Æ26. Ceca: Panticapeo (Actual ciudad de Kerch. En la península de Crimea). Reino del Bósforo Cimerio. Año: 340-325 a.C. Metal: Bronce. Peso: 13,81 gr. Giro: 8h. Diámetro: 26mm. Anverso: Anepígrafa. Cabeza barbada del Dios Pan con orejas de caballo a izquierda, coronado de yedra y con una rama de abeto como guirnalda. Reverso: Arco y una flecha. Debajo el texto "ΠANTI" (Panticapeo). Conservación: FDC.
Acuñación extremadamente bien marcada y centrada en un flan grueso. Extraordinaria preservación de los detalles. Bonita patina marrón mate oscura. Áreas con restos del color del bronce original. Es el mejor AE de Panticapeo que he visto nunca tanto en arte como en estado. Con la mejor conservación posible para esta moneda, superando incluso a un SC al no tener defecto alguno, nada menos que en flor de cuño (FDC). Mi primera moneda clásica con tal conservación. MacDonald 59; Anokhin 1022; HGC 7, 106. Ex Roma Numismatics XI, 7 de Abril del año 2016. Lote 288.
Fotos de la subasta.
Foto de la moneda dentro de su capsula.
Todas las monedas que he visto de este tipo tienen algunos problemas o taras por ejemplo:
Partes del busto o el cabello fuera de la moneda por estar desplazada la acuñación en anverso, reversos muy desplazados (este problema en el reverso no es muy frecuente).
Cantos y cospeles llenos de muescas, grietas o cortes (este ejemplar solo tiene una pequeña grieta de acuñación).
Conservadas en calidades desde muy malas a buenas, pero en SC no he visto hasta ahora ninguna.
Muchas acuñaciones flojas y poco marcadas, también bastantes con los elementos muy difuminados.
Este reino contaba ademas con unas minas de oro muy abundantes de las que sacaban el metal para acuñar unas estateras de sistema propio muy bellas. Uno de esos dos tipos de estateras tenian exactamente el mismo diseño en el anverso del dios Pan que la de estos bronces.
Ahora explicaré un poco la historia de la ciudad y el reino en donde fué acuñada esta moneda.
Según Diodoro Sículo, la región fue controlada desde el 480 a. C. al 438 a. C. por una dinastía llamada Arqueanáctidas, probablemente una familia gobernante, de la que surgió el tirano Espártoco que se declaró rey del Bósforo, gobernando desde el 438–431 a. C. Espártoco y sus descendientes fundaron la dinastía Espartócida que duró hasta el 110 a. C. La capital del reino del Bósforo Cimerio era Panticapeo (Παντικάπαιον). Dicha ciudad fue fundada por colonos de Mileto el año 540 a. C. en la pendiente de una escarpada montaña que hoy recibe el nombre de monte Mitrídates (llamado así en honor al rey Mitrídates VI (120-63 a. C.). Panticapeo fue la más antigua colonia griega del estrecho de Kerch. Panticapeo comenzó a acuñar moneda alrededor del año 500 a.C. unos 60 años antes de la fundacion del reino del Bósforo Cimerio. Esta ciudad y su reino se convirtieron con el tiempo en grandes exportadores de cereales que iban a parar en su mayoría a partir del siglo V a.C. a Atenas, pero también a otras muchas ciudades griegas. Las relaciones de Atenas con las colonias del mar Negro quedan reflejadas en las declaraciones de Demóstenes, según el cual los dos tercios de la cantidad de cereal que se consumía anualmente en Atenas eran importadas del Ponto, y de éstos, al menos la mitad, del reino del Bósforo. Del mismo periodo son algunos decretos de la asamblea ateniense en los que se expresa la gratitud a los monarcas del reino del Bósforo por haber concedido grandes privilegios a los marinos de El Pireo llegados a Panticapeo en busca de los habituales cargamentos de grano:
"el pueblo ateniense alaba a Espártoco y a Perisades porque son hombres generosos y prometen al pueblo ateniense envíos regulares de grano, como los prometió su padre (...) Que se concedan a Espártoco y a Perisades los honores otorgados a Sátiro y Leucón, coronándolos durante las Grandes Panateneas con coronas de oro de 1000 dracmas cada una"
Inscriptiones Graecae II.212
Del texto del decreto se desprende que a los puertos de los reinos del Bósforo acudían en gran número mercaderes procedentes de todo el mundo griego, que iban allí para comprar trigo y cebada, aún a riesgo de no hallar mercancías para cargar, ya que la preferencia la tenían los mercaderes de Atenas.
La intensidad de las relaciones entre Atenas y Panticapeo queda confirmada por la gran cantidad de cerámica ática de importación hallada en esta última ciudad. Las importaciones se hicieron especialmente copiosas durante el siglo IV a. C. En razón de su procedencia se le ha dado a esta clase de cerámica el nombre de cerámica de Kerch. Parece que en Panticapea se instaló el ático Jenofonte, autor de los relieves de los lēkythoi, con escenas de caza de los persas.
Un testimonio epigráfico del 350 a. C., nos dice que estos mismos privilegios fueron concedidos también a los mercaderes de Mitilene.
