Cómo preparar gato asado.

José Fernández Bremón (1839-1910) en su poema Dar gato por liebre, dice así:

   Elige un gato joven
   que tenga buena facha:
   llamas al aguador y lo despacha.
   Cébalo con riñones,
   asaduras, mollejas y pichones;
   prohíbe darle sustos,
   desazones, castigos y disgustos,
   y al año o poco más, tendrá el minino
   el cogote muy ancho, el pelo fino.
   Ya gordo y reluciente,
   haciéndole caricias con la mano,
   degollarás al gato dulcemente
   como si degollases a tu hermano.
   Desuéllalo con arte,
   límpialo bien, y que lo oree el viento.
   Pásale un espadín de parte a parte
   y ásalo a fuego lento:
   despacio y muy a punto,
   báñalo con un unto
   de aceite aderezado
   con limón y con ajo machacado;
   en tanto, lo volteas;
   y sólo a medio asar, es el instante,
   con sal lo espolvoreas;
   no apartando del gato la mirada
   hasta que su corteza esté dorada,
   y asado el animal y harto de fuego,
   con punzantes aromas
   te obligue a que lo saques y lo comas:
   si al asarlo, seguiste mis consejos,
   ríete de las liebres y conejos:
   sólo algún mentecato
   a quien trates de dar gato por liebre
   pedirá que le des liebre por gato.

el gato tiene las costillas redondas el conejo o la liebre esta chafadas
que no te den gato por liebre,el gato se orea toda la noche para mejor sabor,como el perro

Además, en la liebre y el conejo, el cúbito y el radio están soldados uno a otro en toda su longitud de manera que parece un sólo hueso, así como la tibia y el peroné también están unidos. Esto les permite mover las extremidades sólo hacia adelante y atrás para correr pero no hacer con ellas movimientos de pronación-supinación (girar las manos hacia dentro o fuera)
En el gato, estos huesos del antebrazo y la pierna son independientes y sólo unidos por sus extremos por medio de ligamentos lo que les permite girar hacia dentro pies y manos de manera que puedan sujetar a sus presas. Nosotros, los humanos, también los tenemos separados y esto nos permite girar hacia dentro las manos para sujetar, por ejemplo, un balón o, con los pies, poder trepar a un árbol.

De todas formas, si está bueno y bien cocinado, no le hago ascos a ningún bicho. El motivo de no comerse el gato (o el perro) es que hay que alimentarlos con carne o pescado y sale antieconómico. Es mayor su valor marginal como exterminador de roedores (o como caza, vigilancia, pastoreo... en el perro) que como fuente de alimentos; para eso tenemos otras especies que se alimentan de vegetales. Entre darle a un gato carne de pollo para cebarlo y comérnoslo después o comerse el pollo directamente y dejar al gato para cuidar nuestros alimentos exterminando ratas completando su alimentación con los restos no aprovechables del pollo, es más económica y práctica la segunda opción.

Salvo que...
Te cuento, enfrente de mi facultad había un bar que ponía de tapa pinchitos, hasta que un cátedro se mosqueó y mandó analizar un pinchito saliendo gato. El dueño del bar no los criaba, simplemente le pagaba a los gitanillos del barrio de enfrente x pesetas por cada gato que le llevaban. Hasta tres veces se lo cerraron el bar por el mismo tema. Y como éramos asiduos pues resulta que he comido gato y la verdad es que está bueno. Pero eso fue en el siglo pasado.   

Claro, si el gato no tiene porque estar malo   

Lo que veo que hay por aquí mucho entendido en gatos ¿por qué será?   

no,lo que pasa que al ser una mascota domestica,da cosa,yo no lo comi nunca,pero en Argentina hay una ciudad que le llaman los comegatos,porque todo el mundo come,no me acuerdo si es Santa Fe o Rosario,creo que es la ultima

Pero como dice el amigo Tavera, como tengas que alimentarlo a base de carne te sale el gato por un pico. Salvo que recojas gatos callejeros. Que por cierto en las hanbrunas han sido los primeros en desaparecer.

y despues las ratas

Granada escribió:

Pero como dice el amigo Tavera, como tengas que alimentarlo a base de carne te sale el gato por un pico. Salvo que recojas gatos callejeros. Que por cierto en las hanbrunas han sido los primeros en desaparecer.

Los gatos callejeros tienen mucho hueso y poca chicha   

Comeros los gatos que despues vendrá la peste negra .
         

La peste la transmitían las pulgas de las ratas negras (por eso peste negra) o ratas de los tejados (rattus rattus), que vinieron de oriente en los barcos del siglo XIII. El bichito causante es la Yersinia pestis, que no creáis que ha desaparecido.
Se ve que sé más de ratas que de gatos.   

Ah, y que conste que no hago apología de comer gatos y si leyera el poema alguien que yo me sé, me colgaba del pino mayor.

