5 pesetas 1949 (*19-50). Estado Español (4ª)

Bueno, siguiendo la serie de representación de las monedas de franco, voy con la entrada de la cuarta moneda como prometí, en este caso, se trata de las 5 pesetas de 1949 de Sr. Paquito.


El níquel, a pesar de su dureza, resistencia a la corrosión y otras muchas propiedades, no empezó a usarse industrialmente hasta principios del siglo XX. Sus especiales características le dieron pronto un gran protagonismo en la industrialización del mundo occidental. Y en la década de los cincuenta, el consumo de níquel ya se había disparado muy por encima de su producción, encareciéndose desproporcionadamente.

En cuanto a los cospeles de la moneda de 5 pesetas del 49 de níquel casi puro al 99 % se trajeron de fuera del país debido a la imposibilidad técnica de hacerlos aquí con las suficientes garantías. Sabemos, además, que una primera partida de discos debió ser devuelta al proveedor debido a que el bisel era excesivo e impedía acuñar la parte central de la moneda.
En 1951, debido al incremento del costo del metal por la guerra de Corea, al uso cada vez mayor del níquel en la industria y a su utilización para dar baños de plateado, se llegó al extremo de que las monedas de 5 pesetas de níquel valían más de un duro en metal, lo que evidentemente las retiró de la calle. Al parecer, todas las monedas depositadas en la Casa de la Moneda fueron fundidas con la excepción de unas pocas del 51 y quizá una decena (si llega) del 52, que guardaron coleccionistas y altas autoridades.
La moneda perdió su poder liberatorio el 1 de Marzo de 1958 (ley de 26 de Diciembre de 1957 - BOE 324 de 28 de Diciembre-).

El trabajo de Carlos Mingo (jefe del departamento de la Casa de la Moneda) llegará al culmen en su último trabajo. A pesar de que las leyes de 18 de Marzo de 1944 y 27 de Diciembre de 1947 ordenaban que se acuñase con valor 5 pesetas, no será hasta 1949 cuando esto suceda. En ese momento, y vista las necesidades del país, se decidió volver a poner en la calle un duro (proyecto de ley aprobado en Cortes el 16 de Julio de 1949 y publicado el 5 de Agosto del mismo año, BOE 256 de 13 de Septiembre). Aunque, en contra de la ley del 47, se abandona definitivamente su labra en plata dada la inviabilidad económica, siguiéndose el planteamiento en lo que se refiere a la adopción de un diámetro de 32 milímetros. Este diámetro no es absolutamente caprichoso pues es el del medio duro de plata hispano, aceptado durante siglos como moneda de cambio en todo el mundo. Con ello volvemos a la pretensión del gobierno en lo referente a la búsqueda de esos atributos propiamente españoles. Volviendo al duro, sabemos que su acuñación se tomó de manera muy seria. El pésimo modelo de Benlliure (que realizó siendo un anciano casi ciego de 84 años y que no vio la calle pues murió en 1947) no servía para ampliar en el pantógrafo puesto que las facciones, apenas visibles en la diminuta cabeza de la peseta de 1946 (modificada por Manuel Marín en el 47 para darle relieve), apenas levantarían algo del campo en una moneda de gran diámetro. Por ello se recurrió a Carlos Mingo, realizando un soberbio retrato de Franco vestido de militar (como veremos, ahí radicará el problema) de gran relieve; pero él, a diferencia de Benlliure, supo adaptarse a los medios de acuñación, puesto que pensó en un cospel claramente convexo donde el recrecido del busto quedaba justo alineado a la altura del bisel. De esta manera el relieve sufriría menos desgaste y la acuñación sería más fácil. El anverso es una obra de arte y se debe a las manos de un expertísimo artista, profundo conocedor del arte de la acuñación. Mingo, confiado en exceso en su mano artística, no pensó en la situación política del país; la moneda no se adoptó porque Luis Auguet y Durán (director de la Fábrica) y el resto del equipo directivo no se atrevieron a presentar a la autoridad una moneda que mostrase a Franco vestido de militar. Y eso a pesar de que el 26 de julio de 1947 se había promulgado la Ley de Sucesión en la que se decía que la Jefatura del Estado correspondía al ”Caudillo de España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos, don Francisco Franco Bahamonde”.

Como todas las que has presentado con anterioridad, excelente.
El texto que la acompaña, muy interesante.

Hespérides escribió:

Como todas las que has presentado con anterioridad, excelente.
El texto que la acompaña, muy interesante.

La referencia del texto la hace cayon en una subasta suya de 2008

Buen duro!!!

Magnífica moneda, tiene un aspecto imponente. Es de las pocas que tengo de Don Paco.

Cómo me están gustando tus hilos. Las monedas están inmejorables y las introducciones son muy aclaratorias e informativas.
Saludos.

Gracias a los tres