El siglo IV a. C. fue para Panticapeo el periodo de mayor prosperidad económica y artística.
En el transcurso del siglo III a. C., la economía de la ciudad entró en rápida decadencia a causa de la conquista de las estepas por parte de los sármatas y por la competencia despiadada del cereal egipcio en los mercados.
Panticapeo y otras colonias de la costa norte del mar Negro.
En el año 63, Panticapeo fue destruido parcialmente por un terremoto muy violento, del que pudo recuperarse con dificultad. Este reino fue el único reino Heleno que sobrevivió al azote de Roma. Salvo por un periodo de solo cuatro años (64-68 d.C.) en que Roma se anexionó el reino. En el 68 d.C. se independizó de Roma y desde entonces al igual que los años previos a la anexión Romana, fue un reino fuertemente aliado de Roma. En las monedas del reino del Bósforo de la época del Imperio Romano estas llevaban por un lado la efigie de su rey y por el otro la del emperador Romano gobernante en la época. Este reino no obstante y a pesar de su extrema longevidad acabo sucumbiendo por varias invasiones bárbaras. Primero los Godos en las primeras décadas del siglo III, al poco los hunos (en año 248). Mas de un siglo después los Hunos volverían de nuevo a este reino. En el año 335 fue conquistado por los ostrogodos y Rescuporis V (el ultimo monarca del Reino del Bósforo) murió defendiendo su reino que con él se extinguió. Tras 832 años de acuñaciones seguidas, las últimas monedas se acuñaron en Panticapeo en el año 332. En el siglo IV empezaron a llegar grandes masas de jinetes de Asia Central. Los hunos volvieron a hacer acto de presencia por la zona, sin interesarse en absoluto por la colonización o el comercio. Destruyeron para siempre Tanais (que fue fundada por colonos de Panticapeo entorno al 290-260 a.C.) y Panticapeo (que contaba con 916 años de existencia). El reino sucumbió probablemente en los años 375-376, su población huyó, fue exterminada, dispersada o absorbida por los hunos. Los hunos casi un siglo después estuvieron apunto de aniquilar también a lo que quedaba del Imperio Romano de Occidente y a varios grandes grupos de barbaros rivales, aunque al final fueron los propios hunos los que derrotados se dispersaron y otra gran parte de ellos acabaron siendo aniquilados.
Ahora hablare sobre el mitico dios Pan que aparece en estas acuñaciones y en muchas otras de esta ciudad.
Pan es un dios entre hombre y macho cabrío, muy fuerte, de aspecto bestial y extremadamente fogoso. En resumen lo que se podría definir como un Sátiro. Vivía en los bosques, las montañas y gustaba de las fuentes. La mitología le asigna variadas ascendencias, ya humanas, ya divinas. Pan tiene diecinueve genealogías diferentes; en ellas su padre fue Hermes, en tanto que el nombre de la madre varía (usualmente ésta pertenecería a la raza de las ninfas; Dríope, Timbris, Sose, Calisto u Orneo).
Según una de las tradiciones, cuando Hermes pastoreaba los rebaños de Driops, tuvo una relación amorosa con una de las hijas de éste, de la que nació el dios Pan. Según esta teoría, cuando nació, presentaba sus miembros inferiores en forma de macho cabrío y el resto del cuerpo con apariencia de hombre. En la cabeza tenía dos cuernos y su cara era arrugada, con una barbilla prominente, con todo el cuerpo cubierto por una espesa capa de pelo. Se dice que, apenas nacido, escapó a las montañas, donde Hermes tuvo que buscarlo para llevarlo al Olimpo envuelto en una piel de liebre. Una vez allí, lo llamaron Pan, puesto que era la diversión de todos.
Otra de las tradiciones cuenta que Penélope, durante la ausencia de su esposo Odiseo, tuvo varios amantes, quedando encinta de uno de ellos. De esta manera, nació Pan, nombre que significa hijo de todos.
Mosaico romano con el rostro del dios Pan. Esta en la localidad Italiana de Genazzano, dentro de los restos de una villa de la época. Data de entre 138–192 d.C.
Otras versiones enumeran las tradiciones anteriormente citadas. Se dice que, tras el regreso de sus viajes, Odiseo repudió a Penélope por sus infidelidades y que, una vez abandonada, concibió al dios Pan, fruto de su unión con Hermes.
Otras tradiciones apuntan a que fue hijo de Zeus y de la ninfa Hibris, de Zeus y Calisto o de Hermes y una ninfa.
En cuanto a su descendencia, varía según el autor. En las Dionisíacas de Nono se nos dice que Pan engendró a los doce Panes, una raza de sátiros menores que colaboraron con Dionisio. En otras fuentes aparece como padre de Croto (con Eufeme), Acis (con Simetis), Eurimedonte (sin especificar la mujer), Creneo (con la ninfa Isménide o Ismenis), Iinge (con la ninfa Eco) y finalmente el también célebre Sileno (habido con la Oceánide Melia).
