Aptitud más allá de biología
El investigador plantea que la evolución no es más que un aumento de la información funcional. Al seleccionar resultados cada vez mejores, dice, se seleccionan minerales cada vez más estables o seres vivos con la capacidad de nadar, volar y ver. “Piensa en una taza de café como pisapapeles. Sé que has usado una taza de café como pisapapeles. Todos lo hemos hecho, y es bastante bueno para eso, pero puedes hacer un pisapapeles mejor. Y una taza de café es un destornillador terrible”, asegura el investigador. “Así que piensa en esto: estamos diciendo que la taza de café tiene valor como una taza de café. Tiene cierto valor como pisapapeles, pero no tiene valor como destornillador, eso es contextual”. La segunda flecha del tiempo, explica, indica que hay algo en el mundo natural que no es absoluto, sino que depende del contexto, de cuál sea su propósito y de su función. Si esto es así, dice, es que hay algo en el universo que está provocando el aumento del orden y la complejidad, y no lo está haciendo de una manera aleatoria. “¿Los minerales tienen un propósito? ¿Las atmósferas tienen un propósito? ¿La vida tiene un propósito? Para mí, hay algo real ahí, y la vieja forma de pensar de una sola flecha del tiempo ya no me suena verdadera”, concluye Hazen.