8 Reales 1789. Carlos IV con busto de Carlos III. Ordinal IV. Méjico.

El 14 de diciembre de 1788 fallecía, en el Palacio Real de Madrid, el Rey ilustrado Carlos III a la edad de 72 años a causa de una neumonía. Como suele decirse: “a Rey muerto, Rey puesto”; fue sucedido por su hijo, el veterano Rey Carlos IV. Veterano por alcanzar el trono con una edad avanzada para la época, 40 años. Monarca de carácter campechano, bonachón y simpático que pese a su preparación, en poco tiempo dejaría el gobierno de la nación en manos de su todopoderoso valido Manuel Godoy bajo una más que intrigante Reina María Luisa de Parma.

Siempre que muere un Rey toca dar cuenta a las distintas partes de España y dominios del deceso del monarca para proceder a las distintas misas y demás actos protocolarios por el alma del soberano fallecido. Carlos III encargó en su lecho de muerte 20.000 misas por el alma de sus padres, su difunta esposa y la suya propia. El primero en llevar la noticia de la muerte de Carlos a las colonias de ultramar fue el por entonces Brigadier Federico Gravina (el gran marino español que moriría años después a causa de la heridas sufridas en la batalla de Trafalgar), al mando de la fragata “Paz”, que llegó a Cartagena de Indias en julio de 1789. Enteradas las Casas Virreinales del suceso y en este caso el Virreinato de Nueva España gobernado por el Virrey Manuel Antonio Flores Maldonado ordenó detener la acuñación de moneda a nombre de Carlos III e iniciarla a nombre del nuevo Rey de las Españas Carlos IV. Puesto que aún no se tenían los cuños oficiales con el nuevo busto, se decretó seguir con el del monarca difunto y la única corrección del ordinal del nombre al ser “tocayos”. Mientras tanto, en Madrid por Real Orden de 20 de Julio de 1789 se aprobaban los modelos de nueva moneda con la efigie de Carlos IV ejecutados por el grabador general Don Pedro González de Sepúlveda (1744-1815). Hasta 1790, los novohispanos no acuñarán el busto correcto del nuevo monarca. La pieza mostrada corresponde, por tanto, a la acuñación del segundo semestre del año 1789 cuando fue corregido el ordinal del Rey.

Acuñación sin distinción de un tipo u otro: 21.129.911 monedas. Datos recogidos en la obra “De la razón general de la Real Hacienda”, realizado por el coronel del ejército Don Carlos de Urrutia y Matos (1750-1825. Nacido en la Habana, fue gobernador de Veracruz y de la Isla de Santo Domingo.) y el intendente de provincia Don Fabián de Fonseca. Este intendente provincial de origen granadino que falleció en 1813 elaboró junto al Sr. Urrutia y los subalternos José Ignacio Sierra y Joaquín Maniau Torquemada a petición del Virrey Don Juan Vicente de Güemes el estudio del régimen económico colonial novohispano titulado “Historia General de la Real Hacienda”, publicado en Méjico en 1845.

Ensayadores FM: Francisco Arance y Cobos (1777-1803) y Mariano Rodríguez (1784-1807).