¡Vuelta a la familia! 25 pesetas de 1957*70. Estado Español.

A mis abuelos... Estéis donde estéis.

Mis abuelos se casaron en el año 1941, recién terminada la guerra que enfrentó a hermanos pero que supo unir a las personas humildes en su día a día. No en vano, mi abuelo fue herido en el costado por una bala procedente del bando nacional mientras transportaba a un herido en camilla en el frente del Puente de Arganda, frente abierto por las tropas nacionales en su asedio a la capital. Y sin embargo mi abuela era más bien del lado contrario. Nunca y digo bien, nunca dejaron de quererse, nunca dejaron de luchar por sacar a mis tíos y madre adelante y nunca, nunca hablaron de política.
Una vez casados, con ese vestido de novia de color negro, típico de la época y de las gentes humildes se trasladaron a la calle donde yo he vivido durante muchos años y mis padres siguen residiendo. Era una casa pequeña, antigua y que apenas tenía comodidades. Imagino que la práctica totalidad del país era así en ese año, por desgracia.
Unos años más tarde, el régimen instalado en el país tras la cruenta guerra, decidió por orden ministerial construir casas en las afueras de los pueblos para las gentes. Eran casas grandes, con patio y corral para los animales. Recuerdo ver fotografías donde las gallinas y los conejos se juntaban con la borrica, aquella borrica que tanto cariño le tenía mi abuelo.
Eran casas, bueno hoy serían casoplones, de unos 200 metros de vivienda y otros 200 de patio. Allí se crió mi madre, una de las pequeñas de la familia. Recuerdo que todos los vecinas, hoy apenas quedan un par de aquellas que en los 50 se fueron a vivir al barrio, decidieron que estaban hartas de que a la gente con dinero se les añadiese el típico "la señora" y su nombre a continuación y a ellas solo se les mencionase por su nombre, así pues en un gesto, un bonito gesto, empezaron a llamarse "la señora" y su nombre. Así las conocí yo a todas y justo el otro día, dando una vuelta por la noche con mi hija por el barrio le iba diciendo, con lágrimas en los ojos por culpa de la nostalgia, donde vivía cada una de ellas, la señora Carmen, la señora Tomasa, la señora María. 
Personas humildes que lucharon como nadie para sacar adelante a sus hijos, a sus muchos hijos. Personas como mi abuelo que trabajaba de noche y de día en dos trabajos y que tras largos años de sacrificios disfrutaba de su patio mientras yo jugaba con el balón y el leía su ABC, periódico imprescindible para él, pese a ser como he comentado antes un republicano declarado en su silencio.
La casa la terminaron de pagar mis abuelos en el año 1970, muchos años pagando todos los meses una cantidad al estado, pero finalmente tuvieron su casa en propiedad.
Mi abuela solía decir que eran las monedas de 5 duros las que empleaban para pagar la hipoteca mensual. Y quiero pensar que está moneda que os voy a enseñar fue una de las que mis abuelos emplearon en pagar su última cuota y que ha vuelto a la familia tras muchos años.

Quiero pensar, bueno quiero no, pienso que mis abuelos fueron de los primeros en reconciliar a las "dos Españas", pienso que fueron unos luchadores sin grandes lujos, que lo dieron todo por los suyos y pienso que hoy soy quien soy, gracias a mi abuela, la cual solo me enseñó a ser buena persona en el mundo, trabajar y ser humilde, querer a los míos y respetar a los demás.

La historia de este pais, esfuerzo, sacrificio y austeridad para intentar salir adelante, no había otra tras una guerra que lo destrozó todo, infraestructuras, industria, el campo abandonado...pero lo mas grave fué el lado humano de millones de personas, que tenían que subsistir tras despedirse de sus seres queridos que quedaron por el camino.
Nuestros padres se casaban casi con lo puesto, y a base de mucho trabajo y más ahorro durante décadas, fueron mejorando. ¡¡¡Qué diferencia con nuestros días!!!, hoy los hijos tienen todo tipo de caprichos y no se nos van de casa ni con agua hirviendo, ahora porque hay muy poco trabajo, pero antes pagaban una mierda y había que meter horas extras a tutiplén para poder pagar el mobiliario que pieza a pieza iban pagando a base de  mas letras que el abecedario, pero eso no amilanaba a nuestros padres-madres, que con tal de casarse e independizarse de nuestros abuelos, como si comían sopa de ajo o patatas a lo pobre todos los dias, en una habitación con derecho a cocina.

Con respecto a la pieza, está superior y con un buen puñao de su brillo original ... y cómo las recuerdo, tener una de éstas el Domingo(dia de paga), era en ese año '70 mas de la mitad de ella; conseguía sobre 40 pesetas a base de pedir unas monedillas a mis padres, a mis tios y a mis abuelos y una vez conseguida nos ibamos la cuadrilla a la matinal del cine(15-12 pts. dependiendo sea patio o palco-gallinero), el resto chuches o futbolines.


Muchos recuerdos, emotivo relato tuyo para no variar.

Eres malo¡¡ eres malo pues con estos pedazos de temas me has hecho recordar a mis padres que ya no los tengo conmigo y que vivieron algo parecido con mis abuelos...y me has hecho que a mi también me afloren las lagrimas...Esto no te lo perdono¡¡¡

Ya en serio... decirte que con la perdida reciente de mi madre y con esta historia tuya cada vez que vuelvo por el pueblo donde he pasado gran parte de mi vida me trae muchos recuerdos y nostalgias, no se mis abuelos pero si se que mis padres en paz descansen ambos regentaban una típica taberna de las de entonces y con todas las monedas de 50 pesetas del caudillo sobre todo las guardaban y pagaban con ellas los gastos genéricos de agua y luz del local.
Hoy casi treinta años después cuando paso por delante del que fuera dicho local siento con nostalgia mis años de niñez, la de vecinos y clientes que pasaron y que ya tampoco están entre nosotros...
Muchas gracias por retrotraer a mi niñez aunque con cierta melancolía esta calurosa tarde de agosto, MUCHAS GRACIAS AMIGO.

