20 reales 1822. Fernando VII. Madrid. Dedicado a Flekyangel

En la entrada 10 reales 1821. Fernando VII. Madrid comenté brevemente los aspectos económicos vinculados a las acuñaciones del Trienio Liberal, pero ¿cómo se reflejó el liberalismo en las monedas durante este efímero periodo? Veamos unas pinceladas ilustrativas de manos de una moneda de 20 reales:

- Además de ser Rey por la Gracia de Dios es Rey por la Constitución de 1812, la legitimación divina no es ya requisito único (monarquía absoluta) para reinar sino también porque las Cortes representantes del pueblo español así lo ha querido (monarquía constitucional & soberanía nacional). Los poderes del Rey hasta entonces absolutos están limitados en acción a los que le otorga la Constitución, el Rey reina, pero "gobierna" junto con las Cortes dentro de la legalidad constitucional. Son los inicios constitucionales españoles, todo se matizará años más tarde en el reinado isabelino con las distintas vertientes liberales y la más que difícil adecuación de la monarquía al sistema.

- Desaparece el latín, símbolo monetario del antiguo régimen. La leyenda en español, la de la Nación.

- Desaparece la corona de laurel de la regia testa. El monarca se presenta sin ella, desnudo, como un ciudadano más (influencia de la revolución francesa en la Constitución) ante sus conciudadanos. No hay súbditos sino ciudadanos y el Rey es el primer ciudadano, el primer español.

- Se incluye en la moneda peninsular las columnas de Hércules, hasta entonces reservadas para las acuñaciones de ultramar. El sistema liberal fernandino homogeneiza la simbología pues según la Constitución todos son españoles, los de ambos hemisferios (art. 1).

- Rey de las Españas con todo lo que ello significa (art. 10: El territorio español comprende en la Península con sus posesiones e islas adyacentes, Aragón, Asturias, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva, Cataluña, Córdoba, Extremadura, Galicia, Granada, Jaén, León, Molina, Murcia, Navarra, Provincias Vascongadas, Sevilla y Valencia, las islas Baleares y las Canarias con las demás posesiones de Africa. En la América septentrional, Nueva España, con la Nueva Galicia y península del Yucatán, Guatemala, provincias internas de Occidente, isla de Cuba, con las dos Floridas, la parte española de Santo Domingo, y la isla de Puerto Rico, con las demás adyacentes a éstas y el Continente en uno y otro mar. En la América meridional, la Nueva Granada, Venezuela, el Perú, Chile, provincias del Río de la Plata, y todas las islas adyacentes en el mar Pacífico y en el Atlántico. En el Asia, las islas Filipinas y las que dependen de su gobierno).

Con respecto a la numismática de la pieza, la modificación y aprobación de este nuevo cordoncillo según Decreto de 1 de mayo de 1821 la hizo prácticamente infalsificable. La apropiación de plata en las cecas peninsulares en la última década de Fernando VII fue una tarea tremendamente ardua. El cese del flujo de metales americanos por las emancipaciones y guerras,  y los bajos precios de la plata que ofrecían las cecas españolas hacía que quien tuviese metal para acuñar, marchase al extranjero donde ofrecían más (fuga de metales). Ello dio como resultado que estas del Trienio Liberal sean piezas escasas dentro del monetario fernandino.

Según dato del Archivo de la Real Casa de la Moneda de Madrid se acuñaron 11.082 monedas de este tipo en 1822. El grabador fue Félix Sagau y Dalmau. Los ensayadores José Sánchez Delgado e Isidoro Ramos del Manzano, primer y segundo ensayador en Madrid respectivamente, marcharían ambos a mediados de 1823 a desempeñar su labor en Sevilla. José Sánchez cuando fue nombrado 2º ensayador en 1808 por José I Bonaparte, se marchó y refugio a Cádiz; regresó a trabajar a Madrid en 1813 una vez terminada ya prácticamente la guerra. Isidoro Ramos trabajó con José I initerrumpidamente, seguramente fue acusado de afrancesado, purgado y cesado en 1813, no volvería a recuperar su plaza de 2º ensayador hasta 1821, cargo que ya le fue concedido bajo el gobierno bonapartista en 1809.

Le dedico el post a Flekyangel por su buen proceder, conocimiento y entusiasmo numismático.