Carlos IVRey de España (Portici, Nápoles, 1748 - Roma, 1819). Sucedió a su padre, Carlos III, al morir éste en 1788. Fue un rey poco inclinado a los asuntos de gobierno, que dejó en gran medida en manos de su esposa María Luisa de Parma y del amante de ésta, Manuel Godoy. Inicialmente siguió el consejo de su padre de mantener en el poder a Floridablanca, pero en 1792 acabó por sustituirlo, primero por Aranda y luego por Godoy, que se mantendría como valido hasta el final del reinado.
Éste vino marcado por la Revolución francesa de 1789, que puso fin a los proyectos reformistas del reinado anterior y los sustituyó por el conservadurismo y la represión, ante el temor a que tales hechos se propagaran a España.
Desde 1792, además, el desarrollo de los acontecimientos en Francia condicionó la política internacional en toda Europa y arrastró también a España: tras la ejecución de Luis XVI por los revolucionarios, España participó junto a las restantes monarquías europeas en la Guerra de la Convención (1794-95), en la que resultó derrotada por la Francia republicana.
Cambió entonces Godoy el signo de la política exterior, alineándose España con Francia por los dos tratados de San Ildefonso (1796 y 1800); en consecuencia, España colaboró con Francia en su guerra contra Inglaterra de 1796-97, de nuevo en 1801 atacando a Portugal (Guerra de las Naranjas, que proporcionó a España la población de Olivenza) y, por último, en 1805, poniendo la flota española a disposición de Francia para enfrentarse a Gran Bretaña en la batalla de Trafalgar (en la que se perdió la escuadra).
Con tal sucesión de guerras se agravó hasta el extremo la crisis de la Hacienda; y los ministros de Carlos IV se mostraron incapaces de solucionarla, pues el temor a la revolución les impedía introducir las necesarias reformas, que hubieran lesionado los intereses de los estamentos privilegiados, alterando el orden tradicional.
Esa descomposición de la Monarquía se agudizó tras el Motín de Aranjuez (1808), por el que el príncipe heredero, Fernando VII, apartó a su padre del Trono y se puso en su lugar. Carlos llamó entonces en su auxilio a Napoleón, con quien había acordado poco antes dejar paso libre a las tropas francesas para invadir Portugal y luego repartírselo entre ambos; pero, aprovechando la debilidad de los Borbones españoles, Napoleón prefirió ocupar también España (dando comienzo la «Guerra de la Independencia», 1808-14) y se llevó a la familia real a Bayona (Francia).
Allí hizo que Fernando devolviera la Corona a Carlos, que a su vez se la cedió a Napoleón -como le había prometido-, para que éste terminara por entregarla a su hermano José I. Carlos permaneció prisionero de Napoleón hasta la derrota final de éste en 1814; pero en aquel año fue Fernando VII el repuesto en el Trono español, manteniendo a su padre desterrado por temor a que le disputara el poder. Carlos y su esposa murieron exiliados en la corte papal.
Aquí os traigo 8 Escudos de México del año 1805.Breve historia de la Ceca de México.Como es bien sabido, hasta antes del virreinato, no existía en Mesoamérica una forma de pago única, siendo diferentes objetos utilizados para comerciar. Cuentas de jade o jadeíta (chalchihuis), plumas de aves, mantas de algodón, cacao, etc., eran algunos de los tantos objetos.
Con la Conquista y el posterior Virreinato, se hizo necesario la acuñación de una moneda única y que sirviera en todo el territorio. En parte, tuvo que ver la gran cantidad de recursos que existían para la acuñación, tales como oro, plata y cobre.
Fue hasta 1535, que al arribo del primer virrey de México: Don Antonio de Mendoza; se fundó la primer Casa de Moneda de México, y de todo el continente americano.
Se dice que fue la primera de México, porque en estos tiempos ya existía el término México para nombrar a la capital de la Nueva España. Incluso, antes del virreinato, México ya había sido fundado 200 años atrás.
Sin embargo, Don Antonio necesitaba del mandamiento real para llevar a cabo esta tarea. Por ello, recibió de los Reyes españoles, una cédula real para fundar la Casa de Moneda. En ella, se especificaba lo siguiente:
«Y PÓNGASE EN LA PARTE DONDE HOBIERE LA DEVISA DE LAS COLUNAS UNA M LATINA, PARA QUE SE CONOZCA QUE SE HIZO EN MEXICO»
Con esto, desde el Virreinato, se instauró este particular sello de la «M» y la «O»; que hasta nuestros días sigue vigente.
Como dato adicional, mientras Don Antonio vivía en Europa, trabajo en una Casa de Moneda. Por lo que, contaba con la experiencia necesaria.