de políticos personalistas, cortovisionarios y chorizos)



muy interesante.

aquí Tarraco se habla de "armas de Aragón" (armas de Aragón, catalanas...), así me lo parece, más q armas de la ciudad.

recordaba este hilo, me gustó mucho. :-)
saludos.

Muy bonita historia, no la había leído hasta hoy y la verdad es que me parece fascinante. Lanzarote sigue dandole vueltas al tema del escudo...    

Pues yo tampoco lo había leído. Estupenda historia, me recuerda a los Episodios Nacionales de Galdós.

Muy interesante, lastima que los catalanistas se dediquen ha fomentar la parte de la historia que mas les pueda interesar a sus intereses de poder y escondan otras, la guerra de la independencia para ellos es "un rollo españolista", y sus muertos y desgracias no les interesa

 


La historia es en efecto muy bonita y como dice Granada recuerda a Galdós. Quizás hasta demasiado, porque me vais a perdonar si hago un poco de abogado del diablo, pero es que leyendo el texto del diario me ha surgido una inquietud basada básicamente en mi ignorancia.

Vilanave Estradé escribió:

“... que done el dinero a un centro benéfico para niños o ancianos”.
 

¿A vosotros os parece que esta expresión casa bien con alguien que está escribiendo en 1811?

Que conste que no tengo la menor idea de si es un anacronismo o no. Es solo que a mí me ha sonado como tal, y una vez surgida la inquietud me gustaría despejarla (o en el peor de los casos, pues la historia es más hermosa de ser cierta, confirmarla) con alguien que de verdad entienda de estas cosas.

Saludos.

 

Lanzarote escribió:

aquí Tarraco se habla de "armas de Aragón" (armas de Aragón, catalanas...), así me lo parece, más q armas de la ciudad.

recordaba este hilo, me gustó mucho. :-)
saludos.

Lanzarote, he estado investigando un poco,y tienes razón. He extraido este texto de una publicacion que se ha editado recientemente en Tarragona, con los ultimos "descubrimientos" sobre este periodo. La publicacion es "Tarragona a la guerra del Francès 1808-1813 Quaderns de l´arxiu nº6 ". Refiriéndose a los duros acuñados en Tarragona, dice asi:

Como había que hacer saber la existencia de estas monedas ,la Junta hizo imprimir una circular en la que notificaba que se trataba de duros de plata que llevaban las armas de Cataluña en el reverso , y en el anverso la inscripción " 5.PS ; FER. VII . 1809 ", los cuales tenían todas las garantías por tal como tanto "  “en el peso, como en el quilate, acreditan igual valor al de los demás que hasta aquí han sido fabricados”

La cita que publique anteriormente, extraída del libro "El Duro" de A. Herrera, se refiere a las acuñaciones de este periodo de la ceca de Barcelona, no a las de la ceca volante de Cataluña.

Un saludo.