La historia de Roma es fuente inagotable para todo tipo de formato audiovisual... Momentos épicos frisando la gloria y otros de completo abatimiento... Imaginaos la carga histórica, no exenta de dramatismo extremo, que embarga el apartado que hoy abordamos... Sobraría cualquier presentación acerca de su ya célebre protagonista...
Publio Quintilio Varo (Cremona, 47/46 a.C. - Wiehengebirge, 9 d.C.) fue elegido cónsul en el año 13 a.C. junto con el futuro emperador Tiberio, para ser nombrado luego procónsul en África y legado propretor en Siria. Posteriormente ocupará Jerusalén para detener las revueltas de Judea tras la muerte de Herodes I el Grande, lo que condujo a la crucifixión de 2.000 rebeldes. Allí amasaría una importante fortuna personal...
Augusto lo enviará en el año 9 d.C., como legado a la región de Germania, zona que había sido añadida al imperio tras las incursiones de Druso primero y de Tiberio después, aunque esa dominación era más nominal que real. El emperador confiaba en que Varo afianzaría el dominio romano, que solo era real en la costa, lo que ahora serían los Países Bajos y el norte de Baja Sajonia. En cambio, la zona ubicada entre los ríos Rin y Elba era asignatura pendiente. Para algunos, las supuestas extrema codicia, falta de sensibilidad y el uso de métodos de romanización demasiado expeditivos por parte de Varo, agravaron aún más la hostilidad, latente siempre en la población germana Al principio logró entablar buenas relaciones con algunos nobles germanos, destacando Cayo Julio Arminio, heredero de uno de los cacicazgos queruscos más importantes. Esta confianza ciega en Arminio se convertiría a la postre en su flagrante ruina.
Arminio era el hijo del jefe de la tribu querusca; cuando los romanos conquistaron la zona en el año 18 a.C, fue tomado como rehén junto con otros niños nobles para asegurar que las tribus honraran los acuerdos establecidos por el Imperio. Arminio obtuvo ciudadanía romana y recibió la misma educación que cualquier niño de la aristocracia, circunstancia propicia para él, toda vez que le posibilitó conocer a fondo el funcionamiento del sistema imperial. Tal es así que a su regreso a su tierra natal, ocupará el cargo de comandante de las tropas auxiliares germánicas. A pesar de ser un perfecto soldado romano, Arminio nunca olvidó su origen, planeando liberar a su pueblo del yugo romano... Varo siguió las sugerencias de su “abnegado” amigo, aun cuando el jefe germánico Segestes, padre de la esposa de Arminio, fue a informarle de la traición que planeaba el querusco. Al parecer la enemistad entre los dos germanos se debía a que Thusnelda, hija de Segestes, se había fugado con Arminio en contra de la voluntad de su padre. Varo decidió ignorar las acusaciones de Segestes.
En desastrosa deriva de los acontecimientos, Varo se internaría imprudentemente en territorio hostil engañado por Arminio, con tres legiones de élite, las XVII, XVIII y XIX, tres alas de caballería y seis cohortes. Se estima que el ejército de Varo pudo haber tenido entre 20.000 y 30.000 hombres, incluyendo soldados y civiles que acompañaban a la milicia. Los romanos viajaban, además, con numerosos carros de equipaje, jalados por mulas en los que llevaban provisiones, equipo y armamento para los legionarios, y herramientas y materiales para sus campamentos. Todo esto hacía que la columna avanzara muy lentamente... Lo que ocurrió a continuación ha sido objeto de conjeturas, con mayor o pírrico acierto llevados a la pantalla o a la literatura.... Sean como fueren las reconstrucciones, todas conducen al incuestionable desenlace: los romanos fueron masacrados, probablemente en septiembre de 9 d. C., tras una sangrienta y brutal emboscada, elongada agónicamente en varias, acaso tres jornadas: la llamada “Batalla del Bosque de Teutoburgo” o, también “Varusschlacht” (Batalla de Varo), aparte de “Clades Variana” (o el desastre de Varo). Recientes investigaciones arqueológicas dirigidas por W. Schluter sitúan el emplazamiento del combate en Kalkriese, en las faldas de los montes Wiehen, al norte de Osnabrück, a unos 45 km del monumento que los nacionalistas alemanes erigieron en el s. XIX, en conmemoración de la victoria germana. Al parecer, podríamos identificar la 19ª legión en Kalkriese, resumen los investigadores Diekmann, Prange y Burmeister; aunque la investigación siga en curso, para la arqueología, el análisis a través de la huella metalúrgica específica de dicha legión, es una gran oportunidad y abre posibilidades completamente nuevas.