Muchas gracias amigos.
Lo bueno que tienen estas monedas de Franco, es que en el fondo todos de alguna u de otra manera hemos tenido vivencias con ellas.
Y eso es lo que las hacen valiosas, eso que tantas veces decimos a los que preguntan por su valor económico, eso a lo que llamamos valor sentimental!!

Muchas gracias Don Blas y Ajunta!!

PD: buenas tertulias se librarian en aquel bar Don Blas!!

Una historia verdaderamente conmovedora, amigo

Desde luego, buena razón tienen los que hablan de nuestros abuelos como "los más fuertes de su generación", porque una época así no la habría sobrevivido todo el mundo. Por eso, a todos los que se quejan de lo duro que está siendo esto del coronavirus les digo lo mismo: que sea esto lo peor que nos toque pasar.

Bonita moneda acompañada de una bonita historia, o quizás mejor decir, magnífica historia real adjunta a una bonita moneda reflejo de dicha época. Sin duda una historia extrapolable a muchisimas familias de entonces, donde la posguerra hizo que hubiese que poner todo el ingenio y la carne en el asador para salir adelante. Yo puedo decir en lo que me toca, que una de mis abuelas, que sabía de corte y confección, en la etapa inmediata a la guerra tuvo que utilizar la tela de un mantel de una mesa, para poder hacer unos vestidos a mi madre y mis tias siendo niñas , debido a la escasez de género. Detalles así lo dicen todo. Pero era otro tiempo donde a pesar de la miseria había más alegría e ilusión, en contraposición al derroche y vicio de hoy, al que yo no le veo buen augurio.

Celebro que os guste la moneda y sobre todo la historia que lleva detrás.
Aquél paseo con mi hija por el barrio donde tantas y tantas horas estuve, donde tantas aventuras, juegos y risas he vivido hizo, sin duda, que tuviese que plasmar por escrito una dedicatoria hacia aquellos que siempre estuvieron, y quiero pensar que siguen desde donde sea, a mi lado.
La realidad que les tocó vivir, es desde luego, una historia de supervivencia continua y pequeños logros que hoy nosotros podemos disfrutar.
¡¡Que razón lleváis cada uno en vuestros comentarios!!

GRACIAS!!!

Muchos de nosotros tenemos vivencias parecidas, bien de nuestros padres, bien de nuestros abuelos. En mi caso, incluso conservo correspondencia que mi tío recibió principalmente de mi abuelo entre 1931 y 1939, que da para escribir un libro sobre la guerra civil en el frente vasco.

De estas 25 pesetas conservo una moneda perforada y con pita atada. Se usaba para meterla y sacarla de los petacos y futbolines. Había que estirar la paga lo más posible...

Preciosa historia. Y muy similar a la de muchos.
Gracias por contarla aquí

  por vuestros comentarios @Txibis y @Pablo87 

Mola

La historia de casi todos de más de 55 años, yo tengo 62 y he vivido siempre en pueblo, conozco por qué es o era normal las casas con corral, allí la gente, no pobre pero si humilde, críaba de todo, me ha parecido volver atrás por un momento, como cuando vi Cinema Paradiso, una bonita moneda y una preciosa historia, triste pero es nuestra historia!!!!
Un saludo!!!

Gracias por vuestros comentarios amigos @Txabs y @ManoloSordo
Y si, humilde y triste es nuestra historia a la vez que rica y agradable.

Un abrazo!!

En unas cuantas líneas resumes la vida de este país, la verdadera, la de nuestros abuelos y padres, de los años 40, 50 y 60. Silencio, sudor, horas y horas trabajando, para sacar adelante la familia, la casa, etc. Yo también recuerdo la casa de mis abuelos, con patio, gallinero y conejera, el olor de la higuera en verano, del jazmín y la albahaca me acompañan desde entonces... junto al cariño de todos ellos, cariño que a veces se manifestaba en forma de la moneda, preciosa, que nos presentas.
Un abrazo, compañero.

Bonita moneda y bonito relato.

Un saludo.

La nostalgia es, a veces, buena.
Nos lleva a ese tiempo que fue bonito y que pudimos disfrutar.
Me alegra que os guste @Gobierno Provisional y @jaqg

Muchas gracias!!

Un relato entrañable y conmovedor, reflejo de los duros tiempos de la postguerra con sus enormes sacrificios y carencias. Cuando yo nací en 1951 todavía había cartillas de racionamiento y habían pasado 12 años del fin de la guerra! Es muy importante que estas cosas no se olviden para nunca jamás recaer en los mismos errores.
La pieza magnífica!

magnifico relato plasmando perfectamente no solo el esfuerzo de tus abuelos, si no el esfuerzo de muchos de nuestros abuelos o padres.

Muchas gracias amigos Fredericus y 1979gvr.
Me alegra que os guste este pequeño fragmento que me  volvió a mi mente tras el paseo con mi hija. Hacía tiempo que no subía por aquel barrio, mi abuela falleció hace ya bastantes años, y recorrer de nuevo la calle me sobrevino nostalgia, recuerdos y buenos, muy buenos momentos que necesitaba plasmarlos.

Un abrazo!!

Preciosa historia y buena pieza

Muchas gracias amigo!!
Me alegra que te guste!!

Un abrazo!!