LA TÉCNICA DE ACUÑACIÓN DE LOS TRACHYLa realización de una moneda cóncava necesita dos troqueles: uno còncavo y uno convexo. Además es necesario que el cuño-yunque, el inferior, tenga un rayo de curvatura algo mayor del cuño-martillo, el superior. Esto, porque si ambos cuños tuvieran el mismo rayo de curvatura, entonces la extracción de la moneda acuñada se volvería imposible.
Es evidente que si la acuñación se realizara en la forma tradicional, es decir con un golpe con el troquel superior asestado perpendicularmente al troquel inferior, entonces solamente la parte central del flan quedaría grabada, mientras la parte externa de la moneda resultaría borrosa (fig. 1).
Para eliminar a este inconveniente, sea realizaba la acuñación golpeando dos veces el cuño superior encima del inferior, dando a cada golpe una inclinación algo diferente, de tal forma que el troquel superior convexo, “basculaba” sobre el inferior cóncavo. Con el primer golpe se conseguía una imagen nítida por un costado de la moneda; con el segundo golpe se añadía la imagen del otro costado (fig. 2).
La acuñación de la moneta cóncava presenta muchas dificuldades. Por lo general, resulta satisfactoria en su parte central; sin embargo, su parte más cercana al borde, donde está la legenda, a menudo aparece poco nítida y, tal vez, totalmente ausente: ésto porque durante la golpeadura el metal resbala y se estira, sobre todo en su borde. La parte convexa, además, se usura muy rápidamente así que un trachy con su reverso níitido es siempre una rareza.
Durante su proceso de acuñación, el posicionamiento del troquel superior es impreciso, sobre todo durante el reinado de Alexio III, cuando ya el imperio bizantino está a punto de derrumbarse. Por esta razón, la posición entre las dos partes que componen la figura es bastante casual: a veces estas dos partes aparecen sobrepuestas, otras veces con una inclinación diferente, formando un ángulo. Lo cual es muy evidente en el caso de la presencia de dos figuras en el derecho (el emperador incoronado por la Virgen o acompañado por San Constantín). Tal vez, por equivocación se realizaban tres golpes de cuño y entonces, si había un importantante desplazamiento del metal, podían aparecer tres figuras en lugar de dos (fig. 3, referida a un trachy de Alexio III).
Puesto que ésto es la resultante de un acontecimiento involontario y casual dentro del proceso de acuñación, el mismo trachy puede presentar imágenes muy diferentes, sin que tales diferencias, que son infinitas, puedan considerarse como variantes del tipo fundamental.
ANVERSO Y REVESTodavía quedan muchas dudas acerca de cual de las dos caras del trachy corresponda el derecho y a cual el revés. Esta duda se hace más grande porque no hay ninguna certidumbre si el cuño inferior fuera còncavo, come dimos por supuesto en las notas anteriores, o convexo.
El grande numismático Simón Bendall en "The double striking of late Byzantine concave coins" (The Celator, 12:06, June 1998) propende a creer que el cuño-yunque fuera convexo.
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The double striking of late Byzantine scyphate coinsThe reason for making scyphate coins is obscure. What is certain is that their manufacture would have been much harder than the production of a flat coin. In order to produce a well struck scyphate it is necessary that both obverse and reverse dies should have the same radius of curvature in order to mate exactly. This seems to have been beyond Byzantine engineering skills, at least when the scyphate coins ceased to be very shallow and especially since hundreds of interchangeable dies were in use at the same time. It might have been possible to mate one pair of dies but not to make every one of several hundred obverse dies compatible with every reverse die.
We can see from figure 1 that if the obverse, or upper, die was shallower than the lower, a vertical blow would only strike up the detail in the centre of the flan.
On the other hand, figure 2 shows that if the lower die was shallower than the upper, then only the edge of the blank would receive an impression of the design. No coins exist that lack the centre of the design but there are many which lack the edges, including the legends. Thus it appears that the mint authorities made sure that all obverse dies had a larger radius than the lower dies. The problem remained that the part of the design on the edges of both sides of the coin were not struck up and this of course would include the emperor's name and title.
If, however, the coin was struck twice with the upper die rocked slightly from side to side a fuller impression would result (figure 3). Rocking the upper die without lifting it from the lower die would no doubt have been possible when the curvature of the coins was quite shallow.
It seems that by the beginning of the twelfth century, if not earlier, in striking the upper die was occasionally lifted from the flan between blows, especially at the mint of Thessalonica. There, even as early as the reign of Alexius I (1081-1118), the curvature of the gold coins was deeper than on the Constantinopolitan issues. This, of course, produces very typical evidence of double striking.
It is obvious that, at least from the mid twelfth century, even at Constantinople, the obverse die was not usually rocked but lifted between blows. The lifting results in some displacement, either linear or rotational or perhaps both and this is in fact what we commonly see. There is also evidence that scyphate coins were not just struck by two blows with a single die but that two obverse dies were often used. These would have been held by two mint workers since it is impossible to believe that after one blow the man holding the upper die would put it down and pick up another one!
The use of two upper dies can, however, only be identified when each die was of a slightly different design. Figure 4 shows this clearly. The coin is a silver trachy of John III of Nicaea (1222 1254); the die used to strike the left hand side depicts the youthful Christ with a nimbus containing single pellets enclosed between double lines while the right hand die had a nimbus with five pellets enclosed between an upper double line and a lower single line. There is no possibility that the engraver had made an error by engraving a single pellet on the left side of the die and five pellets on the right side of the same die since both sides of the left die are clearly showing a single pellet on both sides. "
Tengo en grande consideración a las obras de Simon Bendall. Sin embargo, por lo que se refiere a la acuñación del trachy, quise también considerar la otra solución posible, es decir, que el troquel inferior fuera cóncavo y que en aquello encontrara alojamiento el flan de vellón, que ya tenía una forma a copa, pero con un rayo de curvatura algo menor. Ambas hipótesis (fig. 4) tienen elementos que las sustentan, así que ninguna todavía encuentra una respuesta definitiva: por lo tanto, las dos siguen valorables y así lo sará, hasta que no se encuentren precisos testimonios históricos, o bien los troqueles originales, o fragmentos de los mismos.
