Hola
zingaro.Hay mucha historia detrás del personaje que encierra este Scudo.
Me voy a tomar el atrevimiento de narrarla, a pesar de que muchas personas
la historia no les interese, aunque admiran esta preciosa moneda.
Nació en Cesena, en los Estados Papales, el 14 de agosto de 1740.
Fue electo en Venecia, el 14 de marzo de 1800, y murió el 20 de agosto de 1823 y
fue bautizado como
Barnaba Chiaramonti.Su padre fue el Conde Scipione Chiaramonti, y su madre, de la noble casa
de Ghini, fue una dama de una
rara piedad, quien en 1763 entró al
convento de las Carmelitas en Fano.
Aquí ella tuvo la impresión de que su hijo llegaría al papado y que sufriría.Barnaba recibió su primera educación en el colegio de los nobles de Ravenna.
A la edad de dieciséis años entró en el monasterio benedictino de Santa María
del Monte, cerca de Cesena, donde fue llamado hermano Gregorio. Luego de completar sus estudios filosóficos y teológicos, fue nombrado
profesor en Parma y en Roma, en los colegios de su orden.
Enseñó en el monasterio de San Calixto cuando la ascensión de Pio VI
quien era amigo de la familia Chiaramonti, y quien luego nombró a
Barnaba como abad de su monasterio.
La descristianización de Francia alcanzó su punto álgido a mediados de 1794en los momentos previos a la caída de Robespierre.
Tras su ejecución en 1795 se aprobó una ley legalizando el culto público,
aunque con limitaciones estrictas, lo que suponía una cierta vuelta a la
situación anterior, si bien el tañido de campanas, las procesiones religiosas y
el despliegue de cruces católicas estaba todavía prohibido.En 1799 todavía existían sacerdotes deportados realizando trabajos forzados
o en prisión y perseguidos.
La situación solo cambió cuando el General Louis Alexandre Berthier capturó
Roma y encarceló al Papa Pío VI, que moriría en cautividad en territorio francés
en agosto de 1799.
Finalmente Napoleón, entonces figura ascendente en Francia, promovió
negociaciones que llevaron al nuevo papa,
Pío VII a firmar con él el Concordato
de 1801 que acabó formalmente con el período de descristianización
y estableció unas normas claras de relación entre la Iglesia Católica y el Estado francés.
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Entre 20.000 y 40.000 personas fueron asesinadas durante el Reinado del Terror.
Estimaciones indican que aproximadamente el 8 por ciento de los condenados
por tribunales revolucionarios eran aristócratas, el 6 por ciento sacerdotes,
el 14 por ciento de la clase media, y el 70 por ciento eran trabajadores o
campesinos acusados de acaparar pan, evadir el reclutamiento,
desertar, rebelión, y otras crímenes.
De todos los grupos sociales el clero de la Iglesia Católica sufrió proporcionalmente
las mayores pérdidas.El Concordato de 1801 duraría más de un siglo hasta ser derogado por el gobierno
de la Tercera República, que estableció una política de laicidad el 11 de diciembre de 1905.
Bajo la amenaza de muerte, encarcelamiento, o servicio militar obligatorio en
momentos de guerra o la pérdida de ingresos, alrededor de veinte mil sacerdotes
constitucionales se vieron obligados a dimitir y entregar sus cartas de ordenación,
y entre seis y nueve mil de ellos fueron obligados a casarse.
Muchos abandonaron sus deberes pastorales por completo.
Sin embargo, algunos de los que había abdicado continuó secretamente oficiando.A finales de la década, aproximadamente treinta mil sacerdotes se habían
visto obligados a salir de Francia, y otros que no salieron fueron ejecutados. La mayoría de las parroquias francesas se quedaron sin sacerdote y privadas
de sacramentos.
Cualquier sacerdote no juramentado podía hacerlo frente a la guillotina o ser
deportado a la Guayana Francesa. En la Pascua de 1794, solo algunas de las
cuarenta mil iglesias de Francia permanecieron abiertas: muchas habían sido
cerradas, vendidas, destruidas o convertidas a otros usos.Las víctimas de la violencia revolucionaria, ya sea religiosa o no, fueron
tratadas popularmente como mártires cristianos, y los lugares donde fueron
asesinados se convirtieron en meta de peregrinaciones.
Se hicieron tremendamente comunes la catequesis en el hogar, la religión
popular, y prácticas sincréticas y heterodoxas, razones por las cuales los
efectos a largo plazo sobre la práctica religiosa en Francia fueron significativos. Muchas de las personas que abandonaron sus prácticas religiosas tradicionales
no las reanudarían jamás.
Se calcula que 20 000 clérigos abandonaron el
sacerdocio y 5.000 se casaron al ver en el matrimonio una forma de no levantar
sospechas con respecto a su fidelidad a las autoridades revolucionarias.Simplemente hablando a PIO VII, le tocó bailar con la mas fea.
Un Fuerte Abrazo.
Roberto.