Hola a todos, para esta ocasión quiero compartir con vosotros una pieza que no es SC y que muchos pensarán (sin estar carentes de razón) que no es el tipo de monedas que suelo coleccionar y que, mucho menos, es el predominante en mi colección, sin embargo, considero que este tipo de piezas poseen gran relevancia histórica y cuyo estudio es vital para la comprensión y la divulgación de la riqueza cultural de nuestro país. En este caso, se trata de una pequeña moneda y cuyos detalles son bastante “esquemáticos” por llamarlos de alguna manera, con total ausencia de elementos y atributos que normalmente asociamos con la belleza de una pieza. Sin embargo, yo voy más allá y me parece una bella moneda que puede contarnos el paso de los siglos y cómo se sentaron las bases de la expansión por el Mediterráneo, primero de la mano de uno de los Reinos que conforman la Corona española y cuya visión comercial trazó un rico mapa de enclaves estratégicos en ciudades portuarias donde poder realizar transacciones de compra-venta y ejercer su influencia. Nos referimos, como no, y en primer término a la Corona de Aragón y, en segundo lugar, a la Unión Dinástica que supusieron el origen de una Nación centenaria y una de las más antiguas de Europa, España. La moneda en cuestión es un Dinero acuñado en Atenas-Thebari durante la Gran Expansión Aragonesa gracias a este sistema de enclaves comerciales estratégicos y, en este caso, a las guerras perpetradas en Bizancio, en un vano intento por mantener intactas las fronteras de este territorio durante su etapa de decadencia ante las aspiraciones territoriales de sus vecinos. Desplegando, para tal fin, a los temidos mercenarios de la “
Gran Compañía Catalana” (1311-1390).
Datos de la pieza:Nominal: Dinero/Diner
Año: 1311-1390
Ceca: Atenas-Thebari/Atenes-Thebari
Peso: 0,65 gr (aprox.)
Diámetro: 17-18 milímetros (Aprox.)
Metal: Vellón
Periodo: Gran Companyía Catalana/Gran Compañía Catalana (1311-1390)
Estado de conservación: MBC-/VF
Leyendas:Anv.: “ThEBANI CIVIS”, alrededor de Castillo esquemático, estrella debajo del mismo.
Rev.: “GVI DVX ATENES”, alrededor de CRUZ.
Rareza: R
Referencias Bibliográficas: CGMC 2682
Pedigree: Ex Colección Ramon Muntaner (abril 2014)
Reseñas bibliográficas: Cru.V.S. 747 var./Cru.C.G. 2682 var.
Observaciones: La moneda en cuestión presenta la tipología propia de las monedas medievales con alusión a motivos cristianos aunque con una simbología que defiere de las acuñaciones aragonesas y de sus Reinos (Baleares y Valencia) o los Condados Catalanes a las que estamos acostumbrados, limitándose en este caso a establecer su procedencia (Atenas-Thebari). Además, el peso de la moneda sigue el patrón restrictivo de la época debido a la escasez de metales nobles que, varios siglos después, quedaría solventada de la mano de España con las abundantes remesas procedentes del Nuevo Mundo.
Información histórica: -Contexto Global: Para entender mejor la Política Expansiva por el Mediterráneo durante el primer tercio del siglo XIV, tenemos que plantearnos cuáles eran los objetivos de la Corona de Aragón y el motor de su economía. La respuesta a esta pregunta ya fue respondida parcialmente en la introducción de esta ficha, por los que nos queda averiguar cómo establecía su influencia en el Mare Nostrvm y los enclaves más destacados de su política comercial. Las bases de su influencia se establecieron, como no, mediante campañas militares que facilitaron su expansión por el Mediterráneo, incorporando los ducados de Atenas y Neopatria (1311–1390) y la Cerdeña y Sicilia en 1326. El potencial político-militar del Reino favorecía un próspero comercio a través de su red de puertos, enclaves estratégicos en los que bastantes siglos después se inspiraría el Reino Unido para su expansión imperial que aseguraran el abastecimiento de la metrópoli. La mayoría de este comercio estaba en manos de la burguesía de Barcelona, Valencia y Mallorca, llegando a organizar un comercio marítimo muy complejo; siendo Barcelona y Mallorca las que acaparaban la mayor parte de las transacciones y las principales generadoras de la riqueza que entraba al Reino. El poder y riquezas que generaron algunos de estos territorios, basados en las políticas descentralizadoras de Aragón, totalmente opuestas al Reino de Castilla, pusieron en jaque al mismísimo Rey de Aragón a favor de Jaime/Jaume III de Mallorca, pero esta sería otra historia que nos daría para otro hilo cuando pueda adquirir alguna pieza del citado monarca.
