Hola a tod@s, hoy voy a presentar otra de esas monedas que tanto me gustan y que proceden de otro famoso pecio. Se trata de
8 Reales acuñados en la ceca de
México a nombre del Rey Don
Felipe V presentando una acuñación característica de las cecas del Nuevo Mundo y que serían “
piezas de transición” hacia la nueva perfección técnica que veremos bajo la dinastía de los Borbones. La moneda que muestro presenta además otra característica que la convierten en una moneda muy singular pues,
son perfectamente visibles los elementos propios que permiten identificarla, conserva el ensayador y la marca de la ceca, algo muy poco habitual para estas acuñaciones y especialmente, para las
procedentes de naufragios.
Datos de la pieza:Nominal: 8 Reales
Año: 1729-1730. De acuerdo con los datos relativos al ensayador.
Ceca: México (“Mº”; en el anverso)
Metal: Plata de 917 milésimas
Peso: 26,31 gr (aprox.)
Diámetro: 37 milímetros (aprox.).
Canto: Liso e irregular. Macuquina (“Cob”, “Cabo de barra”).
Tipo de acuñación: A martillo.
Ensayador: Sigla “R”, perfectamente visible. Correspondería a D. Felipe Rivas Angulo.
Estado de conservación: “Shipwreck effect (G2/B)”. Muy posiblemente la pieza circuló en su día, pues se trata de un barco de la famosa Compañía Holandesa de las Indias Orientales (“VOC”). Los elementos del escudo visibles en su mayoría, así como la ceca y la letra del ensayador (anverso). El reverso muestra intactos los cuarteles con las armas de Castilla. Pequeños fragmentos de las palabras sueltas en ambas caras, correspondientes a partes de la leyenda.
Referencias bibliográficas: “Cal-754 ó 755” (según la fecha corresponda a 1729 ó 1730).
Rareza: Muy rara. Ya no tanto por el numeral en sí, o por el estado de conservación, este último bastante superior a la media que se suele ver en lo que a macuquinas se refiere procedentes de pecios, sino a que no es usual que puedan leerse claramente elementos como la marca de la ceca y la sigla correspondiente al ensayador, incluso algunos fragmentos de las leyendas. Tres elementos que debemos valorar como se merecen.
Pecio: “Rooswijk”. Barco integrante de la flota de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC) y que naufragó en 1740 en “Goodwin Sands”, en Mar del Norte. En este pecio se encontraron, mayoritariamente, monedas españolas de la ceca de México macuquinas de entre 1720 y principios de 1730, así como algunos 8 Reales de tipo “Klippe” de transición, con fechas de 1733-1734 y columnarios. También estaban presentes macuquinas de otras cecas americanas, en menor proporción. No olvidemos que las monedas españolas eran la divisa mundial del momento y la comúnmente aceptada en Asia, viéndose obligadas las demás naciones, muchas veces, a cambiar sus monedas por monedas españolas para poder comerciar. No obstante, los arqueólogos han determinado que hasta la mitad del dinero encontrado a bordo estaba destinado al comercio ilegal, ya que no formaban parte de la carga registrada. Muchas de las monedas descubiertas incorporaban pequeños agujeros realizados de forma deliberada, lo que sugiere que los tripulantes las cosían en sus ropas para actividades de contrabando a su llegada a las Indias Orientales Holandesas. De esta forma, la tripulación podía obtener ciertas ganancias adicionales comprando plata en los Países Bajos y luego vendiéndola en las Indias Orientales Holandesas, donde no disponían de minas de este preciado metal. A pesar de ser ilegal, la VOC toleraba el contrabando porque la ganancia beneficiaba tanto a los contrabandistas como a la propia Compañía.
Reinado: Felipe V “El Animoso” (1700-1724) y (1724-1746)
Dinastía: Casa de Borbón
Leyendas:Anv.: “
PHILIPPUS V D G” [LEYENDAS MUY POCO VISIBLES] alrededor del escudo de armas coronado de los Reinos de España, incorporando el escusón central con las “3 flores de Lis” borbónicas. En el lado izquierdo del mismo, la marca de la ceca (“
Mº”) y, bajo ella, la letra del ensayador (“
R”), ambas totalmente visibles. A la derecha del escudo, el valor nominal (“
.8.”), apenas visible al tratarse de una macuquina.
Rev.: “
HISPANIARVM o REX o 17XX” [LEYENDAS MUY POCO VISIBLES] alrededor de un cuartelado con castillos y leones dentro de una orla de ocho lóbulos, divididos por la Cruz de Jerusalén.
Observaciones: La moneda en cuestión presenta las oxidaciones propias de una moneda que ha permanecido más de 300 años bajo el mar, pero que a pesar de esto, no ha perdido la calidad de detalle que vemos en los elementos visibles (tanto en anverso como reverso) y que demuestran que esta moneda en cuestión es un fiel testigo de la historia tanto española, como europea. Así y, dado que aún permanecen visibles los elementos significativos de esta moneda (escudo, ceca o ensayador), con algunos fragmentos de las leyendas, no siendo esto último totalmente culpa del daño por oxidaciones marinas, sino también por tratarse de una macuquina, estimo que presenta un “grado 2 o B” en lo referente al estado de conservación.
