Es cuestión de pareceres.
Habrá gente que te diga que invertir en metales es una mala inversión y habrá gente que te diga que es una buena inversión.
Todo depende de como se desarrolle el futuro cercano.
Por ejemplo, hay una corriente económica que piensa que a no mucho tardar 2-3 años habrá una hecatombe bancaria (parece que ya ha empezado con el primer dañado en España, Banco Popular) y que llevará al fin del dinero fiduciario como lo conocemos hoy en día, por una falta total de confianza en el sistema monetario y bancario actual. Esto llevará a la vuelta a un patrón metal o a un patrón de confianza distinto a los conocidos (bitcoin por ejemplo).
En este tipo de escenarios el metal valdría muchisimo más que ahora, ya que su cantidad está limitada, no es como los euros, que el banco central tiene una maquina infinita de imprimir cuantos billetes deseen sin respaldo alguno, más que el de emitir deuda infinita e impagadera.
En este escenario, se habla de una plata a 100$ en primer término y a 1000$ en último término.
A 100$ la onza, esa moneda de 12€ empezaría a valer unos 40-50€
Esto, es una teoría claro, otra teoría como la del blog de Adolfo, es que es una mala inversión, porque te compensa más meter el dinero en bolsa o en cualquier otra cosa. Preguntales a los 300.000 accionistas que han perdido el 100% de su inversión que les parece invertir en bolsa. El de Naturhouse ha palmado 35 millones de euros nada menos.
A la pregunta que le haces, es que cuando se acabe el poder liberatorio del banco de españa, yo creo que su precio descenderá en un primer momento e irá a buscar un precio spot de la plata + 10-15% (tipo onza americana o canadiense) y luego seguirá el camino de la plata. Si sube, subirá y si baja, pues bajará.
Valor numismático tienen poco y excepto algunas que están en carteras no creo que generen mucha demanda en un corto periodo de tiempo por su valor numismático.
www.numismaticaladobla.comMe interesan Reales de a 1 Ceca Toledo en buen estado, que se lea casi toda la leyenda. Desde Enrique II hasta Felipe IV.