Esta prosperidad se vio truncada en torno al año 1333 cuando factores como el hambre, la peste y los conflictos civiles provocaron una serie de crisis encadenadas, que sacudieron las bases económicas y sociales del reino, perjudicando especialmente a Cataluña, gran motor de la economía aragonesa.
- Gran Compañía Catalana de Oriente: A principios del siglo XIV, cuando empezó la campaña catalana en Oriente (1302-1311), Europa estaba dividida en múltiples reinos que combatían entre sí por diversas razones siendo, precisamente, las denominadas “compañías” el sistema más utilizado en estos enfrentamientos bélicos. Las cuales, estaban compuestas casi en su totalidad por mercenarios que cobraban un sueldo más todo aquello que pudieran obtener mediante los saqueos de las ciudades enemigas, puesto que, los ejércitos regulares tardarían aún bastante tiempo en llegar.
Antes que nada y para evitar cualquier controversia, es preciso comentar que, las filas de la mencionada Compañía estaban constituidas no sólo por catalanes, sino también por mercenarios de otros territorios de la propia Corona de Aragón, es decir: aragoneses, mallorquines y valencianos. Aunque, en este caso, los primeros que se citan eran mayoritarios.
En este contexto, la vieja Bizancio, ciudad brillante en otros tiempos, no era más que un recuerdo de antiguas epopeyas épicas y se desvanecía poco a poco por la constante incidencia de los pueblos turcos en sus fronteras, la invasión por parte de pueblos latinos procedentes de la península itálica, como venecianos o genoveses, y la amenaza que suponía la expansión territorial de Serbia. Así, el Imperio Bizantino reconfiguraba constantemente sus fronteras ante tal escenario de guerras fronterizas y estaba acostumbrado a los saqueos que estos mercenarios extranjeros perpetraban en su territorio, además de otro tipo de pillerías y brutalidades.
En el caso que nos ocupa, los Almogàvers, sobrenombre que recibían los integrantes de la mencionada Compañía, combatieron durante décadas a los musulmanes para la Corona de Aragón y fueron los principales protagonistas de la conquista de Mallorca, Valencia o Sicilia, donde destacaron principalmente por su agresividad y, además, por las habilidades militares mostradas en el campo de batalla. Pero también por los terribles saqueos que solían acompañar a sus victorias y eso les llevo a su último estatus conocido, como guerreros a sueldo, y es este el que desarrollaremos a lo largo del presente hilo.
Con estas campañas tan cruentas a sus espaldas, los Almogàvers eran, sin duda un cuerpo de élite diseñado para de la guerra medieval y con el que cualquier rey europeo podía soñar si disponía de los caudales adecuados. Así, una vez armonizados los territorios peninsulares, partieron rumbo a Sicilia donde pasaron a engrosar las filas del nuevo monarca Federico II y, bajo su reinado, obtendrían por vez primera, fama en todo el continente por su brutalidad y prácticas bélicas. Precisamente, diversos autores de la época, como el ilustre Dante Alighieri, hace referencia a ellos en la “Divina Commedia” como “l’avara povertà di Catalogna” y, el propio Papa Bonifacio VII, ya hablaba de los “cathalanorum videlicet barbarorum”, haciendo de esta manera una curiosa comparación sobre visión de la fe cristiana que los integrantes de esta Compañía defendían con la de los propios pueblos bárbaros.
El devastador panorama que dejaron tras de si los almogàvers en tierras sicilianas hizo que el rey Federico II les enviara combatir a Grecia bajo las órdenes del emperador Andrónico II Paleólogo con la intención de frenar las incursiones turcas en suelo heleno, aunque probablemente, esto sería algo de lo que no tardaría en arrepentirse.
Los almogàvers llegaron entonces a Grecia bajo el mando de Roger de Flor, que contaba entonces con 8.000 hombres y 36 naves destinadas a aquella misión. Siendo recibidos por el mismísimo emperador Andrónico II, el cual le ofreció al capitán de la Compañía la mano de la princesa María Asanina, hija del Zar de Bulgaria, Iván Asen III.
La entrada de las Compañía Catalana en Constantinopla no fue muy bien vista por sus aliados genoveses, puesto que habían prestado su ayuda para recuperar la capital, arrebatándosela a los venecianos. El conflicto poco tardó en estallar con un horrendo resultado que pondría fecha de inicio a la carnicería cometida en tierras bizantinas y que se saldó con 3.000 bajas genovesas, suceso que pasaría a denominarse como la “Matanza de los genoveses”.
