Hola a tod@s, hoy muestro otra de las piezas que se ha incorporado recientemente a mi colección, la cuarta que adquiero con esta denominación, pero con los detalles principales no tan nítidos en general, siendo, aún así, una pieza muy rara para este reinado en concreto. Se trata de
1 Cuarto de Real acuñado en
1835 en
Manila a nombre de la Reina de las Españas,
Isabel II.
Datos de la pieza:Nominal: 1 Cuarto de Real/Medio Céntimo de Escudo
Año: 1835 (Acuñados entre 1789 y 1807, pero sin emisiones entre 1801 y 1804).
Ceca: Manila (letra “M” a la derecha de la fecha, en el reverso, Islas Filipinas). Los “raros” cobres de Manila se hicieron mediante una contrata de una empresa privada china de la época. Es precisamente por esta razón que tales acuñaciones han sido tan toscas en reinados anteriores y, a modo de ejemplo, podemos observar que el león parezca un cruce entre “un perro y una lagartija corriente”. Tal situación, unido a un análisis por parte de firmas especializadas y los propios coleccionistas, nos llevan a darnos cuenta de la existencia de múltiples variantes, algunas de ellas, con letras invertidas o faltantes debido, principalmente, a que los operarios contratados no entendían o tenían dificultades con el idioma. En el caso de Isabel II y aunque los detalles son, claramente mejorables, las acuñaciones de esta serie compuesta por 1, 2 y 4 Cuartos mejora considerablemente. Este año sería el único año en el que se acuñarían las mencionadas piezas.
Peso: 3,8 gr (aprox.)
Diámetro: 22 milímetros (aprox.)
Canto: Liso y ligeramente irregular.
Metal: Cobre
Estado de conservación: BC-/BC. En el anverso se aprecian aproximadamente la mitad de las leyendas visibles, concretamente la segunda mitad, al igual que los elementos del escudo, visibles parcialmente salvo el escusón central. Ciertas marquitas sobre el escudo y el campo, sin golpes. En el reverso, en cambio, apreciamos en torno a las ¾ partes de la leyenda, sin el tramo final, pero con la fecha y la marca de ceca bien visibles. Se aprecian algunas marcas y “picadas” circulares sobre los motivos centrales, así como marcas de corrosión en torno a las leyendas y los bordes que evidencian que, tal vez, estuvo sumergida. Pátina rojiza en ambas caras que evidencia esta teoría. Se aprecian también cocas de metal, sobre todo en el anverso y el disco está levemente cóncavo debido a un golpe recibido en el pasado. Pequeña hendidura pegada al borde, visible desde ambas caras.
Variantes: Como ya he señalado, existen múltiples variantes en relación con las letras, así como la forma y elementos del león. No obstante, durante este reinado la acuñación parece mejorar significativamente, dando lugar a variantes más sutiles que en periodos anteriores.
Referencias bibliográficas: “Cy16555” y “Tr.Cu227”.
Grado de rareza: Muy Rara/ “R4” de acuerdo a “Tr.Cu227”, que la valoró en su día n unas 12.000 pesetas.
Tirada: 204.000 unidades (12.000 Pesos de la época)
Pedigree: Ex Cayón (09/04/2021, Lote
#88418)
Ensayador: Sigla “F” (a la izquierda de la fecha, en el reverso)
Reinado: Isabel II “La de los Tristes Destinos” (1833-1868)
Dinastía: Casa de Borbón
Simbología:Anverso.: “
• YSAB II • D•G • HISP• ET IND • R •MA•” alrededor de un escudo de armas con leones y castillos acuartelados, bajo Corona Real y escusón con Flores de Lis en su centro. A ambos lados, el valor nominal, “
1” (Izq.) y “
Q” (dcha). Desgaste parcial en la primera mitad de las leyendas y la zona central del escudo. Leves marquitas sobre el escudo y el campo, con notable desgaste. Cocas de metal. Tono rojizo y cierta corrosión, posiblemente ambas producidas por exposición al agua durante mucho tiempo. Disco levemente cóncavo debido a un golpe recibido en el pasado. Pequeña hendidura en el borde a las 8h.
Reverso.: “
• UTRAQ • UIRT • PROTEGO • F • 1835 •MA •” (Virtuoso protector), alrededor de un círculo de puntos que guarda un león coronado con cetro y sable, con dos esferas que representan a los dos mundos a sus pies sobre las olas del mar. Sobre el mismo, cruz de Santiago representada con tres puntos y una gota más alargada. Cocas de metal. Tono rojizo y evidente corrosión sobre las leyendas y bordes, posiblemente ambas producidas por exposición al agua durante mucho tiempo. Disco levemente cóncavo debido a un golpe recibido en el pasado. Pequeña hendidura en el borde a las 4h.
