No me parece mala, Nical. Sin ser especialista en monedas de Isabel II, el arte me parece bueno y las señales de uso parecen auténticas. Todas las marquitas y arañazos que tiene me dan impresión de deberse al uso. Incluso los rayones que le han hecho para intentar eliminar la mancha de la parte inferior del reverso o las señales en el canto, como si hubiese tenido una soldadura, me dan buena espina. Además da el peso, lo que demuestra que no es falsa de época. A mí, por lo menos, me gusta.