Información histórica: El principal cúmulo de los restos de este naufragio se encontró, principalmente, en la costa sur de lo que hoy es Gran Bretaña, a priori nadie supo precisar el lugar exacto donde se había producido el hundimiento del Rooswijk. La desaparición de este buque implicó para la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC) la pérdida de unos 250 tripulantes y soldados, además de un gran cargamento de plata cuyo destino eran las Indias Orientales para ser convertido en moneda local.
Es relevante señalar que, a pesar de su desaparición en 1740, tanto el barco como su carga siguieron siendo propiedad de Dutch East India Co., por lo que, cuando el gobierno holandés adquirió la compañía en el año1798, los Países Bajos se convirtieron en los propietarios legales de la carga que el Rooswijk transportaba.
En el año 2004, el carpintero de Cambridgeshire, Ken Welling, encontró los restos durante una inmersión de buceo deportivo a unos 24 pies de agua. Dado el singular estatus legal que afecta al pecio, se iniciaron discretos contactos con gobierno holandés y el descubrimiento se mantuvo en secreto para evitar poner sobre la carga un foco mediático o despertar el interés de caza tesoros y buscadores de fortuna. Llegado el momento, el 11 de diciembre del 2005, el ministro de Finanzas de Holanda, Joop Wijn, tomó posesión de los cofres de madera originales llenos de lingotes en una ceremonia celebrada en el puerto de Plymouth, a bordo de una fragata de la Marina Real Holandesa, el De Ruyter.
La pérdida del Rooswijk en enero de 1740 supuso, en aquel momento, un auténtico desastre financiero para la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, así como para lo que hoy es Holanda en su conjunto, además de ser una catástrofe en términos de vidas humanas perdidas durante el hundimiento. No se tiene constancia de que hubieran supervivientes y las noticias del desastre llegaron cuando pescadores ingleses, en busca de escombros que hubiera podido traer la tormenta que había azotado la zona, encontraron un cofre de madera lleno de letras que identificaban al barco. El como el Rooswijk se había hundido apenas un día después de zarpar desde la isla costera holandesa de Texel.
Las diferentes excavaciones submarinas realizadas en la zona del hundimiento parecen haber recuperado “todos” los lingotes de plata, además de más de mil artefactos de variada índole. Además, el cargamento parecía también incluir haber cantidades significativas de láminas de cobre, hojas de sable y elementos de mampostería, por que presumiblemente, iban a ser destinadas para algún proyecto de construcción en las Indias Orientales Holandesas.
Las excavaciones permitieron, además, encontrar evidencia de cómo era la vida a bordo del buque, todo ello en diferentes capas de sedimentos, de acuerdo a la estructura arquitectónica de la embarcación. Precisamente, esto se debe a que, algún tiempo después del desastre, la madera que formaba el piso superior se derrumbó, por lo que el contenido de cada cubierta simplemente cayó una sobre la otra. De las tres capas existentes, la capa superior incluía el comedor de oficiales; la capa intermedia comprende la cabina del alguacil, que contenía 50 mosquetes; y la capa inferior incluye el casillero del cartucho y la plataforma de la pistola, que contiene la barra y el disparo redondo. Toda la plata se había almacenado cerca del comedor de los oficiales y los arqueólogos tenían cierto conocimiento sobre cuánta plata estaban buscando gracias a que el gobierno holandés aún guardaba los registros que precisaban la carga del buque. La plata, principalmente transportadas en barras de unos 1,9 kg cada una, se había extraído en el México gobernado por España. Originalmente, había sido transportada por barcos españoles desde México hasta Cádiz, para luego ser vendida a los holandeses y ser enviada a Holanda, donde se fundió y se convirtió en las mencionadas barras de plata, con el sello de la Cámara de Amsterdam de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC). El tesoro, una vez reconvertido de la manera descrita anteriormente, se cargó en el Rooswijk, con destino a Batavia, la que hoy es la moderna Yakarta. Allí, una pequeña parte se habría convertido en moneda javanesa, mientras que el resto se habría enviado a Siam (la actual Tailandia) o Bengala para también convertirla en moneda local.
Antes de la entrega oficial a Holanda y, como hemos visto en diferentes documentales y trabajos publicados en medios especializados, se llevó a cabo un minucioso estudio arqueológico de los restos y el tesoro recuperados. La mayoría todavía se encontraba en sus cofres de madera originales. El descubrimiento de tantas barras de plata tan meticulosamente guardadas es único y está ayudando a los arqueólogos a comprender la dimensión y la naturaleza del comercio internacional de lingotes durante el siglo XVIII, que sustentaba financieramente a la mayoría de las empresas coloniales europeas durante esa época.
A pesar de todo esto y, como dato curioso, la operación de salvamento realizada en el año
2005 ha generado ciertas críticas por parte de diferentes coercitivos vinculados al patrimonio en distintos países ya que, a su juicio, no se siguieron a rajatabla algunos de los principios recogidos internacionalmente relacionados con la protección del patrimonio arqueológico en general y, especialmente el subacuático. En el 2007, el Reino Unido lo declara como protegido y no se permiten trabajos en la zona. Ese mismo año, Los Países Bajos cambiaron su política, haciendo imposible emitir más derechos de salvamento para naufragios considerados como “históricos”. Durante el
2017, se realizaron trabajos adicionales autorizados por el Reino Unido ante el deterioro del pecio por un gusano que se alimentaba de la madera, unido al peligro incesante de buceadores sin escrúpulos, lo que supuso la obtención de nueva información y la extracción de objetos adicionales que, después del pertinente proceso de conservación, fueron entregados a los Países Bajos.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.