Andrónico II no tardo en darse cuenta del error cometido y emplazó a la Compañía a cumplir su cometido cuanto antes: Vencer a los otomanos que amenazaban con invadir sus fronteras en Anatolia.
No obstante, durante la Batalla del “Río Cízico”, la Compañía Catalana siguió ejecutando las acciones por las que tenían el dudoso honor de ser conocidos, combatiendo duramente contra los turcos. Así, los éxitos cosechados en la campaña hicieron que el propio Roger de Flor se volviera avaricioso y decidiera retroceder para ocupar uno de los ya pocos territorios que aún conservaba Bizancio en Anatolia, tal vez con el objetivo de establecer un “Condado” propio en estas tierras, suceso por el que podríamos decir que la Compañía Catalana de Oriente empezó a ganarse de verdad su mala fama.
Los abusos cometidos por sus soldados no cesaron, pero a su vez, las victorias sobre las fuerzas turcas parecían no tener fin, aunque sin traducirse en importantes avances para las fuerzas bizantinas ya que, la constante búsqueda de botines durante las batallas, favorecía que los soldados nunca acabaran de asegurar las posiciones arrebatadas al enemigo.
Los conflictos con los aliados de la Compañía y entre sus propios integrantes, cada vez más distanciados por los méritos que intentaban atribuirse tras las conquistas, los hicieron presa fácil de unos bizantinos que cada vez los veían más como invasores de sus tierras y que no parecían tener el más mínimo escrúpulo o respeto por sus habitantes.
La traición llevada a cabo por los bizantinos contra la Compañía Catalana se sirvió como estamos acostumbrados a ver en este tipo de contiendas, muy fría. Entonces, el hijo del emperador, Miguel IX Paleólogo, hizo un pacto con los mercenarios alanos para que ejecutaran de inmediato el asesinato de Roger de Flor y exterminaran a los miembros de la Compañía instalados en la ciudad de Adrianópolis. El plan, estudiado de antemano, comenzaría con la asistencia a un banquete preparado por su padre, Andrónico II, donde los mercenarios alanos debían cumplir con su cometido y asestar el golpe definitivo a la Compañía, reunida en un mismo emplazamiento. Esta vez, el plan casi parecía haber surtido efecto y la matanza casi termina con la Compañía, pero a partir de esta acción, sus restos pronto empezarían a dar un verdadero significado al término “catalán” en los territorios de Grecia, Tracia y Macedonia, que fueron brutalmente arrasadas por las enfurecidas legiones de la Compañía duranre los dos años posteriores.
Tras desatar su cólera por tierras griegas, los conflictos internos no pararon de sucederse, mientras los poderosos mandatarios europeos, complacidos por las hazañas de la Compañía, pujaban duramente por obtener sus servicios. Siendo Federico III de Sicilia, Carlos de Valois o Walter de Brienne, Duque de Atenas, algunos de los regentes que lograron tal objetivo.
Los almogàvers cumplieron su cometido, para éste último y erradicaron a sus enemigos en menos de un año, pero sin embargo, la confrontación surgida sobre cuanto pago de los honorarios prometidos se saldaron con la ocupación de Atenas a manos de la propia Compañía. Curiosamente fue otra Compañía, esta vez la Navarra, junto a tropas florentinas, la que pondría punto y final al infierno “catalán” en tierras balcánicas.
De su sombrío paso por estas tierras, quedaron gran cantidad de leyendas y expresiones populares para referirse a los catalanes. Algunas de ellas, muy arraigadas en el léxico local, como: “que la venganza de los catalanes caiga sobre ti” (Grecia) y “Catalán” o “hijo de catalán” para referirse a un hombre malvado y torturador (Bulgaria). En Albania, sin embargo, existe un cuento infantil llamado “Qerosi dhe Katallani” (El Calvo y El Catalán), muy popular desde edades tempranas, en el que un héroe local (El Calvo) vence al catalán que llega a estas tierras por mar. El “Katallan”, es una especie de monstruo sediento de sangre, utilizado para asustar a los niños. Otra expresión, tal vez la más relevante dada su relación explícita con lo argumentado en este hilo, es propio de la región de Parnaso y reza así: “Huir de los turcos para caer en los catalanes”, lo que nos permite ver la magnitud de los atroces actos cometidos por la Compañía Catalana en estas tierras. Así, cuando un griego quiere maldecir a alguien, le basta con decir: “¡Así te alcance la venganza de los catalanes!”.
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Saludos.
*Para el desarrollo de este hilo se han utilizado recursos bibliográficos disponibles tanto en internet como en manuales de diversa índole.