Hay cuatro tipos universales de coleccionistas, y de por qué es la colección la que te elige a tí

Hace unos días recibí un correo electrónico de un lector preguntándome por qué hay gente se dedica a coleccionar cartuchos de 2 euros conmemorativos. Al contestarle, me di cuenta de que era una buena oportunidad de explorar qué tipos de coleccionista hay. Y da igual qué se coleccione, los tipos son universales y siempre los mismos.

Interesantes teorías, pero difiero en el concepto de la inviabilidad de coleccionar/invertir en monedas/cartuchos conmemorativos de 2 € a medio-largo plazo.

Cito:

"La gente que colecciona 2 euros conmemorativos, y da igual en qué formato, suele estar muy pendiente de las fechas de emisión de la monedas, y la gran mayoría de ejemplares de una moneda concreta se vende en el primer año después de la fecha de emisión. Después de ese año, quien suele comprarlas es gente que empieza una colección desde cero. Es decir, invertir a largo plazo en monedas de 2 euros es inviable, ya que el horizonte implícito de inversión es un año."

Precisamente, los que comienzan la colección desde cero serán los que se empeñen en buscar piezas cada vez más antiguas, ergo serán las que llevan años durmiendo en el fondo de los cofres del personal a la espera de su revalorización. Si alguien empieza de cero y, como es habitual, está en pleno avenate de compras compulsivas porque no se conforma con las dos o tres emisiones que han salido en el año en que comienza, empezará a buscar las de años anteriores, y así se irá remontando hasta el año de la introducción del euro. Por la misma razón, el que empieza coleccionando, por ejemplo, pesetas antiguas, empezará con las de cada emisión, y luego ampliará su campo de acción buscando la fecha de las estrellas, las cecas, etc., y el día en que las junte todas empezará con las de la república, y luego con las de Franco, etc.

Es evidente que el cliente para "el año anterior" es a lo sumo aquel al que la delegación más cercana del Banco de España le pilla en la gran puñeta y no le compensa gastarse un pastizal para cambiar 50 € en un cartucho de 25 piezas, por lo que prefiere esperar a que alguien las venda con un premium de un 50 o un 75%. Obviamente, le saldrá más barato que gastarse 100 pavos en gasofa más el paseo y las molestias. Actualmente se ven piezas del año en curso en cualquier portal a 3'5-4 €, para no hablar de monedas más antiguas o de otros países, que cuestan más caras que las drogas, o las emisiones en proof, que salen a precio de onza de plata.

Pero el que empieza hoy y compra las dos o tres emisiones que se han lanzado en España en el año en curso y empieza a bichear en los portales de compra-venta, de inmediato se le empiezan a poner los dientes largos. Buscará años recientes para ir dando cuerpo a la colección y empezar a llenar las bandejas de Leuchtturm que acaba de comprar y que está deseoso de ver llenas. En un momento dado, verá que las monedas de otros países salen a precios prohibitivos, y más si son países pequeños con emisiones acorde a su tamaño. En pocas semanas ya estará buscando monedas de la última década, y entonces es cuando los cartuchos que duermen el sueño de los justos salen a relucir, obviamente con un premium mucho más jugoso que los emitidos el año pasado.

Siempre, siempre habrá coleccionistas que empiezan de cero y ponen cuerpo y alma en juntar las series completas. Lo vemos en los perseguidores de Pandas, Kookaburras y Koalas, que pagan diez o quince veces el valor original de las piezas más antiguas y no dudan en pagar el doble o el triple por las de hace 3 o 4 años. Y cuando tengan los Pandas, pues ya buscarán otra colección que empezar, eso fijo. De hecho, si hay gente que colecciona series en las que solo cambia la fecha porque el motivo siempre es el mismo como ocurre con las Libertades o los dólares Morgan, ¿cuán atractivo no será reunir mogollón de monedas en las que el bicho, la diosa o el arbolito cambia de postura cada año?

En cuanto al coleccionismo per se, sea de lo que sea y en la variante que sea, colijo que su origen se debe a una mera necesidad de acaparar para momentos de escasez. El paso siguiente fue acumular objetos, armas o trofeos procedentes de enemigos o animales vencidos para demostrar al personal que uno los tenía bien puestos. Cuantas más calaveras de cuñados pusieras delante de tu cueva y más garras de oso llevases colgando del pescuezo, más respetado serías. Y hoy día, ¿no buscamos quizás ser respetados por nuestra reputación como coleccionistas, y que dichas colecciones sean consideradas como las más selectas, las más completas o las más caras?

