Antiquísima Diosa romana, a la que se le rendía culto en un santuario a las afueras de Roma, en la Vía Flaminia. Se decía que había recibido la condición de diosa porque durante la secesión de la plebe en el Monte Sacro (Monte Aventino) fabricó tortas para venderlas al pueblo y paliar el hambre. También se la consideraba la diosa de la luna o diosa del año, ya que cada mes renovaba su juventud durante el curso del año, por lo que se la vio como la diosa que otorgaba una larga vida y todo aquello que contribuyera a prolongar la existencia.
“Anna” significa “vivir a través del año” y “Perenna” significa “durar muchos años, perenne”. Su fiesta se celebraba en la primera luna llena del Año Nuevo (1 de marzo) y era ocasión de gran alborozo en Roma.
Busto diademado de Anna Perena. Denario de Lucio Fabio (Familia Fabia). Norte de Italia e Hispania 82-81a.C.
Busto diademado de Anna Perena. Denario de C. Annius y C. Tarquitius P.f.Lucius Fabius (Familia Tarquitia). Hispania 81-80 a.C.