Con el fin de dar mi propia respuesta a la pregunta, he analizado una muestra constituida por 139 trachy de Alexio III, todos con buena conservación. Esta muestra incluye las tres variantes de las emisiones de Alexio, quedando totalmente excluidas las imitaciones bulgaras coevas, casi tan frecuentes cuanto los trachy legítimos. Tomé en cuenta únicamente los trachy de Alexio III (fig. 5), tal como lo hizo Bendall, porque durante su reinado la acuñación se hace menos cuidadosa y, por lo tanto, los defectos son más evidentes; además, en la parte cóncava del trachy hay dos figuras, el emperador y San Constatntín. Tanto la mayor evidencia de los defectos de acuñación, cuanto la existencia de dos figuras, son factores que facilitan la observación y la extrapolación de inferencias.
Estas son las observaciones realizadas sobre la muestra, que es parte de mi colecciòn, y que me llevaron a una conclusiòn muy diferente de aquella expuesta por Simon Bendall.
En 138 casos sobre 139, el busto del Cristo mantiene una alineación muy precisa de 180° con referencia a las dos imágenes de la otra cara, y nunca padece de desalineaciones angulares, sino solamente deslizamientos transversales. Puesto que el troquel inferior durante el proceso du acuñación con seguridad se mantiene inmóvil, ésto sugiere que la cara convexa, aquella donde se rafigura al busto del Cristo, corresponda al cuño-yunque. Al contrario, las dos figuras de la cara cóncava presentan muy a menudo una desalineación angular, además que transversal, como vimos en la figura 3.
En 26 casos sobre 139 (19%), las dos figuras presentan una desalineación angular entre 10 y 45°, y en 4 casos (3%) a la desalineación se añade una tríplice impresión. Esto parece también confirmar que la cara cóoncava es aquella que corresponde al troquel superior. Es interesante observar que la desalineación involucra siempre y exclusivamente a la figura de San Constantín (a la derecha), y nunca a la del imperador (a la izquierda), ya que esta última mantiene siempre una rotación de 180° con referencia al busto del Cristo. De lo cual se infiere que:
1) la primera acuñación es aquella que da origen al costado izquierdo del trachy, mientras que la segunda acuñación completa la figura añadiendo la imagen del santo;
2) la desalineación no se debe a la rotación del flan, porque si así fuera resultaría desalineada también la figura del emperador, sino a la imprecisa posición del troquel superior cuando se produce la segunda acuñación.
Se midieron de forma muy precisa e instrumental 33 trachy de la misma muestra, consiguiéndose los siguientes resultados:
PESO MEDIO: 3,14 g (de 2,30 a 4,20 g)
DIAMETRO CIRCUNSCRITO: 27,4 mm (de 22 a 32 mm)
ALTURA DE EMBUTIDURA: 4,70 mm (de 3,4 a 5,7 mm)
GROSOR MEDIO: 0,83 mm (de 0,4 a 1,3 mm)
RAYO DE CURVATURA: 40,2 mm (de 33,6 a 44,0 mm)
Los 10 trachys de menor grosor (entre 0,4 y 0,7 mm), presentan una embutidura media de 4,91 mm; los 14 de grosor normal (entre 0,8 y 0,9 mm), presentan una embutidura media de 4,67 mm; y en fin, los 9 de mayor grosor (entre 1,0 y 1,3 mm), presentan una embutidura media de 4,61 mm. Como era esperado, el proceso de embutidura tiene un retorno elástico qu es tanto mayor, cuanto mayor sea el grosor.
También es interesante observar que a los 4 trachys que muestran la tríplice impresión, corresponde un rayo de curvatura reducido y, por lo tanto, son más rígidos: la tercera acuñación, por lo tanto, no fue casual o equivocada, sino se volvió necesaria para alcanzar una imagen leible.
El diámetro circunscrito resulta independiente del grosor, y así mismo el rayo de curvatura, que es de 40,3 – 39,8 – 40,5 mm para los trachys con grosor menor, normal y mayor respectivamente. El peso, al contrario, es directamente proporcional: es de 3,02 para los trachys más livianos, 3,05 para los normales, y 3,41 para los de mayor grosor.
Todas las indágenes efectuadas conducen a una misma conclusión, es decir:
1) el troquel inferior es cóncavo y no convexo, como sostiene Bendall, y al cuño-yunque corresponde la cara con la imagen del Cristo;
2) durante el proceso de acuñación el flan colocado en le troquel inferior se desplaza unicamente por oscilación y no por rotación;
3) la desalineación de las dos figuras se produce debido a la posición inclinada del troquel superior, y se da solamente en ocasión de la segunda acuñación.
Desde el punto de vista productivo, debiéramos considerar como anverso a la cara convexa, pues corresponde al cuño-yunque. Sin embargo, acostumbramos llamar anverso la cara de la moneda en la cual aparece la imagen del emperador o de la autoridad a nombre de la cual la moneda viene acuñada: desde este punto de vista, entonces, el anverso corresponde a la cara cóncava. Es decir, definir como anverso una u otra cara, es solamente convencional.
Antvwala