¿Cómo juzgar a esos españoles del exilio que trabajaron con Falange?
Esto es verdad. Es un hecho. Sobre todo, en los dos primeros años. Cuando vieron que Alemania perdía la guerra, ya se fueron apartando. Pero todos esos hombres con sus currículos de comunistas o de republicanos intachables colaboraron en las actividades de Falange. ¿Cómo lo valoras? Los puedes juzgar como si fueran unos chaqueteros o unos jetas, y, hombre, alguno era un jeta y un chaquetero, pero la inmensa mayoría, no. Eran personas que querían sobrevivir, que habían sufrido una guerra muy dura, que habían sido derrotados y que consideraban que no podían aguantar una segunda derrota. En líneas generales, considero que la misión del escritor es mucho más comprensiva hacia estas actitudes que la posición del ideólogo. Para un ideólogo, esto sería una claudicación inaceptable y trataría de ocultarla. De hecho, es lo que hacen. Casi nadie sabe que los artistas españoles en París colaboraron en las actividades culturales del régimen franquista... Esto se oculta porque rompe los esquemas maniqueos y grotescos de la memoria histórica. Un caso interesante...
La realidad es que el 90 por ciento de los jóvenes españoles que participaron en la Guerra Civil española no eran de izquierdas o derechas. Eran de Zamora o de Valencia. Si el movimiento había triunfado en una ciudad, los alistaban en el Ejército franquista y si estaban en Valencia, en el Ejército Republicano. Es tan sencillo como eso. Y luego eran personas que por mucho que tuvieran una ideología, eran seres humanos y tenían debilidades y necesidades.