Los ludi tenían en la antigua Roma un significado principalmente mágico-religioso y secundariamente festivo. Con las carreras de caballos, pisotear duramente el suelo, y demás espectáculos públicos se buscaba la evocación de las fuerzas subterráneas a la par que se conseguía vigorizar las fuerzas divinas. El origen de estos actos culturales hunde sus raíces en la arcana historia de Roma como herencia de antiguos cultos agrarios y guerreros tan característicos de la religión romana: Consualia, Equirria, October Equos, etc. Quizá el nombre de ludi proceda de lues -is, peste, epidemia y su finalidad sea la de evitar este tipo de enfermedades. La tradición señala a los reyes etruscos como propulsores de los juegos pero es posible, como se señala anteriormente, que se trate de una tradición agraria itálica.
Los juegos comenzaron como celebración única o esporádica para con vertirse en anuales. Normalmente se iniciaban con una gran procesión de las víctimas, aurigas, atletas, imágenes y atributos de los dioses, y acababan con el sacrificio. Entre ambos actos tenían lugar las competiciones. La tendencia general se materializó en la progresiva prolongación de los días (16 o 14, 8 o 6 días) debido tanto al gusto por la diversión como a la excesiva escrupulosidad con que se llevaban los distintos ritos que no permitía el menor fallo u olvido, ya que, de producirse, exigía la instauratio, o el “vuelta a empezar” de la ceremonia. A una mayor duración de las celebraciones se exigía una progresiva variedad de actos; a los juegos ecuestres y gimnásticos se añadieron los escénicos sin mostrarse, estos últimos, propiamente sacros como los griegos. También constituía un momento central el banquete en honor del dios al que se reservaba un sitio en torno a sus atributos. Este banquete, epulum, podía denominarse lectisternia si los comensales se acostaban, más propio de hombres, o sellisternia si permanecían sentados, más apropiado para las mujeres. El primer lectisternio se celebró en el 399 a.C. a causa de una epidemia y los dioses aparecen acostados en tres camas y repartidos por parejas: Apolo-Latona, Hércules-Diana, Mercurio-Neptuno. A pesar del cierto libertinaje que era propio de los ludi, nunca se perdió la conciencia del honor debido al dios titular de los mismos.
Se llamaban juegos las competiciones deportivas y también los espectáculos públicos. Los juegos circenses fueron copiados de los griegos y evolucionaron en muchos tipos: podían ser en honor a Apolo (Apollinares), cada 5 años (Quinquenales), cada 10 años (Decennales), cada siglo (Saeculares), para honrar un muerto (Fúnebres), para celebrar primaveras (Florales), para celebrar victorias (Francici, Parthici, etc), en honor a Cibeles (Magni o Romani), al partir hacia una guerra (Votivi), etc.
Existieron los siguientes juegos:
Ludi Apollinares: Juegos en honor de Apolo desde el 212 a.C. que solían consistir en carreras de caballos. Celebrados entorno al 13 de julio y presididos por el pretor urbano desde el 208.
Juegos sagrados que se celebraban del 5 al 12 de Julio, y que se instituyeron en honor de Apolo en el 212 a.C. para conjurar los peligros durante la Segunda Guerra Púnica. Tuvieron lugar en el Circo Máximo, presididos por el Pretor Urbano. Desde el 208 a.C. se realizaron anualmente gracias a un antepasado de la familia Marcia.
Durante su celebración se llevaban a cabo ceremonias de todo tipo: banquetes al aire libre, diversos sacrificios a Apolo y su madre Latona, representaciones escénicas que fueron cobrando importancia a lo largo del tiempo (en las cuales los espectadores portaban coronas de laurel y contribuían a sufragar los gastos de los juegos con aportaciones) en detrimento de los espectáculos circenses, cacerías que se añadieron la final de la República, y una suplicación de las matronas (svpplicatio: también llamada obsecración, obsecratio, es una ceremonia colectiva decretada, en momentos de sumo peligro, por los Cónsules o el Senado siguiendo las indicaciones de los Libros Sibilinos.
Consistía en una peregrinación por los templos de los dioses, para llamar su atención para que apartaran los males que se cernían sobre ellos. En el caso de las matronas, iban con el cabello suelto y se arrodillaban tendiendo las manos al cielo, y según las fuentes clásicas, “barrían los altares con el pelo”. Al final de la República, eran también frecuentes las suplicaciones como acción de gracias a los Dioses por las victorias del ejército romano.