Otras observaciones: La pieza que se muestra presenta una acuñación muy bien cuidada, pero que claramente fue maltratada en el pasado. La corrosión que se aprecia en ambas caras, sobre todo en el reverso, unido al tono rojizo que se apodera del cobre cuando ha estado en contacto con el agua durante mucho tiempo o alto grado de humedad nos hace pensar que pudo haber estado enterrada o en contacto con el agua. Esto era ciertamente habitual en las Filipinas, donde se tiraban monedas de forma intencionada en pozos de agua o se empleaban estos lugares, entre otros, para esconder el dinero en épocas de necesidad o conflicto. Esta pudo ser la suerte de la moneda que se muestra, hasta el momento de ser “rescatada” del olvido.
Contexto: En el pasado, podíamos ver acuñaciones bastante toscas y descuidadas en general, para mí un ejemplo claro de los trabajos de estas “contratas” que sirvieron de apoyo a la ceca de Manila para la emisión de numeral de uso corriente con denominaciones pequeñas. No es posible asociar un tipo de acuñación con una u otra práctica, pero se evidencia la calidad y nitidez de los motivos acuñados de una pieza a otra y creo que esto es un punto de partida para su correcto estudio y clasificación. La tosquedad en tales emisiones supuso la introducción de un gran número de monedas falsas, hasta el punto que, en 1830, las Autoridades de Manila recogerían unos 42.288 cuartos, de los cuales en torno al 37,5% eran piezas fraudulentas. Esto suponía un grave problema para las transacciones cotidianas de la gente, donde la desconfianza empezaba a hacerse notar en el comercio, negándose a aceptar aquellas monedas con apariencia dudosa o volviendo a ponerlas en circulación de forma inmediata para evitar perder poder adquisitivo. Lejos de terminar con este problema y, ante las noticias de que las prácticas fraudulentas iban en aumento, las autoridades deciden, nuevamente, ya en 1834, realizar un nuevo muestreo, recogiendo esta vez una cantidad notablemente mayor de monedas, unos 88.788 cuartos y no pudieron evitar horrorizarse al comprobar que, en esta ocasión, en torno al 92% de lo recogido, no eran piezas legítimas. La propia Administración, consciente de su manifiesta incapacidad para solucionar el problema, se negó a aceptar pagos en cuartos para importes mayores al medio Real, agravando aún más la desconfianza de una población ya desesperada. Como solución transitoria, la población empezaría a utilizar ciertos bienes no perecederos, especialmente el tabaco, para realizar los intercambios, llegando a volver al viejo “trueque” en algunas zonas de Manila, generando problemas adicionales.
Para eliminar la masa monetaria antigua durante el mes de octubre de 1833, las Autoridades empezaron a retirar, de forma paulatina, todo el numerario antiguo, sin hacer distinción entre las legítimas y las falsas, pero fabricando, a su vez, el nuevo numerario, de idéntica tipología, pero de mejor factura, ya con Isabel II sentada en el trono de España. Esta nueva emisión se compuso de monedas con valor de 1, 2 y 4 Cuartos, todas ellas con una única fecha, 1835, donde se acuñarían 12.000 pesos en monedas de “1 Cuarto” (204.000 uds) , 5.000 pesos en monedas de “2 Cuartos” (42.500 uds) y 3.000 Pesos en monedas de “4 Cuartos” (12.750 uds). La acuñación era, aparentemente, mejor que sus predecesoras, manteniendo la iconografía que tanto caracterizaba a esta serie.
Además, estas pequeñas monedas están cargadas de una fuerte simbología, sobre todo en el reverso, donde se muestra un radiante y robusto león (Virtuoso Protector) que representaba la fuerza del Imperio y su dimensión global. También señalar que este león está presente en las monedas de aquellos territorios que eran considerados como “Indias”, como es el caso de la propia “India británica” o de Sri-Lanka, que aún conservan tales símbolos en la actualidad.
Finalmente, señalar que la desconfianza de la población era tal, que la confianza en el nuevo circulante no llegó nunca a materializarse, siendo retiradas al poco tiempo de haberlas emitido y centrando, años después, el comercio en las conocidas monedas de plata, con sus céntimos de Peso y las acuñaciones, en Pesos filipinas, fabricados en oro.
Fotos:Fotos de la subastaMis fotosEspero que os guste!
Saludos.