El queso, los embutidos, los salazones, el adobo, las mermeladas, el secado, el escabeche, la inmersión en aceite o manteca, etc., etc., no son ni más ni menos que métodos de conservación, cuando, como dice Tavera, no había frío ni pasteurizaciones.
Hoy los utilizamos como métodos culinarios porque nos agrada su sabor, pero el origen era conservar los alimentos para épocas o momentos en los que escaseaban. Algunos de estos métodos ya se usaban en el paleolítico.
Salud.