Al igual que en los casos anteriores de Bilbao y Santander, Asturias también queda aislada del resto de provincias de la zona republicana durante la Guerra Civil española, por lo que no tiene acceso a los billetes emitidos en esas zona.
Por Decreto de la Dirección General de Hacienda del Consejo de Asturias y León de octubre de 1936, se crea la Caja Central de Depósitos, a la que se incorpora el activo y el pasivo de la Banca privada establecida en Gijón. El consejo directivo está formado por diez miembros de los diversos sindicatos existentes, siendo el presidente el Delegado del Departamento de Hacienda.
Emisor: España - Municipio de Gijón (Provincia de Oviedo)
Entidad Emisora: Banco de España
Período: Segunda República
Tipo: Billete Circulación Local
Año: 1937
Desmonetizado: Sí
Valor: 100 Pesetas
Unidad Monetaria: Peseta
Composición: Papel
Tamaño: 145 × 83 Milímetros
Forma: Rectangular
Imprenta: Control de Litografía" de Gijón,
Anverso: Letras azules y marco perimetral ornamental, escudo de armas de la República Española a la izquierda y emblemas ovalados de Asturias y León debajo. Texto: EL BANCO DE ESPAÑA / GIJÓN - PAGARÁ AL PORTADOR CIEN PESETAS - TIENE FONDOS / BANCO DE ESPAÑA - EMISIÓN SEPTIEMBRE 1937
Reverso: Letras azules y encuadre perimetral ornamental con granjeros arando manualmente y con dos bueyes. / Texto: BANCO DE ESPAÑA - 100 - PAZ Y TRABAJO
Sistema de escritura: Latina
Nota: El Consejo de Asturias acordó emitir 60 millones de pesetas en cheques con cargo a la Sucursal del Banco de España en Gijón con fondos del Tesoro Público, con el fin de cobrar los cheques emitidos en 1936 y devolver a los Bancos la cantidad incautada de 18.002.201 pesetas. Debido a la orden ministerial dictada el 14 de enero de 1937 por el Gobierno de Valencia, por la que se desautorizaba la emisión de vales, cheques o pagarés con la firma de las Sucursales del Banco de España, se decidió suspender la emisión acordada. Por ello, la Sucursal del Banco de España en Gijón no autoriza la emisión de nuevos cheques a favor de la Caja Central de Depósitos, cuya emisión había alcanzado ya el valor de más de 44 millones de pesetas. Dicha cantidad fue abonada por el Ministerio de Hacienda, devolviendo lo incautado a la Banca privada.