Hola de nuevo. Para este fin de semana os traigo una difícil de encontrar y me costó en su día hacerme con ella. Y ya de paso os cuento un poco la historia de este país. Espero que os guste.
País: Uzbekistán
Época: Islom Karimov (1990-2016)
Año: 1999
Valor: 100 som
Ceca: Tashkent
Marcas: TZ
Ensayador: desconocido
Acuñación: prensa moderna
Metal: 999,9 Plata
Peso: 31,1g
Diámetro: 38mm
Canto: Estriado sencillo
Tirada: 1.000
Catálogo: KM#
Conservación: Proof
Rareza: Muy escasa
Anverso:
En la mitad superior de la circunferencia de la moneda el texto BUYUK SIYMOLAR (Grandes figuras), en la mitad inferior 1441 · ALISHER NAVOIY· 1501 (año de nacimiento y muerte de Alisher Navoiy). En el diámetro horizontal de la moneda, en ambos lados dos octaedros con sendos puntos dentro. Como figura central dentro de un círculo se encuentra representado el monumento a Alisher Navoi bajo una cúpula con cuatro columnas. Listel y gráfila de perlas separadas en ambas caras.
Reverso:
En el círculo exterior en la parte superior la inscripción O'ZBEKISTON RESPUBLIKASI (República de Uzbekistán). En la parte inferior a la izquierda el meta y su ley Au 999.9, así como el peso neto del metal 31.1 gr. A la derecha el pequeño símbolo de la ceca de Tashkent TZ, seguido del año de emisión 1999 yil. En el centro el Escudo de Armas de la República de Uzbekistán. Debajo el valor 100 SO’M.
Canto:
Estriado sencillo
Observaciones:
1999. 100 Som. Uzbekistán. Serie de Grandes figuras del País. Conmemorativa de Alisher Navoi 1441-1501 (UZ# 16). 31,1 g. Ag. (Proof). Ex MA (17/3720).
Los persas conocían la región como Bactria. Alejandro Magno conquistó el imperio aqueménida de Ciro el Grande. En el s. VI llegaron desde el norte los turcos occidentales. Se asentaron en la región y adoptaron un papel relevante en el mantenimiento de la Ruta de la Seda. En el s. VIII los árabes introdujeron el islam y el alfabeto escrito en Asia central, pero la región les pareció demasiado grande e inestable para gobernarla. Durante un tiempo los gobernantes jorezmitas túrquicos dominaron Turkmenistán, pero Gengis Kan puso fin a su reino a principios del s. XIII. La región cobró más importancia con el auge de Tamerlán, guerrero y mecenas de las artes que creó una flamante capital islámica en Samarcanda.
Los uzbekos. En la época en la cual se fundó la Horda de Oro, Shibaqan, un nieto de Gengis Kan, heredó lo que hoy es el norte de Kazajistán. El más grande de los kanes, fue Uzbeg y las tribus habían empezado a usar su nombre. El más grande (y el último) de los kanes, fue Abdullah II, que reinó hasta su muerte en 1598. Después de aquello, la Ruta de la Seda cayó en desuso y el imperio se disolvió en manos de los astracánidas.
Llegan los rusos. A principios del s. XVIII el kan de Jiva se ofreció como vasallo al zar Pedro el Grande a cambio de ayuda contra las tribus saqueadoras turcomanas y kazajas. Pero cuando los rusos decidieron viajar a Jiva, en 1717, el kan ya no quería su protección, y tras fingir hospitalidad, masacró a casi todos los 4000 soldados. En 1801, el zar Pablo I, envió a 22.000 cosacos en una disparatada misión para expulsar a los británicos de la India, junto con órdenes de liberar a los esclavos que hallaran por el camino. Por suerte para todos, menos para los esclavos, el zar fue asesinado y el ejército tocó retirada en plena estepa kazaja. La siguiente incursión, de la mano del zar Nicolás I en 1839, fue en realidad una oferta para anticiparse a la expansión británica en Asia central.
Época soviética. En el s. XX la mayoría de los centroasiáticos se identificaban como turcos de habla uzbeka. Tras el estallido de la Revolución Rusa de 1917, los bolcheviques proclamaron la República Autónoma Socialista Soviética del Turkestán. En octubre de 1924 el mapa se redibujó por completo con un criterio étnico, y los uzbekos de repente tenían una ‘patria’, una identidad oficial y una lengua literaria. La República Socialista Soviética de Uzbekistán varió en su forma y composición con los años a gusto de Moscú, perdiendo Tayikistán en 1929. Para los uzbekos rurales, los grandes impactos del dominio soviético fueron la colectivización forzosa de la agricultura. La mayor parte de los líderes políticos de la república se vieron diezmadas por las purgas de Stalin.