En cuanto a sus relaciones, se dice que tuvo amores correspondidos con la ninfa Pitis, que también era pretendida por Bóreas. Este último, arrastrado por los celos, arrojó a Pitis desde lo alto de una roca. Sintiendo pena, la diosa Gea la transformó en abeto, siendo Pan, desde entonces, coronado con una rama de abeto poblada de hojas a modo de guirnalda. También existe la creencia de que el abeto gime cuando sopla Bóreas.
Asimismo, Pan estaba intensamente enamorado de la ninfa Siringa, quien no le correspondía. Se dice que una vez, mientras huía de Pan, se lanzó al río Ladón. Quedó acorralada y pidió ayuda a sus hermanas las ninfas quienes, conmovidas, la convirtieron en un cañaveral. Se cuenta que, cuando Pan llegó, sólo pudo abrazar las cañas que se mecían por el viento y el rumor que producían le causó tal agrado que decidió construir un nuevo instrumento musical con ellas. Así, creó la flauta siringa, en recuerdo de la ninfa de igual nombre. Es la famosa flauta de Pan, o pandeana, también llamada siringa como la ninfa, que está formada por nueve tubos de caña hueca de distintos tamaños anudadas entre sí. Con esta flauta en la mano suele aparecer el dios Pan representado.
Del mismo modo, sedujo a Selene regalándole un vellocino de gran blancura. Desde entonces, ambos fueron venerados en una caverna del Monte Niceo.
Escultura hallada en Pompeya, Italia. Pan enseña a Dafnis a tocar la Siringa. 100 a.C. (Dadle a ampliar la imagen para poder verla bien)
Pan al igual que todo los otros Sátiros como se ha podido ver siempre solía ir buscando a ninfas por los bosques en busca de sus favores. Pan era, también, el dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada. En muchos aspectos, el dios Pan tiene cierta similitud con Dioniso. Era el dios de las brisas, del amanecer y del atardecer. Vivía en compañía de las ninfas en una gruta del Parnaso llamada Coriciana. Se le atribuían dones proféticos y formaba parte del cortejo de Dioniso, puesto que se suponía que seguía a éste en sus costumbres. Era cazador, curandero y músico. Habitaba en los bosques y en las selvas, correteando tras las ovejas y espantando a los hombres que penetraban en sus terrenos.
Portaba en la mano el cayado o bastón de pastor y tocaba la Siringa, a la que también se conoce por Flauta de Pan. Le agradaban las fuentes y la sombra de los bosques, entre cuya maleza solía esconderse para espiar a las ninfas.
Se dice que Pan era especialmente irascible si se le molestaba durante sus siestas. Los habitantes de la Arcadia tenían la creencia de que, cuando una persona hacía la siesta, no se la podía despertar bajo ningún concepto, ya que, de esa forma, se interrumpía el sueño del dios Pan. En este caso, Pan se aproxima a la noción de Demonium Meridianum (Demonio del Mediodía). Se decía que cuando Pan era despertado por alguien o algún animal lanzaba un grito que generaba miedo enloquecedor y forzaba a todo ser viviente a salir corriendo en estampida. La palabra pánico o entrar en pánico procede de esta leyenda.
Como deidad, Pan representaba a toda la naturaleza salvaje. De esta forma, se le atribuía la generación del miedo enloquecedor. De ahí la palabra pánico que, en principio, significaba "el temor masivo que sufrían manadas y rebaños ante el tronar y la caída de rayos".
Sin embargo, lo más sobresaliente de la vida de Pan, es que murió: es el único de los dioses que ha muerto. A su muerte, el imaginario artístico cristiano acabó haciéndose cargo de su horrible aspecto para convertirlo poco menos que en demonio. Cito del Diccionario de los símbolos de Hans Biedermann, lo siguiente:
Plutarco (46-120 d.C .) nos cuenta que durante el reinado del emperador Tiberio una nave pasó junto a la isla de Paxos y sus tripulantes pudieron escuchar unas voces que desde la costa clamaban: “si vais a Epiro, decid allá que el gran Pan ha muerto”. Cuando los marineros transmitieron la noticia, se escucharon por doquier gritos de dolor de animales, plantas y rocas. Se entendió entonces que al desaparecer el culto de los antiguos y sencillos dioses de la naturaleza, se iniciaba una nueva era (la del cristianismo, que enmudecería a los oráculos y derribaría a los ídolos).
En el elenco romano el correlato del sátiro fue el fauno. Su imagen, por su lascivia y sensualidad, quedó asumida muy pronto a la del diabólico pueblo de los íncubos y fue rápidamente demonizado en los primeros años del cristianismo. La imagen antropomorfa con cuernos y patas de cabra se convertiría en una de las representaciones iconográficas propias de los pequeños diablos que acompañaban a Satán (el gran cabrón).
Relieve medieval representando a un demonio-chivo en la catedral de Londres.
También durante la Edad Media, y en paralelo a esta transformación diabólica, los faunos experimentaron otra transformación de carácter benévolo que los relacionó directamente con las hadas, asumiendo el papel alegre, despreocupado y extravagante propio de los duendes, desprovisto de perversidad. Bueno espero que os haya gustado esta compilación de datos y historia. También espero que os guste esta moneda.
Un saludo.