1/3 Trentí (1618) Barcelona. Felipe III. Cobre. MBC. Ex Colección Crusafont

Hola a todos, para el día de hoy, os voy a dejar una pieza acuñada bajo la monarquía de S.M. Felipe III  y que, su acuñación áurea original,  desde hace cierto tiempo me había llamado la atención por su sencillez y belleza. No obstante, el precio al que solemos verla en las diferentes subastas no la hace apta para todos los bolsillos. Es por eso que, casi de casualidad, pude ver esta curiosa “alternativa” ya que, como vemos, se trata de 1/3 de Trentí acuñados en 1618 en Barcelona, pero el material utilizado no es precisamente oro, sino cobre.

Datos de la pieza:
Nominal: 1/3 Trentí o “onzè” (Estas monedas son piezas fraccionarias locales que se destinaban íntegramente a la circulación, a diferencia que otras monedas áureas de gran módulo. Esta razón nos hace imposible verlas en calidades altas y por lo tanto, pequeños incrementos en el grado de conservación conlleva una subida significativa del precio. Son piezas raras por ende y con una historia relevante, sobre todo a nivel de Cataluña, pero sin mucho mercado fuera de este territorio o incluso nuestras fronteras)
Año: 1618
Ceca: Barcelona (Escudo de la ciudad en la parte baja del anverso)
Peso: 1,12  gr (aproximadamente la mitad que la original; unos 2,30 gr)
Diámetro: 18 milímetros (Estimación de la pieza original)
Metal: Cobre (frente a la original, en oro)
Canto: Liso
Reinado: Felipe III “El Piadoso” (1578-1621)
Dinastía: Habsburgo
Referencias bibliográficas: “Cal. #74” y “Cru.C.G. #4336”
Pedigree: Ex Colección Crusafont (27/10/2011, lote nº 1119)
Simbología:
Anv.: “PHILIPP9 D.G.R. HISPA” alrededor de orla de puntos que guarda el busto con armadura del monarca mirando hacia la izquierda. Bajo él, escudo de la ciudad de Barcelona.
Rev.: “+ CIVITAS BARCINO 1618” alrededor de orla de puntos que guarda el escudo coronado del Reino de Aragón en su centro.A ambos lados, “XI” (Izq.) y “R” (dcha) en una alusión explícita del valor nominal en aquel entonces, “XI Reales”.
Estado de conservación: MBC (Se aprecia desgaste homogéneo y uniforme por toda la pieza, tanto en el anverso como en el reverso, lo que nos hace pensar que la pieza pudo llegar a circular. La casa de subastas establece 2 posibles “hipótesis" en su descripción para esta pieza)
Observaciones: La pieza presenta la particularidad de haber sido acuñada en cobre, en lugar de oro, su metal original, esto nos lleva a pensar en 2 posibles causas, establecidas por la propia casa de subastas en la descripción de la pieza.
a.- Se trataría de una “prueba” realizada en la propia ceca para, posteriormente avanzar en la acuñación de estas pequeñas monedas en su metal y características originales. No obstante, aunque pudiera haberse utilizado un disco de metal de baja calidad para tal acuñación o incluso reaprovechar una vieja moneda anterior para acuñar sobre ella (esto último son suposiciones mías), el desgaste visible nos hace pensar que la pieza circuló, por lo que la hipótesis no terminaría de encajar con lo que vemos en la realidad.
b.- Estaríamos ante una falsificación de época, pero con unos cuños muy “buenos” propios de un falsificador habilidoso de la época, cuyo trabajo pudo engañar visualmente a más de un particular. Esta es sin duda la teoría más plausible, pero la diferencia sustancial en el peso (la mitad de la original) la haría fácilmente detectable por cualquier comerciante con cierta experiencia.

Fotos:


Fotos de la subasta




Mis fotos






Espero que os guste!  
Saludos.  

Interesante pieza, es la primera vez que la veo.

Hola.

Curiosa acuñación.

El detalle que no añades y creo importante es el de la inversión de las cifras romanas que indican el valor en el reverso. En lugar de "XI", el artista grabó "IX".
Opino por este dato que no se trata de una falsificación de época. La intencionalidad del falsario era engañar y para ello "trabajaba" con la mayor perfección de que fuera capaz.

Cuando un sistema de cambio ya está desmonetizado, aparecen copias que por diversas razones fabrican empresas o particulares. Aún así, y para demostrar la carencia de mala fé, se acuñan con suficientes errores como para eludir cualquier tentación de ser demandados (diámetro, peso, fecha, valor...).
Observemos la cantidad de isabelinas y alfonsinas de oro que se produjeron en el siglo XX para satisfacer demandas de joyería. Fechas imposibles, diámetros diferentes ets..).

Es mi opinión. Mi humilde opinión. Aún asi, mi sana envidia. Felicidades

Interesante la moneda, yo tampoco la conocía.

No quiero desviarme del tema, pero me llama la atención esto que ha dicho @capita et caudis.

"La intencionalidad del falsario era engañar y para ello "trabajaba" con la mayor perfección de que fuera capaz."

Porque, precisamente, yo tenía entendido todo lo contrario. No recuerdo dónde lo leí, pero leí que los falsificadores ponian fallos deliveradamente (busto mirando al otro lado, por ejemplo), pues al no ser exacta no sería falsificación, si no fraude, y la pena si les pillaban era menor. Alguien más lo había oído? Alguien con más idea que yo lo puede confirmar?

Hola de nuevo.

TirantLoBlanc propone su criterio. Los datos "equivocados" en una falsificación dan lugar a su reflexión.

A principios de Siglo XVII no lo contemplo así. Una cabeza rodaba por el suelo por menos que nada.
No entro en más detalles.

Gracias.