Hace unos días había yo preguntado por esta moneda:
https://www.imperio-numismatico.com/t66751-nummus-follis-de-constantino-i-soli-invicto-comiti-busto-trierNo sé muy bien si el presente texto procede aquí o sin tan siquiera procede. Evidentente los excelentes moderadores de este foro determinarán su destino definitivo.
La moneda era:
Y es que las monedas suelen tener un trozo de historia y muchas veces nos permiten recordar hechos interesantes que han ocurrido, permitiéndonos contrastar algunos pasajes de la misma.
A partir de catalogar estas monedas, llegué a unos de esos pequeños fragmentos de la historia, pero que han marcado nuestra manera de entender el mundo. Realmente la historia ya me era conocida, pero ha vuelto a mi memoria gracias a esta moneda.
Como bien sabéis, una de las leyendas habituales de las monedas del Bajo Imperio romano es “SOLI INVITO COMITI”.
Es habitual que las culturas antiguas, incluso las actuales, hagan referencia a los dos astros principales de nuestro sistema solar, desde el punto de vista de la Tierra: el Sol y la Luna. Estos astros han condicionado nuestra manera de ver el Universo y la forma de distribuir el tiempo. En este caso nos centraremos en el año.
El solsticio de invierno viene cayendo entre el 22 y 25 de diciembre y supone el hecho astronómico de que los días empiezan a crecer desde ese momento. Ese “nacimiento del sol” ha sido uno de los referentes para las diversas deidades en muchas de nuestras culturas. En concreto, para nuestro caso, la deidad del Sol Invicto romana.
Será Heliogábalo uno de los emperadores que impulsen estos cultos al Dios Sol, y será tremendamente común que los emperadores aparezcan en las monedas con la corona solar. Aureliano insistirá en este hecho con el supuesto intento de unificar las deidades de todos los pueblos del imperio y es posible que, si hubiera vivido más, impusiera únicamente el culto a este dios.
Constantino I continuará con esta tradición, como compañero del Sol Invicto y como seguidor ferviente de esta deidad pagana. Sin embargo impulsará decididamente el cristianismo en el transcendente Edicto de Milán, aún hoy en día ejemplo claro de la deseable convivencia de pueblos y cultos:
“Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión... que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle”.Y, siendo con esta tradición establece el domingo como el día del dios Sol (dies Solis), en su Códice Justinianeo:
“En el venerable día del sol se dejará a los magistrados y al pueblo de las ciudades descansar y se cerrarán todos los talleres. En el campo las personas ligadas a la agricultura podrán voluntaria y legítimamente continuar sus labores, pues con frecuencia sucede que el día siguiente no es el adecuado para sembrar o plantar viñas, pues se teme que por dejar pasar el momento propicio para tales operaciones se perderá el favor del cielo.”En ningún lugar de la Biblia se señala como día del nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre. El hecho seguramente está ligado a que los primeros cristianos, siguiendo la tradición judía de los profetas que establecía que éstos nacían y morían en el mismo día, como suponían que Jesús murió el 25 de marzo, añadiendo 9 meses, pues salía el 25 de diciembre. Evidentemente según el calendario Juliano. Los Ortodoxos, como parten de un calendario Gregoriano, fijan estas fechas el 7 de enero y el 7 de abril respectivamente.
Fuera cuestión política o religiosa –seguramente ambas-, el establecimiento del 25 de diciembre como nacimiento de Jesucristo (año 336), permitía la fecha de Sol Invicto con la nueva tradición cristiana. Será ya el tiempo y las leyes las que hagan que la tradición pagana del Sol Invicto vaya decayendo.
Por cierto, ¿será casualidad que, por citar sólo algunos, tanto el dios persa Mitra, los egipcios Horus y Osiris, Buda, Krishna o Prometeo nacieran también el 25 de diciembre? Sí todos los “dioses sol” nacen coincidiendo con el solsticio de invierno.
Una pequeña historia escondida en unas pequeñas monedas.
Saludos a todos los numismáticos.