“Tenemos muchas más probabilidades de descender de reyes que de campesinos”, escribe en Desigualdad. Una historia genética (editorial Crítica). El investigador, director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, es un referente internacional en el estudio del ADN antiguo. A lo largo de casi 200 páginas, este barcelonés de 57 años ofrece argumentos en torno a esa idea chocante: las personas actuales son descendientes de los hombres más abusivos que pisaron la Tierra.