Moneda conocida y atractiva por el mostacho del protagonista. No hace muchos meses
@10 pfennig subió otra con una explicación sobre la leyenda del canto de
@JULEN que desconocía y que me atrevo a copiar el enlace porque me parece muy interesante.
Gracias a ambos.
Metal: plata 835 ml
Alineación: moneda
Peso: 9'80 g
Diámetro: 27 mm
Ceca: Roma
Anverso: busto, UMBERTO I RE D'ITALIA
Reverso: Escudo, L2
Canto: grabado *FERT*FERT*FERT*lazo
http://julennumismatika.blogspot.com/2012/12/fert-fert-fert-en-las-monedas-del-reino.html¿Quién no ha tenido el sueño de tener colgada en casa una obra maestra de la pintura?
Ese privilegio ha estado reservado a reyes, nobles, órdenes religiosas y clases pudientes sin excepción; o con alguna muy puntual.
Durante 28 meses Vincenzo Peruggia tuvo el placer, el honor, y la dicha de poder contemplar a su antojo, de hablar con ella e incluso compartir mesa y mantel con la más famosa mujer retratada por un artista.
El
21 de agosto de 1911 fue sin duda un día de mucho calor en la historia del
Louvre. Vincenzo, cuando era empleado del museo, fue el encargado de velar el retrato de
La Gioconda, y de la misma manera que lo cuidó: lo sacó y se lo llevó a su casa. Si contó con la ayuda de alguien más queda por revelarse: El caso fue que, vestido con una bata blanca como los empleados del museo, separó el lienzo del marco, lo puso bajo su bata y, como alma que se lleva el diablo, se lanzó rumbo hacia la estación Quai d'Orsay, desde donde salió de Paris con tan distinguida compañía.
Para mayor descrédito del museo, el robo fue descubierto por un famoso copista al día siguiente, cuando se plantó delante del hueco en la pared para calcar la famosa obra. Pensando que había sido trasladado a una sala donde se fotografiaban los cuadros, preguntó a un vigilante cuando sería devuelto a su lugar en la pared y…, ahí empezó todo.
Del robo se acusó a
Picasso y
Guillaume Apollinaire, que meses antes se habían visto envueltos en la compra de dos estatuillas ibéricas que el belga
Honoré-Joseph Géry Pieret había robado del Louvre.
También estuvo en la diana el famoso ladrón de la época
Eddie Guerin, pero
William Pinkerton (hijo del famoso Allan Pinkerton, fundador de la primera agencia de detectives del mundo), lo descartó tras investigarlo.
Incluso se especuló con que fuera un robo por encargo del banquero coleccionista
J.P.Morgan.
Lo cierto es que la
Monna Lisa desapareció sin dejar rastro.
La pintura se recuperó dos años y cuatro meses después del robo. Peruggia, harto de esperar, quiso vender el cuadro al director de la
Galería degli Uffizi, y este al ver la obra de arte lo puso en conocimiento de la autoridad.
Durante el juicio Vicenzo Peruggia argumentó que el robo fue para devolver a la patria el cuadro que había robado
Napoleón durante su campaña en Italia, sin saber que fue una compra a
Leonardo da Vinci de
Francisco I, y que él solo era víctima de una estafa.
Nunca se supo cuales fueron los motivos que impulsaron a Peruggia a robar el cuadro, pero se dice que el vividor argentino
Eduardo Valfierno (autodenominado Marqués de Valfierno), ideó una estrategia para financiar su vida disoluta, inmersa en el derroche. La artimaña consistía en que el falsificador de pintura
Yves Chaudrón realizara seis copias de gran calidad de la pintura, sobre madera antigua de álamo y con los ingredientes propios de la época. Valfierno se encargaría de contactar con ricos hombres de negocios norteamericanos a los que venderían las seis copias, creyendo cada uno de ellos que compraban el original. Para ello solo necesitaba que el cuadro fuera robado y escondido un tiempo. Valfierno convenció a Vincenzo de que lo hurtara a cambio de una suma importante de dinero, pero una vez robado no volvío a ponerse en contacto con Peruggia. Los compradores jamás denunciaron haber sido estafados, de ser real esta hipótesis.
Vincenzo Peruggia nació el
8 de octubre de 1881 y murió el mismo día de su cumpleaños, 44 años después.