Ludi Cerales: Se celebraban en honor de Ceres en el mes de Abril, era una fiesta plebeya y se llevaban a cabo ludis o juegos a los cuales eran invitados los patricios. Fueron instituidos en el siglo III a. C., presididos por los ediles plebeyos y celebrados anualmente del 12 al 19 de abril para celebrar el crecimiento de cereales y otros productos agrícolas.
La fiesta se iniciaba el día 12 de Abril en el templo de Ceres, cercano al Circo Máximo. Se realizaba el sacrificio de una cerda y se le ofrendaban miel, leche, incienso y teas encendidas.
El sacrificio de la cerda, a menudo preñada, era regularmente ofrecido a Ceres y Tellus en el ritual de las Feriae Sementivae, y también antes de la cosecha se inmolaba la porca praecidanea.
Tras este sacrificio se iniciaban los Ludi Cereris que duraban varios días y estaban organizados por los ediles plebeyos. Consistían en los ludi scaenici, representaciones teatrales y carreras en el circo. Durante estos días era habitual que los plebeyos invitaran a comer a los patricios en esta fiesta de Ceres correspondiendo a los patricios que invitaban a los plebeyos, en las fiestas de Magna Mater (del 4 al 10 de abril). Además todos vestían de blanco porque las mieses blanquean cuando las espigas están maduras.
El último día, el 19 de abril, era el más brillante. En el campo se hacían procesiones alrededor de los campos y en la ciudad esa procesión llegaba hasta el Circo. Los celebrantes se lanzaban mutuamente nueces y dulces que indicaba buenos augurios.
Ludi Florales: Renovados entre el 241 y el 238 se convirtieron en anuales desde el 173. Duraban desde el 28 de abril al 3 de mayo y eran presididos por los ediles plebeyos.
Ludi Megalenses: Lo celebraban los patricios en abril en honor de la diosa Cibeles. Fueron instituidos en el 204 a.C. con motivo de la II Guerra Púnica, cuando se trajo la estatua de la diosa desde Pessinunte a Roma, previa consulta con los libros sibilinos. Estaban presididos por los ediles curules.
Ludi Plebei: Mencionados por primera vez el 216 a.C. y dedicados, como los anteriores, a Júpiter Óptimo Máximo pero de claro contenido plebeyo; así estaban presididos por los ediles del pueblo y se celebraban, durante catorce días, entre el 4 y el 17 de noviembre con un epulum central el día 13 de ese mes. Juegos plebeyos, en honor de la paz y reconciliación entre estos y los patricios.
Ludi Romani (Magni): En honor de Júpiter Óptimo Máximo. Se celebraban cada año desde el 390 y desde el 366 fueron presididos por los ediles curules. Duraban 16 días (4-19 de septiembre) y su momento cumbre lo constituía los idus (día 13) con un gran banquete, epulum, en honor del dios.
Ludi Saeculares: Celebrados por primera vez en el 249 en el altar hundido junto al Tiber y dedicados a Dis Pater et Proserpina como dioses infernales; propiciaban la renovación del siglo. Constituyen uno de los más claros exponentes de las influencias de la religión etrusca en las creencias romanas: se festejaban el 31 de mayo y conmemoraban el comienzo de un nuevo saeculum de 110 años y fue posiblemente introducido en Roma por la gens sabina de los Valerios. El largo tiempo transcurrido entre una celebración y otra les confería una importancia particular. Desde la tercera celebración (17 a.C.) la iniciativa de Augusto introdujo considerables modificaciones rituales.
Eran unas celebraciones religiosas en las que se realizaban sacrificios y se llevaban a cabo representaciones teatrales. Tenían parte en Roma durante tres días y tres noches, marcando así el final de un saeculum, es decir, el tiempo que se consideraba máximo de vida de un ser humano, 100 o 110 años.
Otros emperadores celebraron estos juegos en los años 88 d.C. y 204 d.C., en intervalos de 110 años. Además, Claudio en el año 47 d.C. celebró estos juegos para conmemorar el 800º aniversario de la fundación de Roma, lo que hizo que hubiese un segundo ciclo de juegos, realizándose en los años 148 d.C. y 248 d.C.
