Pertenecientes a la mitología romana, los dioses lares eran unas divinidades complejas, los anteriores a la época clásica eran divinidades hijas de Vulcano y Maia, divinidades agrícolas, protectores del hogar, guardianes de puertas y cruces de caminos, de las almas divinizadas de los muertos, etc.
Como protectores del hogar velaban por la salud, fortuna y prosperidad de la familia. Cada casa tenía un Lar y también dos Penates.
Los dos Lares praestites, eran los guardianes de las puertas y a causa de ello llegaron a ser divinidades públicas, y guardianes de las ciudades puesto que guardaban sus puertas.
Los Lares acabaron confundiéndose con los Penates y los Manes por influencia griega, al dárseles por madre a Maia. Esta confusión fue tardía; antes estaban perfectamente diferenciados y por ejemplo las fiestas de los Manes (en honor de los difuntos deificados) tenían un carácter fúnebre, mientras que las de los Lares se distinguían por su alegría y animación.
Una de las fiestas principales de los Lares eran las Campitalia, en las que se veneraba a los Lares protectores de los cruces de caminos.
Los dos dioses Lares sentados mirando a der., con cetro y acariciando a un perro que se encuentra entre ellos. En el campo LARE en monograma. Encima cabeza de Vulcano con tenazas.
Las figuras sentadas del reverso son dioses Lares. El perro alude a la constante guardia que los lares debían mantener de la casa; el manto que tienen sobre las piernas es probablemente una piel de perro de la que cuenta Plutarco que iban vestidos; y la cabeza de Vulcano, con su atributo las tenazas, va unida a los dioses Lares, porque se consideraba que los Lares cuidaban del fogón del hogar.
Denario de Lucius Caesius (Familia Caesia). Sur Italia 103 a.C.