Granada escribió:

Ah, y que conste que no hago apología de comer gatos y si leyera el poema alguien que yo me sé, me colgaba del pino mayor.

Eso es porque la gente no los ha probado en su salsa y con unas buenas bravas



  

el perro al horno estilo filipinas,es digno de probar,ademas del monton de bichitos que hay por hay,que tienen proteinas y nada de colesterol

Vaya hilo!!  
Con lo que me gustan los gatitos! Pobres!

Misico... gatico... se comió un pescaíco... zape, zape.

Eso me lo cantaba mi madre cuando era pequeño.

Mañana os cuento la historia de MG. (maldito gato).

Granada escribió:

Misico... gatico... se comió un pescaíco... zape, zape.

Eso me lo cantaba mi madre cuando era pequeño.

Mañana os cuento la historia de MG. (maldito gato).

Misico... gatico... se comió un pescaíco... y le echó la culpa al gaaaatooo... zape! zape! zape!, que te mato con la punta del zapatoooo...

Jajajaja eso también se lo cantábamos mucho a mi niña cuando era más pequeña    

Como se nota que mi mujer también es granaína     

Un saludo    

Es que todo lo bueno abunda...  

Debe haber varias versiones.

Misico... gatico... se comió un pescaico... bribón, bribón, bribón.

  

Seguro que habrá más versiones, la que te he puesto es la que se ha ido transmitiendo en la familia de mi mujer jejeje   

  

argentino.070 escribió:

no,lo que pasa que al ser una mascota domestica,da cosa,yo no lo comi nunca,pero en Argentina hay una ciudad que le llaman los comegatos,porque todo el mundo come,no me acuerdo si es Santa Fe o Rosario,creo que es la ultima

No es así, aunque es cierto que a los ciudadanos de Rosario mucha gente con mala intención los llama así, pero Rosario es una de las ciudades más importantes de la República Argentina, dudo que alguien alguna vez en esa hermosa ciudad halla comido alguna vez gato.
Saludos.

Serán las inquinas típicas entre ciudades.

numismatico2013 escribió:

argentino.070 escribió:

no,lo que pasa que al ser una mascota domestica,da cosa,yo no lo comi nunca,pero en Argentina hay una ciudad que le llaman los comegatos,porque todo el mundo come,no me acuerdo si es Santa Fe o Rosario,creo que es la ultima

No es así, aunque es cierto que a los ciudadanos de Rosario mucha gente con mala intención los llama así, pero Rosario es una de las ciudades más importantes de la República Argentina, dudo que alguien alguna vez en esa hermosa ciudad halla comido alguna vez gato.
Saludos.

Y mucho menos cuando precisamente lo que ha sobrado siempre en Argentina ha sido la carne: en el siglo XIX, en esos inmensos pastos de la Pampa, si tenías hambre podías matar una vaca, comer y llevarte contigo lo que pudieses siempre que dejases a salvo el cuero para el dueño del terreno. El cuero era lo que tenía valor en aquella época anterior a los transportes frigoríficos ya que la carne no se podía exportar y los argentinos no eran suficientes para consumirla toda. Así, con tanta materia prima a costo casi nulo para "experimentar", descubrieron unos despieces exquisitos en los que en la misma pieza y dependiendo de la dirección del corte con respecto a las fibras de la carne varía el sabor, textura y jugosidad. Aún hoy y a pesar de la crisis, el consumo de carne "per capita" en Argentina sigue siendo de los más elevados del mundo teniendo el estado que hacer campañas para fomentar su reducción en aras de la salud.
Argentina es el segundo exportador de carne de vacuno del mudo y el tercero de carne de ovino. Incluso la liebre europea, introducida, es considerada plaga pagándose a los cazadores por su carne y destinándose ésta mayoritariamente a la exportación a Europa.
¿En esta situación, quién come gato?  

Pues no me extraña.

Y te cuento una historia que tú debes haber vivido por tu edad, aunque es fácil que no recuerdes. En los años 70 hubo en España una crisis bastante fuerte con una inflación desmesurada de hasta el 30%. Entonces se le ocurrió al gobierno inportar carne de vaca (no recuerdo si de Argentina, Uruguay o Paraguay) congelada a bajo precio. Las gentes la despreciaban por venir congelada, pero un día a mi madre se le ocurrió comprarla a ver qué pasaba y descubrimos una carne excelente y a mitad de precio que la nacional, y hasta más barata que el cerdo. Desde ese día nos hicimos adeptos a esa carne hasta que desapareció del mercado.

Curiosidades de la vida.

Saludos.

Granada escribió:

La peste la transmitían las pulgas de las ratas negras (por eso peste negra) o ratas de los tejados (rattus rattus), que vinieron de oriente en los barcos del siglo XIII. El bichito causante es la Yersinia pestis, que no creáis que ha desaparecido.
Se ve que sé más de ratas que de gatos.   

Judascujo tiene toda la razón, sin gatos, las ratas campaban a sus anchas.