Maria Dimitrova es la autora de un interesante artículo titulado “Coin treasures on Bulgarian lands shed further light on Bulgarian history” publicado en la web de Radio Bulgaria, con el resumen de la entrevista realizada al historiador Nikolay Markov, que “Antigua y Medieval” recogía traducido el pasado 27 de noviembre.
Según Maria Dimitrova, con sus 40.000 monumentos arqueológicos Bulgaria está entre los primeros tres países de Europa por la riqueza de su patrimonio histórico, según un estudio de la UNESCO realizado en la segunda mitad del siglo pasado. Desde entonces la tierra búlgara no deja de sorprendernos con nuevos hallazgos monetarios.
Cabe recordar que en Bulgaria fue hallado el oro labrado más antiguo del mundo, en la Necrópolis de Varna que data del V milenio antes de Cristo. Arqueólogos descubrieron unos de los tesoros de vasijas de oro más prolijos de los tracios antiguos. Las tribus tracias son consideradas los primeros pobladores de las tierras búlgaras. En el actual territorio de Bulgaria, en Devnia, fue desenterrado un tesoro monedas considerado el más grande del mundo.
Debido a su disposición específica, en la encrucijada entre Europa y Asia, la tierra búlgara es exclusivamente rica en hallazgos de monedas, tan numerosos como variados en cuanto a procedencia y épocas”, dice Nikolay Markov, doctor en Historia y colaborador del Museo Nacional de Historia. El científico informa que las monedas más antiguas encontradas en Bulgaria datan solo medio siglo después del inicio de la acuñación de monedas con carácter oficial, en la Antigua Lidia, más tarde Anatolia, hoy Turquía. El material y las imágenes sobre las monedas dan mucha información sobre las relaciones económicas y sociales en las diferentes sociedades históricas. Las primeras monedas fueron elaboradas de la aleación natural de oro y plata. Mucho tiempo después los dos metales nobles siguieron siendo la base en la acuñación de monedas.
"Ejemplares lidios de la época más temprana cuando empezaron a acuñarse las monedas no han sido encontradas en nuestras tierras, pero hay monedas, si bien escasas, de inicios del siglo VI antes de Cristo", dice Nikolay Markov al referirse a las monedas más antiguas halladas en el territorio búlgaro. Son particularmente ricos los hallazgos de monedas tracias en estas tierras. Muchas de ellas ostentan imágenes de gobernadores tracios.
“Las monedas tracias san las primeros que ofrecen la posibilidad de ver retratos reales de aquella época, dice Nikolay Markov. "Las monedas que emitían las polis griegas no llevaban tales imágenes. La razón por la que se acuñaban los semblantes de los gobernadores tracios radica en la posición y el papel que tenía el rey en la sociedad tracia. Para los tracios el Rey era una figura en el linde entre los dioses y los mortales. El rey tracio era considerado semidiós y por eso retratos de reyes tracios aparecen en decenas de emisiones de monedas".
De las monedas halladas recibimos, además información sobre los primeros falsificadores que surgieron en los albores de la acuñación. En los Balcanes e incluso en las tierras búlgaras hay muchas emisiones falsificadas.
"Podría citar un ejemplo de las emisiones monetarias de los celtas", dice Nikolay Markov. "Estas tribus alemanas aparecieron en los Balcanes a principios del siglo III antes de Cristo. Según una teoría, la tribu de los serdes que dieron el nombre de la ciudad de Sérdika, la actual capital Sofía, era de procedencia celta. Pues, los celtas imitaron las monedas de Alejandro III de Macedonia, muy famosas en aquel entonces. Las monedas de acuñación imitativa tienen menor peso y se reconocen por las imágenes primitivas que portan. Muchas veces las imágenes son meros puntos y rayas. De todas formas, cumplieron bien su función ya que hoy en día son muchos los ejemplares encontrados en los Balcanes. Es muy probable que gran parte de esta producción haya sido acuñada en las tierras búlgaras". Los hallazgos más ricos de monedas antiguas en Bulgaria, datan de la época romana.
"Es normal que tengamos unas acumulaciones importantes de monedas de la época romana", dice el historiador Nikolay Markov. "Su cantidad aumentó durante la invasión de los bárbaros cuando la gente empezó a esconder lo acumulado. Bajo la presión de los incesantes ataques bárbaros, los entierros de monedas se hicieron una y otra vez a lo largo de siglos. Como resultado de ello, hoy no paramos de encontrar enormes cantidades de monedas de principios del siglo III hasta aproximadamente el siglo VII. El hallazgo de monedas que posiblemente sea el más grande del mundo fue hecho en nuestras tierras en el año 1934. Es el tesoro de Devnia. Se trata de dos enormes vasijas de barro, utilizadas para guardar los granos. Una de ellas fue encontrada llena al tope de dinero. En la otra las monedas ocupaban las dos terceras partes de su volumen. La cantidad de monedas era tan grande que hasta ahora se desconoce su número exacto. Dicen que había varios cientos de miles monedas, algunas de las cuales fueron robadas, pero una buena parte de este hallazgo al final ingresó en el Museo Arqueológico de Sofía. Existe una hipótesis de que se trata de una caja del ejército romano, pero es poco probable que así sea desde el punto de vista del carácter del tesoro: cientos de miles de monedas de plata".
Los tesoros familiares eran más bien monedas de oro por estar más compactas. Un período de escasos hallazgos de monedas es el de Edad Media Búlgara, entre el siglo VII y X d.C, debido al escaso desarrollo del pago monetario en las tierras búlgaras durante en esa época. Esta fue la razón por la que al conquistar Bulgaria en 1018, el emperador bizantino Basilio II ordenó que los impuestos de las tierras búlgaras fueran recaudados en vez de en moneda, en especies. Las primeras monedas de confirmado origen búlgaro son las del zar Iván Asen y datan de la primera mitad del siglo XIII, señala Markov. Sobre las monedas medievales búlgaras siempre fue representado el correspondiente zar de Bulgaria. A diferencia de las monedas tracias, las imágenes en las medievales no eran retratos sino símbolo del poder.
"En este caso se hace énfasis en el esquematismo de la imagen y no se pretende un retrato individualizado", añade el historiador. "Sobre todas las monedas medievales se ve representado el zar, el rey búlgaro, tradicionalmente de pie y siempre acompañado por los símbolos del poder: la corona y el cetro. Junto a la imagen del soberano siempre va inscrito su nombre. Desde la Antigüedad hasta finales de la Edad Media, las imágenes sobre las monedas eran garantía de autenticidad. Son muchas las monedas de la época del dominio otomano de Bulgaria, siglos XIV- XIX, debido a la circulación en el imperio de diferentes tipos de monedas provenientes de todo el mundo. De esta época los arqueólogos búlgaros han encontrado incluso monedas del Nuevo Mundo, del Perú y de México. La riqueza y la exclusiva variedad de monedas encontradas en las tierras búlgaras siempre han atraído a una corriente constante de buscadores de tesoros. Es un problema que hoy en día sigue siendo difícil de resolver para el gobierno búlgaro, finalizaba contándonos “Antigua y Medieval”.
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