La independencia. El primer movimiento popular no comunista, lo formaron intelectuales de Taskent en 1989 bajo principios que incluían el uzbeko como lengua oficial. Tras el fracaso del golpe de Estado en Moscú en 1991, Karimov declaró la independencia de Uzbekistán. Poco después, el CPUz se reinventaba como Partido Democrático Popular de Uzbekistán. En diciembre de 1991, Uzbekistán celebró sus primeras elecciones presidenciales, que Karimov ganó con un 86% de los votos. En 1992 una nueva Constitución declaraba a Uzbekistán república secular, “democrática” y presidencial.
Hacia
Andiyán. Tras la independencia, Karimov consolidó su poder año tras año. La disidencia se consumió gracias al control de los medios, el acoso policial y el encarcelamiento de activistas. En febrero de 1999 surgió una nueva amenaza con una serie de atentados con bomba en Taskent. Aquello se tradujo en mano dura contra los fundamentalistas islámicos radicales. El IRP pasó a la clandestinidad, y el Erk fue ilegalizado. Karimov ganó un segundo mandato en enero del 2000. Los observadores internacionales consideraron las elecciones una farsa. Pero el atentado del 11 de septiembre en Nueva York concedió una prórroga a Karimov. El presidente uzbeko abrió bases en Termez y Karshi para que EEUU y la OTAN las utilizaran en la guerra contra Afganistán, y después se relajó mientras le iba llegando el dinero de las ayudas estadounidenses, 500 millones de dólares solo en el 2002. Además, la solidaridad de Karimov con EE.UU. en la ‘Guerra contra el Terror’ le concedió licencia para intensificar su campaña contra los wahabis. Según los grupos pro derechos humanos, aprovechó la situación para considerar ‘terroristas’ a quienes quería silenciar. En el 2004, otras elecciones amañadas, parlamentarias esta vez, solo levantaron unas modestas críticas internacionales.
Esta era la situación cuando el 13 de marzo del 2005 la masacre de Andiyán sacudió el país, fulminando la cómoda relación que Uzbekistán tenía con EEUU.
El Som Uzbeko. En la antigua Unión Soviética, los habitantes de las Repúblicas Socialistas Soviéticas de Kazajistán, Kirguistán y Uzbekistán denominaban al rublo soviético som. De hecho, así es como aparecía escrito en los billetes soviéticos entre las demás lenguas oficiales de la URSS.
La palabra "som", significa "puro", haciendo referencia al oro o la plata. Como en muchas de las antiguas repúblicas soviéticas, Uzbekistán continuó utilizando el rublo soviético y el rublo ruso tras la independencia en 1991. El 26 de julio de 1993 Rusia introdujo un nuevo rublo para sustituir al rublo soviético. Algunas repúblicas independizadas ya tenían sus propias monedas antes de esta reforma monetaria, y otros países continuaron utilizando los rublos soviéticos y rusos anteriores a 1993, como es el caso de Uzbekistán.
El 15 de noviembre de 1993 Uzbekistán introdujo el som sustituyendo al rublo a la par. No se acuñaron monedas (solo piezas conmemorativas), y los billetes impresos iban desde 1 a 10.000 som. En mayo de 2018 se anunció la aparición de un nuevo cono monetario en denominaciones de 50, 100, 200 y 500 som. Al mismo tiempo, se informó a la ciudadanía que todas las monedas y billetes emitidos previamente con esos valores e inferiores, serían desmonetizados en julio de 2020.
El 9 de febrero en Uzbekistán se celebra tradicionalmente el cumpleaños de
Alisher Navoi, gran poeta, sabio estadista, diplomático y humanista que dedicó su vida a servir al bien y a la justicia. Fue y sigue siendo la luminaria espiritual del pueblo uzbeko, historiador y estadista de la Edad Media islámica y considerado un clásico y antecesor de la literatura uzbeka.
Navoi fue un escritor, un genio que glorificó las ideas del humanismo, la ilustración y la paz, y logró elevar la lengua y la literatura de los pueblos turcos a la escena mundial. Con sus obras ocupó un digno lugar entre los representantes más destacados de la literatura mundial. Han pasado casi seis siglos y la obra de Navoi sigue siendo estudiada por historiadores de todo del mundo. Sus manuscritos se conservan en las mayores bibliotecas de Uzbekistán y otros países.