Pueden estar hechas por cualquier empresa particular o joyería que venda la plata con esta forma en lugar de lingotes. Al no ser de la casa de la moneda, oficiales, ni tener una marca de identificación del acuñador, es muy difícil saber su procedencia e incluso la veracidad de su composición (una onza de plata 99,9 %) está en duda pues no figura ninguna entidad que la avale.