En fin, nuestro infausto protagonista, herido en la batalla, se supone que ante el riesgo de caer en manos del enemigo, y siguiendo la tradición familiar de su padre y de su abuelo, optó por suicidarse. Su cabeza fue remitida como trofeo de guerra a Marbod, rey de los marcomanos, pero éste, temiendo la ira romana, la envió a Roma donde fue finalmente enterrada en el panteón familiar. La mayoría de los oficiales romanos de alto rango acaso serían llevados a las arboledas sagradas, donde los germanos los ejecutarían tras impía tortura.
Tan impactante fue el golpe para el prestigio militar de Roma, que los números de las legiones derrotadas (XVII, XVIII y XIX) nunca más volvieron a utilizarse; tras esta derrota, se creó el limes del Rhin y en ese momento, Tiberio, ya como emperador, envió a su sobrino Germánico a vengar dicha derrota, consiguiendo vencer a Arminio. No se hicieron más intentos de someter a los alemanes más allá del Rin hasta el reinado de Domiciano, culpándose a Varo por el colapso de la política imperial en Alemania.
Suetonio dejó escrito que Augusto, meses más tarde, donde pesadillas y desaliño hicieron presa de él, seguía afectado por el desastre, golpeándose la cabeza contra las paredes repitiendo la misma retahíla, desde que se enteró del desastre, a la par que se rasgaba las vestiduras: "Quinctili Vare, legiones redde (!)".
La victoria germánica frenó de golpe la expansión romana al este del Rin, convirtiendo a Arminio en toda una leyenda para los germanos. Mis amigos teutones bien me lo repiten cuando se suscita el tema, con atracciones turísticas inclusive: aquella batalla es símbolo fehaciente de afirmación nacional y Arminio, héroe patrio...
Os presento la serie completa de este tipo, jalonada por los 3 años sucesivos de su cargo en Siria, entre el 7 y el 4 a.C. Debo advertir que son amonedaciones en general bastante mediocres, pese a todo he intentado preservar mínimos estándares en los ejemplares adquiridos... Huelga decir, entonces por qué son tan apreciadas...
Están alienadas por el año en que se martillearon, como podéis comprobar en sus respectivos reversos, siendo las de abajo las primeras en acuñarse (7/6 a.C.) y la más alta, la última (5/4 a. C.)
SELEUCIS y PIERIA, Antioquía del Orontes. Æ Trichalkon AE(media en torno a los 7,75 g y 21 mm.). Acuñadas bajo P. Quinctillius Varus, gobernador de Siria (7 – 4 a.C.) en tiempos del emperador Augusto (27 a.C. - 14 d.C.)
Anverso: Cabeza de Zeus a la derecha, laureada; borde punteado. Anepígrafo.
Reverso:ΑΝΤΙΟΧΕΩΝ ΕΠΙ ΟΥΑΡΟΥ. Tyche, sentada a la derecha sobre una roca, con quitón, peplos y corona torreada, sosteniendo una palma en la mano derecha; a los pies, el dios fluvial Orontes nadando a la derecha; borde punteado. Marca del año en el campo derecho, de arriba abajo en la imagen del reverso:
ZK: 5/4 a.C. Referencia: RPC online Vol. I 4252. BMC 59. McAlee 87
ϚΚ (como una R tumbada y K): 6/5 a.C. Referencia: RPC online Vol. I 4245.BMC 58. McAlee 86
ΕΚ: 7/6 a.C. Referencia: RPC online Vol. I 4242.BMC 57. McAlee 85
Aprovecho para desearos lo mejor en lo que queda de verano!!!