En fin, así lo pienso. Ah, una advertencia, no soy coleccionista, así que veo este tema desde la barrera, como se suele decir.

Saludos a todos

Hola. Desde el desconocimiento...no hay coleccionistas estudiosos?. Compran por conocer variantes, piezas inéditas, acuñación,....

REVERSO12 escribió:

Hola. Desde el desconocimiento...no hay coleccionistas estudiosos?.  Compran por conocer variantes, piezas inéditas, acuñación,....

Pues mientras escribía me pregunté lo mismo, y llegué a la conclusión de que son coleccionistas aficcionados, que primariamente derivan placer de coleccionar (en este caso, placer del estudio).

PECULIUM escribió:

Precisamente, los que comienzan la colección desde cero serán los que se empeñen en buscar piezas cada vez más antiguas, ergo serán las que llevan años durmiendo en el fondo de los cofres del personal a la espera de su revalorización. Si alguien empieza de cero y, como es habitual, está en pleno avenate de compras compulsivas porque no se conforma con las dos o tres emisiones que han salido en el año en que comienza, empezará a buscar las de años anteriores, y así se irá remontando hasta el año de la introducción del euro. Por la misma razón, el que empieza coleccionando, por ejemplo, pesetas antiguas, empezará con las de cada emisión, y luego ampliará su campo de acción buscando la fecha de las estrellas, las cecas, etc., y el día en que las junte todas empezará con las de la república, y luego con las de Franco, etc.

Interesante reflexión, y yo diría que es válida para cualquier colección... salvo para los euros.

El tema es que para los euros, el proceso es diferente que para cualquier otra colección, y por tres simples razones: los llevas en el bolsillo, generalmente no se colecciona solo monedas españolas, y es la primera colección de mucha gente.

Para la mayoría de la gente que comienza la colección, esta es su primera incursión en numismática. Y comienza por mirar las monedas que lleva en la cartera y seleccionar las que le interesa. Muchos lo harán durante un tiempo, perderán el interés y lo dejarán. Otros tantos se conforman con intentar acabar la parte de la colección que se puede acabar sacándolas de circulación. Y una minoría dará el salto a comprar monedas a vendedores, porque tiene el interés suficiente y ha descubierto que se puede hacer.

Esa minoría es infinitamente menor al número de coleccionistas de euros que ya llevan un tiempo y tienen una colección establecida, que son los que compran la moneda en el primer año.

Añade a eso una media de emisiones de 30 monedas conmemorativas de 2 euros al año que salen en rollo (no todas salen así, y lo normal es centrarse en los 19 países del euro, no solo en España) x 25 monedas por rollo. Si tienes 25 clientes habituales, pues ya está, pero si no, tienes que encontrar a esa minoría para vender el stock restante, y asegurarte de que te compran la moneda a ti, y no a la competencia. En una ciudad grande quizá sea posible, en una ciudad pequeña, no tanto.

Y si te sobra un rollo entero de cada moneda en stock, 30 monedas x 50 euros el rollo (y eso, sin tener en cuenta que esos rollos no los compras a 50€, ya que hay que traerlos de Estonia o de Malta de alguna manera), son 1500€ que tienes parados en el almacén, con la esperanza de que alguien haya saltado al segundo paso de coleccionar euros (comprar monedas) y te escriba o te vaya a ver a tí de entre los cientos de personas que venden euros en España, a ver si tienes una moneda de esas. Y eso, año tras año tras año.

Por eso, ya digo en el artículo, que dependiendo de tu modelo de negocio los mantendrás en stock o venderás el rollo.

Citación :

En pocas semanas ya estará buscando monedas de la última década, y entonces es cuando los cartuchos que duermen el sueño de los justos salen a relucir, obviamente con un premium mucho más jugoso que los emitidos el año pasado.

El tema es que las monedas de euro, salvo excepciones muy contadas, no suelen ganar premium a lo largo del tiempo. Se pueden comprar monedas de 2004, 2005 ó 2006, los primeros años de las monedas conmemorativas, por 3,50 o 4€ todavía. Es decir, el rendimiento de la inversión que supone tenerlas en el almacén es cero. O dicho de otra manera, una moneda que salga hoy, la vas a vender por el mismo precio en 2022 y en 2032. Así que lo lógico es o bien guardarlas como fondo de armario para fidelizar a un poco posible nuevo coleccionista en un futuro, teniendo así el dinero que has pagado por ellas completamente parado, o bien vender el cartucho entero al final del año y recuperar la inversión.

Un saludo!