Filipo aprovechó la ocasión de la celebración del primer milenio de la fundación de Roma y en abril del año 248 d.C., es decir en el año 1000 AVC "ad urbe condita", proclamó una variada serie de actos entre los que destacaron los Juegos de Centenario o "Ludi Saeculares", que resultaron particularmente fastuosos con la participación de gran cantidad de animales (rinocerontes, hipopótamos, jirafas, tigres, elefantes, etc.), así como de unos 2000 gladiadores.
Juegos de la Victoria: Los inició Sextus Nonius, sobrino de Sila, en honor a Sila en el año 81 a.C.
Los juegos fueron abandonados tras la llegada de los emperadores cristianos.
Ludi Apollinares. Busto del pretor Lucius Liveneius Regulus y en el reverso dos Gladiadores luchando uno contra un león y el otro contra jabalí y tigre. referencias a unos juegos apolineos en los cuales lucharon gladiadores contra feroces fieras, sin embargo hay que decir que el padre de Livineius, cuyo busto aparece en el anverso fué pretor y a este cargo le correspondia la superintendencia de los espectaculos que se daban al pueblo, con lo cual asi estaria relacionado directamente con el anverso el reverso para recordar que su padre, con toda seguruidad, proporcionó al pueblo grandes juegos. Denario de L.Livineius Regulus (Livinieia). Roma 42 a.C.
Ludi Apollinares. Bustos diademados y yuxtapuestos de Numa Pompilius y Ancus Marcius y en el reverso
jinete a derecha con látigo montado sobre un caballo y llevando a otro de las rienda. La familia Marcia descendia de los reyes Numa Popilius y Ancus Marcius de hay que fueran usado en sus acuñaciones. El reverso debe de hacer referencia a los juegos Apolinares que se celebraban en honor a Apolo y que solina consistir en carreras de caballos. Denario de Magistrado monetal Caius Marcius Censorinus (Familia Marcia). Roma 88 a.C.
Ludi Cerales. Busto de Baco y Ceres en una biga tirada por serpientes, sosteniendo dos antorchas. Denario de Marcus Volteius Marci filius. 76 a.C.
Ludi Cerales. Busto laureado de Rómulo y Ceres sedente a dcha., portando espigas y una rueca; a sus pies serpiente. Denario de Caius Memmius filius Quirinus (Familia Memmia). Roma 56 a.C.
Ludi florales. Busto de Flora y en el reservo dos soldados estantes armados con espadas y escudo, y juntando sus puñales. Con motivo de la dedicación del templo a la Flora en el Circo a Maximus en 240 a.C. Denario de Caius Servilius (Familia Servilia). Roma 57 a.C.
exxon station locationsLudi Megalenses. Busto de Corybas, joven, con casco adornado por una corona de laurel y Cibeles en una biga tirada por leones portando pátera. Denario de Marcus Volteius Marci filius. Roma 78 a.C.
Ludi plebeii. Busto imberbe de Hércules con la piel de león y Jabalí de Erimante. Juegos plebeyos en honor de la paz. Denario de Marcus Volteius Marci filius. Roma 78 a.C.
how do you become a forensic anthropologistLudi Romani.
Busto de Júpiter y Templo tetrástilo de Júpiter Capitolino; en el frontón, un rayo. Este es el primitivo templo de Júpiter Capitolino, con sólo 4 columnas; que después de ser asolado por un incendio, se reconstruyó por orden de Sila en el 69 a.C. y pasó a tener 6 columnas. En recuerdo de la creación del templo del Capitolio.
Ludi saeculares. Con ocasión de los Juegos de Centenario o "Ludi Saeculares. Antoniniano de Filipo II. Roma 248 d.C.
Ludi saeculares. Augusto sentado en taburete y encima de plataforma con la inscripción LVD-S, distribuyendo el premio de los juegos seculares a dos figuras togadas; en el medio una cesta. Distribución de las recompensas en los juegos seculares. Denario de L. Mescinius (Familia Mescinia). Roma 16 a.C..
russian image hostingJuegos de la Victoria. Roma con casco sedente entre dos escudos y portando lanza; detrás de ella Victoria que la corona. Con esta moneda el emisor conmemora a su antepasado Sextus Nonius (sobrino de Sulla). Nota: según Cohen fueron juegos votivos e interpreta la leyenda como Votivos Públicos, en lugar de Victoriae Primu. Denario de M. Nonius Sufenas (Familia Nonia). Roma 59 a.C.