La del soberano anunciado sin despeinarse

Me vais a permitir que me estrene (presentación aparte) con una anécdota reciente y una reflexión. Hace unos meses, en una web de segunda mano (no la célebre página de subastas) , me produjo cierta hilaridad ver a la venta un soberano de oro de Jorge V fechado en 1896. Le envié un mensaje privado al vendedor indicándole que esa moneda era falsa, ya que en 1896 la reina era Victoria. Jorge V no reinó hasta 1910 (y en medio de ambos aún tenemos a Eduardo VII) y el primer soberano con su efigie se acuña en 1911. Lo cierto es que no son necesarios amplios conocimientos de historia ni de numismática para ver el engaño: hoy google y wikipedia suplen esas carencias en un par de minutos. Pensaría que el vendedor iba de buena fe y que desconocía la superchería de no ser porque ofrecía la moneda en 250 €, cuando se puede hallar fácilmente, según su estado, entre 300 y 400. Posiblemente ya había intentado venderla a algún profesional que le daría la misma explicación que yo e intentaba sacársela de encima como podía. Una semana después, la moneda seguía ahí y tenía 7 seguimientos. Al cabo de un mes, el anuncio había desaparecido. Quizá el vendedor lo dio de baja, quizá la web lo retiró tras denuncias de artículo falso, o quizá, lo más probable, la adquirió alguien con menos precauciones que yo.

La reflexión es la siguiente. Por ahí he leído que los soberanos falsos suelen llevar una fecha en que no fueron acuñados, como parece ser el caso de marras. Desde el punto de vista del falsificador, no es absurdo? Si su intención es colar esa moneda como una rareza ("hay muy pocas con esa fecha, verá cómo no encuentra ninguna". Nos ha jodido) o un error de acuñación, no sería más viable falsificar una moneda real, en lugar de esperar que al 'primo' no se le ocurra algo tan sencillo como teclear un par de busquedas con el móvil?

Sovereign escribió:

Me vais a permitir que me estrene (presentación aparte) con una anécdota reciente y una reflexión. Hace unos meses, en una web de segunda mano (no la célebre página de subastas) , me produjo cierta hilaridad ver a la venta un soberano de oro de Jorge V fechado en 1896. Le envié un mensaje privado al vendedor indicándole que esa moneda era falsa, ya que en 1896 la reina era Victoria. Jorge V no reinó hasta 1910 (y en medio de ambos aún tenemos a Eduardo VII) y el primer soberano con su efigie se acuña en 1911. Lo cierto es que no son necesarios amplios conocimientos de historia ni de numismática para ver el engaño: hoy google y wikipedia suplen esas carencias en un par de minutos. Pensaría que el vendedor iba de buena fe y que desconocía la superchería de no ser porque ofrecía la moneda en 250 €, cuando se puede hallar fácilmente, según su estado, entre 300 y 400. Posiblemente ya había intentado venderla a algún profesional que le daría la misma explicación que yo e intentaba sacársela de encima como podía. Una semana después, la moneda seguía ahí y tenía 7 seguimientos. Al cabo de un mes, el anuncio había desaparecido. Quizá el vendedor lo dio de baja, quizá la web lo retiró tras denuncias de artículo falso, o quizá, lo más probable, la adquirió alguien con menos precauciones que yo.

La reflexión es la siguiente. Por ahí he leído que los soberanos falsos suelen llevar una fecha en que no fueron acuñados, como parece ser el caso de marras. Desde el punto de vista del falsificador, no es absurdo? Si su intención es colar esa moneda como una rareza ("hay muy pocas con esa fecha, verá cómo no encuentra ninguna". Nos ha jodido) o un error de acuñación, no sería más viable falsificar una moneda real, en lugar de esperar que al 'primo' no se le ocurra algo tan sencillo como teclear un par de busquedas con el móvil?

Hay veces que la copia es de joyería entonces el joyero se cubre las espaldas bien con una pequeña "R" o "C" o bien desfasando totalmente la fecha de la moneda para hacerla anacrónica , éste puede ser un caso similar .

Interesante apunte. No conocía esa práctica y precisamente acabo de tropezar en todocoleccion con una moneda, vendida ya, anunciada como 25 pesetas de oro de Alfonso XII (sí, doce) fechada en 1890. Para entonces Alfonsito llevaba el pobre cinco años más tieso que la mojama y el monarca reinante era el XIII. El anunciante se cubría diciendo "no sé si es falsa o no" (vaya por dios, pequeño detalle sin importancia), "sólo puedo garantizar que es oro de verdad". Peso 7.90, cuando esas alfonsinas dan 8.06 gramos. Supongo que es el mismo caso.

sovereign, esa diferencia de peso puede ser compatible con la diferencia de pureza del oro. Las alfonsinas son de 900 milésimas y lo normal es que el oro de joyería sea de 18 kilates que equivale a 750 milésimas , por lo que respetando diámetro y grosor nos dará menos peso.


        Un saludo.