Buenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
Una de las piezas que me han traído sus Majetades de Oriente:
PAIS: Nabatea (Reino de los Nabateos)
REY: Malico II y Saquilat II.
VALOR: AE15
AÑO 40 - 70 d C.
DIAMETRO: 15 mm.
PESO: 2,48 gr.
METAL: Bronce.
CECA: Petra.
REFERENCIA: Meshorer, Nabataea 140.
ANV.: Cabezas mirando a dch. del rey Malico II y de la reina Saquilat II.
REV.: Cornucopias Entrelazadas con el nombre del rey y la reina en arameo.
Petra, capital del reino de los Nabateos, fue un enclave importantísimo del comercio, ya que se encontraba en el centro estratégico de las vías comerciales hacia Asia y poseía una gran riqueza hidráulica, de la que abastecían las rutas caravaneras.
Además del comercio, Petra se dedicó a la cría de dromedarios y al cultivo del trigo, lo que demuestra su carácter sedentario, antes ya mencionado.
Su población se fue formando con las influencias de muchas culturas y con gentes venidas de todas partes, lo que supuso para la zona una gran riqueza humana, una maravillosa mezcla global, multiétnica y cultural. Sin embargo, no se puede trazar una cronología exacta del reino nabateo, porque no se dispone de datos directos que permitan trazar una historia más o menos firme. Hemos de conformarnos con la información arqueológica y las noticias aisladas que proporcionan las fuentes clásicas escritas, esencialmente Diodoro de Sículo, Estrabón y Flavio Josefo.
Toda esta documentación permite constatar que a mediados del siglo II a.C. existía ya una familia real en Petra, atestiguada por Estrabón, aunque esta institución monárquica puede haber sido posterior a la dinastía de Aretas I, quien es considerado tradicionalmente el primer rey nabateo. El nombre de Aretas I aparece mencionado en la inscripción nabatea más antigua, de 168 a.C. A partir de ese momento se consolidaron las estructuras del reino y se empezó a construir la necrópolis real.
Petra fue una ciudad inexpugnable debido a su emplazamiento geográfico y estratégico, y, debido al diseño geológico de la zona que está formada por una red de cañones, desfiladeros y gargantas, que componen una fortaleza geológica natural.
Todas estas condiciones naturales hicieron de Petra una ciudad inaccesible y protegida, que tan sólo sucumbiría a manos del Imperio Romano en el año 106 d.C., fecha en que fue conquistada por el legado sirio del emperador Trajano, convirtiéndola, desde entonces, en la capital de la provincia romana de Arabia Petraea.
El reino nabateo vivió su máximo apogeo durante el reinado de Aretas IV (9 aC - 40 dC), conocido como el "amigo de su pueblo." Se empuja los límites de su reino. Este es un constructor de monarca. Los principales monumentos de Petra fueron construidos durante su reinado. Su hijo y sucesor Malico II (40-71 dC), que lleva una política pro-romano. Durante la guerra en Judea, él será fiel aliado de Tito, que proporciona un contingente de 1.000 jinetes y 500 arqueros Después de su muerte, su esposa Shaqilat II actuó como regente de su hijo. Rabbel es el último rey (71-106) de Petra. Poco después de su muerte, los romanos anexaron la Nabatea que se convirtió en una provincia romana en el reinado de Trajano (97-117), bajo el nombre de Arabia.
A pesar del dominio romano sobre la ciudad y la región, Petra siguió gozando de cierta independencia, hasta que las rutas comerciales fueron desapareciendo, por la falta de demanda de ciertos productos, como el incienso, por el incremento de las rutas comerciales por mar y por la aparición de la sequía. Con el paso de los siglos, Petra perdió su esplendor y fue abandonada.