Pues me voy a unir al debate, un pelín tarde, pero aún así expondré mi opinión, bastante simple en comparación con otras muchas que hay aquí, pero opinión al fin y al cabo.
Ante todo, coincido con la mayoría, una copia siempre será una copia por muy bien hecha que esté. Voy a exponer el siguiente ejemplo:
Supongamos que soy pintor, con mucho talento pero desconocido. Y un día hago una copia exacta, exacta de las meninas, por ejemplo. Sería auténtico? Valdría lo mismo que el original? Claramente no. Por qué? Porque yo no soy Velazquez, no estoy en ningun museo, no he pintado para ningún rey, no he inventado nada, no se me ocurrió a mí innovar con un cuadro de esas caracteristicas, sólo soy un don nadie que ha sabido copiar muy bien ese cuadro. Todo lo anterior es lo que le da valor al cuadro.
Con una moneda pasa algo parecido. Una moneda, sobre todo las antiguas, es algo que se hace en una cantidad concreta, en una época concreta, en un lugar concreto y con un fin concreto. Una falsificación carece de todo eso, no deja de estar hecha en un taller clandestino sin otro fin que estafar. No sé si se entiende mi punto.
Consecuencias que puede tener, pues como ya ha dicho mucha gente, el mercado se hundiría, los precios caerían en picado. Si las falsificaciones llegan a consolidarse, cualquier profano hará su colección en tiendas de chinos y llenará álbumes enteros con doblas, morabetinos y trientes de oro creyendo que tiene auténticas joyas cuando en realidad sólo tiene morralla.