A finales del siglo XVI varios navegantes neerlandeses llegaron a las islas que actualmente forman parte de Indonesia, para comerciar principalmente con especias.
En 1602 se funda en Ámsterdam la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, también conocida por sus siglas VOC (
Vereenigde Oostindische Compagnie). Empresa de capital privado pero que ostentó numerosos privilegios propios de un estado, ya que estaba autorizada a firmar tratados con los gobernantes locales, establecer colonias permanentes, declarar la guerra o acuñar moneda propia.
En 1799 y como resultado de la ocupación napoleónica de los Países Bajos, la compañía fue disuelta y tras la reestructuración de las fronteras europeas y de sus colonias, en el Congreso de Viena (1816), las Indias Orientales pasaron a control directo del gobierno neerlandés. Esta situación se mantuvo hasta la ocupación japonesa del sudeste asiático durante la II Guerra Mundial. Tras la derrota japonesa, se proclamó la República de Indonesia como estado independiente y en 1949 los Países Bajos reconocieron la independencia del nuevo estado.
En 1826 se acuñaron las primeras monedas de la colonia, al margen de las emisiones propias de la VOC, con valores expresados, al igual que en la metrópoli, en florines (gulden) que se dividía en 100 centavos.
En 1945 se acuñaron las últimas monedas de este territorio, entre ellas ésta de 2 ½ centavos de florín.
Acuñada en Filadelfia (EE. UU.) en bronce, tiene un peso de 12,50 g y 31 mm de diámetro, con una tirada de nada más y nada menos que de 200 millones de piezas.
En el anverso el escudo neerlandés, la leyenda “Indias neerlandesas” y en la parte inferior junto al escudo, una palmera y la letra “P” de la ceca de Filadelfia.
En el reverso textos en malayo y árabe, que no he podido traducir, pero que creo indican el nombre del “país” y el valor facial.