En esta historia me gustaría destacar dos detalles.
Cuando por urgencia, o fatalidad (en caso de batalla) y con la finalidad de impedir el acceso al botín por parte del ganador en guerra, tal y como se cita en este relato, se daba la orden de hundir la propia flota con cargamento "si lo quieres, baja a por él", pero:
"a ser posible se hacía rápido, quemando madera lo más rápido con toda la pólvora posible o por medio de explosiones que partiesen casco (consiguiendo con ello que la madera flotase, que el cargamento bajase "sólo" y que la zona submarina para el rastreo dejase menos huella, de ahí las muchas dificultades a mar abierto) y se tomaba buena nota de la zona de hundimiento "forzado", de ese modo se triplicaban las dificultades para todos en el rescate pero en especial para el enemigo.
Uno no se puede hacer a la idea de la "fuerza que tiene el mar" capaz de mover anclas de toneladas de peso o cañones bajo el agua como si fuesen hojas del otoño, por lo que tampoco sabemos lo que las corrientes movieron o desplazaron, o dejaron al alcance.
Aunque en caso de batallas, como esta, próximas a costa y con el añadido de tanto barco y hundimiento conjunto y con una zona tan delimitada, era harto improbable que no se diese con todo o casi todo, pero al menos se conseguía que no fuese un golpe tan fácil.
Saludos
¡Deja que fluya!