8 Reales 1793. Carlos IV. FM. Méjico. El Cerdo del Neptuno.

Esta moneda, de procedencia sevillana, presenta en el anverso una pátina oscura color dorado-viejo y el reverso tiene tonos iridiscentes; cosa propia de los monetarios aristocráticos de madera de palo de rosa de finales del s.XVIII y s.XIX. La pieza pese a presentar algunos rastros de circulación, fue retirada rápidamente por algún coleccionista. Se trata, por el escaso desgaste del busto, de una moneda acuñada en las primeras semanas de acuñación del año 1793 pues el cuño del busto aún no estaba desgastado (hebilla, pliegues de la túnica, pelo, maxilar… su definición es lo que suele perderse por el uso masivo de los cuños, ya que las elevadas tiradas de monedas mejicanas no daban tregua; en este año se acuñaron 24.312.942 monedas de 8 reales).
Siempre he sido un enamorado de la historia naval de España y qué menos que acordarme, por la fecha y procedencia de la moneda, del ilustrísimo sevillano Don Cayetano Valdés y Flores Bazán y Peón, que llegó a ser Capitán General de la Real Armada. Entre otras hazañas heroicas, ostentó el mando del navío Neptuno de 80 cañones en la famosa Batalla de Trafalgar, el 21 de Octubre de 1805. El navío estaba situado a vanguardia de la flota francoespañola y, junto con los cinco buques del Contralmirante Dumanoir, viró para sostener el centro. Mientras que cuatro buques franceses de esta formación rehusaron presentar combate, sólo el Neptuno y el francés Intrepide, cuyo mando ostentaba Louis A.Infernet, fueron directos al centro de la formación para presentar batalla y socorrer al Bucentaure y Santísima Trinidad, que se encontraban duramente acosados por fuego enemigo. Se dice que Dumanoir, mientras se alejaba de la batalla seguido de los tres navíos de su mismo país, le preguntó a Valdés que a dónde iba al ver que no le seguía, a lo que el marino español le respondió: “Al fuego”. Tras presentar un durísimo combate, ambos barcos sucumbieron. El Neptuno fue apresado en la batalla por los ingleses y recuperado días después del combate por españoles y franceses. El barco fue remolcado, pues se encontraba sin mástiles, pero ante la tempestad que se desató en la zona encalló cerca de la costa en el Puerto de Santa María. El resultado de la batalla en pérdidas humanas para el navío fue de 42 tripulantes muertos y 47 heridos, incluido el propio Cayetano Valdés. Su valerosa actuación le valió el ascenso a Jefe de Escuadra.

Retrato de Cayetano Valdés y el Neptuno desarbolado ante intenso fuego enemigo en Trafalgar

Y todo esto para contar una de las gestas más increíbles y no por ello menos cierta que tiene de protagonista a un cerdo. Se cuenta que era imposible llegar a rescatar a los supervivientes del Neptuno debido al fuerte oleaje que impedía a los botes acercarse al navío y a los marineros llegar a la orilla porque la mayoría no sabían nadar. Así que, los que estaban en la playa, propusieron, para asombro de muchos, que los del navío cogiesen un cerdo de los que llevaban abordo, le ataran a la pata una cuerda y lo lanzaran por la borda con la esperanza de que el cochino llegara nadando a la orilla. El cerdo, seguramente de pura raza española, le echó co… a las aguas bravías y consiguió llegar a tierra. Gracias a la cuerda que le ataron, pudieron aproximarse al Neptuno y rescatar a los supervivientes. Por último, y a modo de curiosidad, citar que hubo en Trafalgar tres Neptunos combatiendo, uno inglés, otro francés y el ya conocido español.