Cuando Estados Unidos logró su independencia, se vio en la necesidad de crear una moneda nacional y mediante un decreto firmado el 6 de julio de 1785, las monedas fabricadas en México pasaron a ser la base del sistema monetario estadounidense, sólo que se denominarían dólares, y la paridad se fijó en un peso por un dólar estadounidense, el cual no se comenzó a acuñar sino hasta el 2 de abril de 1792, año en que se estableció la casa de moneda de los Estados Unidos.
Aun así, en 1793 el Congreso de los Estados Unidos declaró a las monedas mexicanas medio legal de pago, y en esa calidad se mantuvieron hasta el 21 de febrero de 1857.
En Centroamérica, el peso mexicano dejó de ser medio legal de pago en 1824; en las Filipinas, desde el 1 de mayo de 1852, y en Canadá, desde el 1 de enero de 1858. Durante el Porfiriato se continuó utilizando la moneda de plata y la paridad fluctuó entre uno y dos pesos por dólar.
En 1931, la ley monetaria establecía la equivalencia y respaldo de la moneda mexicana en 0.75 g de oro puro por peso emitido. Tiempo después, se incrementó el uso del dinero fiduciario en México, por lo que la ley monetaria del país obligaba a los bancos a respaldar en metálico por lo menos, una tercera parte de los pesos emitidos en billetes.
Desde 1535 las monedas mexicanas son fabricadas por la Casa de Moneda de México, y desde el 15 de marzo de 1861 se dividen de acuerdo al sistema métrico decimal. En 1925 se creó el Banco de México, quién autorizó la fabricación del papel moneda al American Bank Note Company.
Es hasta 1969 cuando el papel moneda es emitido por la fábrica de billetes del Banco de México. A lo largo de la historia, la casa de moneda y en su momento el Banco de México, han gozado de prestigio internacional, por la calidad de las monedas y billetes, así como por estar a la vanguardia en elementos de seguridad y materias primas.
Debido a la inestabilidad económica del país en la década de 1980 (monedas tipo “AA”), la inflación hizo crecer enormemente el precio de las mercancías, necesitándose emitir billetes y monedas de denominaciones cada vez más altas.
En la última serie de pesos anterior a 1992 (monedas Tipo “A”) se emitieron monedas con faciales comprendidos entre un centavo y 5,000 pesos. En las distintas épocas, tanto las aleaciones como los tamaños y los valores iban cambiando sus características técnicas, debido principalmente a la inflación de la década de 1970 y 1980 (monedas tipo “AA”, “A”). Estas monedas aún pueden ser cambiadas por su equivalente en pesos actuales en 414 centros de canje dentro del país, bajo ciertas reglas.
Por tal motivo, el 1 de enero de 1993 se introdujo el nuevo peso, el cual le quitaba 3 ceros al anterior, de tal manera que 1,000 pesos anteriores a Enero de 1993 equivalen a 1 nuevo peso (N$), monedas tipo “B”.
A continuación describo las monedas que se acuñaron varias, en sus modalidades ya descritas, que son las siguientes:
- Monedas tipo AA.
- Monedas tipo A.
- Monedas tipo B.
- Monedas tipo C
MONEDAS TIPO “AA”