En la misma línea, un estudio realizado por investigadores de las universidades de Santiago de Compostela y en línea con la Universidad de Oxford revela que son los gallegos los españoles que más rasgos físicos genéticos comparten con los árabes, un 11%, debido a los movimientos migratorios que se produjeron durante la expansión de los reinos cristianos y posterior expulsión de los musulmanes que se refugiaron en las tierras del norte peninsular. Además, durante el s. XVII los moriscos fueron desterrados por completo de algunas regiones como Valencia y Andalucía, no así del Galicia donde se integraron con el resto de la población.
Por su parte, la 'huella africana' es casi inexistente entre los habitantes del País Vasco, quienes comparten su genética al 90% con los franceses, aunque ningún español baja del 60% de ADN galo. Otra carga importante en la genética española es la italiana y la irlandesa, representando esta última hasta un 17% en las regiones del oeste peninsular.
Así, el ADN español tiene más que ver con sus vecinos europeos que con aquellos que vivieron 800 años en la península. El haplogrupo más común en España a un 50% es el R1b, especialmente predominante en País Vasco y Cataluña (80%). De otro lado, el haplogrupo E3b2, el más común en las regiones del norte de África, tan solo está presente en un 6% de la población española.