Veinte en bastos . Una falsa exposición

Hola, casi con toda seguridad esta será la peor de mis exposiciones, pero no por la presentación a la que siempre le pongo un buen mimo por respeto y orden, sino por las piezas en sí. Veinte exactamente son, las que forman parte de una mini-colección de piezas ...


Bueno, son más.

La siguiente relación visual y ordenada cronológicamente, mostrará todas y cada una de las que tengo de España e Indias ..., porque unas pocas más tengo, aunque extranjeras, que quedarán para otra oportunidad si acaso.

De los datos que desconozco de cada una, el más intrigante quizás sea conocer cuántas de ellas han logrado servir como tal, esto es, si han dado el pego en su momento y si son lo que son porque lograron pasar con pena y gloria en la época que marcan sus fechas. Excepto tres de ellas, eso sí, que tengo bien claro que son reproducciones o fantasías actuales, por razones obvias.

Algunas hay que están muy logradas, esas tres las que más quizás, algunas hay también que me han hecho dudar, e incluso hay una de plata cien por cien. Pero en su totalidad sus condiciones hablan por sí solas, por su faltas o por sus evidencias en diseño, en cualquiera de sus tres caras, o bien por sus condiciones de peso, diámetro o metal. Juzgad vosotros mismos.

Y si hay tres reproducciones obvias, hay otras tantas que no siendo actuales, a simple vista o al tacto, sin necesidad de peso y/o diámetro, cantan más que un gallo con la salida del sol. Pero las dos primeras son las más fáciles de todas. Comienzo separando esas dos del resto en su condición cronológica, que ya directamente se pegan a un imán como Darth Vader lo haría al lado oscuro, … ¡que la fuerza os acompañe!


No es la primera ni la última vez que pienso que este tipo de piezas deberían ser “contramarcadas a fuego” sobre su propio cuerpo metálico, para otorgarles la identidad que merecen. A excepción quizás de aquellas que pretendiendo ser moneda, se quedan en joya pero sin un marcado valor numismático.

Con estas falsarias, curiosamente, pasa como con las auténticas en cierta medida, a la hora de tener una representación coleccionable, ¡hay tantas por ahí y tan variadas! que incluso, aún con la buena intención de separarlas del mercado, se hace considerable su colección por cantidad y por desembolso.

Ah, no puedo dejar pasar la ocasión para admitir que la primera moneda que me colaron (está en esta exposición), hace ya muchos años de eso fue una de Amadeo I, siendo joven me impresionó su brillo y su tamaño, y no valoré otra cuestión. Animaos a contar vuestras experiencias, si las hubiere. Espero haberos entretenido un buen ratito y que cuando menos sirva para que queden señaladas en su peste aquí mismo, identificadas y debidamente estudiadas. Si alguien necesita algún detalle más preciso de alguna que lo pida. Y por supuesto que si alguien quiere sacarme del error en alguna de ellas, el debate está abierto.

Saludos

Que ilustrativo, me gusta guardar falsas que descartan a las buenas. Si me digo voy a comprar un monedon de 5 pesetas y veo varias de esta exposición, pico y se la comproa mi niña como por buena como regalo especial.
Este post cuando tenga tiempo lo visitaré muchas veces para comparar estas fotos con libros y fotos para agrandar conocimiento. Se agradecen post tan deleitando.
Saludos