Hola a tod@s, hoy presento ante ustedes una pieza diferente en lo que a singularidad se refiere. Se trata de
2 Reales acuñados en
Guatemala en el año
1737 a nombre del nuevo monarca borbónico
Felipe V. La pieza tiene las características propias de las “macuquinas”, unido a un cierto desgaste que hace que sus detalles se vean parcialmente, llegando incluso a desaparecer casi por completo. Monedas como la que se muestran en esta ficha era parte del rico y diverso numeral que corría por mi tierra, las
Islas Canarias hasta que en
1774 se pondría fin a toso este caos.
Datos de la pieza:Nominal: 2 Reales (“Macuquina”)
Año: 1737
Ceca: Guatemala (“*G* a ambos lados de la fecha; en el reverso)
Diámetro: 27 mm
Peso: 6,4 gr
Canto: Liso e irregular
Forma: Irregular y sin perforaciones.
Acuñación: A martillo.
Metal: Plata de 917 milésimas.
Estado de conservación: BC+/MBC-. Como puede verse, el anverso deja visibles algunos de los elementos clave para su identificación, como el valor nominal, parte de la tipología central y algunos tramos de las leyendas. El ensayador no es visible, pero por la fecha puede identificarse. Suave desgaste en el centro, sin marcas o golpes. El reverso presenta muestra las características iconográficas del “columnario” de forma parcial, así como la fecha. Las marcas de la ceca no están disponibles, al igual que casi toda la leyenda. Ciertas zonas con desgaste, sin marcas o golpes. Buen ejemplar para este tipo. Pátina oscura en ambas caras. Acuñación irregular.
Variantes: Existen variantes relacionadas con la iconografía general del “columnario” (reverso), así como las letras de los ensayadores, rectificaciones de fechas o tipos y forma de la acuñación (redonda o irregular). Como vemos, para este numeral y ceca en concreto, es totalmente irregular por lo que no hay dos ejemplares iguales.
Referencias bibliográficas: “AC.
#1008 (Tipo 131)”
Número de piezas acuñadas: N.D.
Ensayador: José Eustaquio de León y Losa (Sigla "J”)
Reinado: Felipe V “El Animoso” (1700-1724) y (1724-1746)
Dinastía: Casa de Borbón
Simbología:Anv.: “
PHILIP • V • D • G • HISPAN • ET • IND • REX *” [LEYENDAS PARCIALMENTE VISIBLES] alrededor de un escudo que guarda las armas de los reinos de Castilla, León y Granada con un escusón central que contiene las 3 flores de Lis borbónicas. A la izquierda, la sigla del ensayador, “
*J*” y, a la derecha, el valor nominal, “*
2*”. Suave desgaste en el centro, sin marcas o golpes. La pieza no ha sido agujereada. Pátina oscura.
Rev.: “
VTRAQUE VNUM *G*1737 *G*” [LEYENDAS DE FORMA MUY PARCIAL] alrededor de la representación de dos columnas de Hércules coronadas con cintas en el cuerpo de las mismas que guardan el lema “
PLVS” (izq.) y “
VLTRA” (dcha). En el centro, dos esferas con el continente europeo, africano y parte de Asia (dcha) y el nuevo continente americano (izq.). Suave desgaste en los motivos centrales, sin marcas o golpes. La pieza no ha sido agujereada. Pátina oscura.
Observaciones: La pieza presenta una acuñación irregular, típica de esta ceca en este reinado, así como ciertos signos de desgaste, pero que no afectan a al interés que suscita debido a su belleza. Estas monedas ya de por sí se acuñaban con notables deficiencias, es por ello que vemos formas irregulares, variantes y defectos de acuñación que hacen de cada una de estas monedas un ejemplar único. No obstante, esta plata amonedada de bajo valor, haciendo referencia a los valores de 1/2, 1 y 2 Reales circulaba con mayor frecuencia entre particulares y, junto con los numerales de cobre, constituían la base del pequeño comercio en el día a día. En determinados territorios de la Corona hispánica, el circulante era siempre el mismo y era aprovechado por personas sin escrúpulos para limar los cantos y/o cercenar las piezas, produciendo la consiguiente merma en el peso de estas monedas. Esta circunstancia unida a al desgaste continuo por el uso favorecía que la mayor parte de ejemplares casi no tuvieran visibles los principales motivos de cada moneda o incluso, estos desaparecieran, valiéndose de forma obligatoria del peso para saber qué valor tenemos entre manos. Si además, el peso también fallaba, ya se forma un caos muy difícil de solucionar, un cóctel que estuvo presente en Canarias durante varios siglos y, donde las piezas como la que ilustra esta ficha, utilizadas de forma habitual, siendo más apreciadas que las de reinados anteriores, sobre todo frente a aquellas que se batieron a nombre de los Reyes Católicos y que aún corrían por esta tierra en muy mal estado.
Información adicional: Los problemas existentes en Canarias relacionados con la falsificación del circulante, su gran deterioro y los problemas de aceptación del numeral entre la población y los navegantes que llegaban a sus puertos se habían convertido en un problema que amenazaba con colapsar definitivamente las transacciones comerciales en las islas. Por ello, mediante Real orden en 1774 se encarga acuñar unos 20.000 pesos de vellón a la ceca de Segovia (con valor de 1, 2, 4 y 8 Maravedís) y 60.000 pesos en moneda menuda de plata a la ceca de Sevilla (con valor de 1/2, 1 y 2 Reales) con destino las Islas. El receptor de la orden en la ceca de Sevilla sería D. José Lasso.
El 04 de junio de ese año, se comunica desde la mencionada ceca que la plata suministrada era insuficiente para el cumplimiento del encargo realizado, aunque esto no fue impedimento para que, por Real Orden del 16 de junio se exigiera el cumplimiento íntegro. Así, el 6 de agosto se pudo comunicar, finalmente, la conclusión de los trabajos y, durante los primeros días del mes de noviembre, la moneda fue entregada al administrador de rentas de Cádiz.
Finalmente, por medio de la denominada “Junta Reservada”, confirmada el 16 de septiembre de 1774, se acordó la distribución del nuevo numerario acuñado para Canarias (tanto de cobre como de plata) y la correspondiente retirada de todo aquel “numerario provincial” que tantos problemas había ocasionado. Al año siguiente, en 1775, llegó a la isla de Gran Canaria el nuevo Comandante General, D. Eugenio Fernández de Alvarado, Marqués de Tabalosos, y entre los mandatos encomendados tendría el dar cumplimiento a la Real Orden de extinguir toda la “moneda provincial” de Canarias y sustituirla por la de nuevo cuño, recién llegada de la Península. Todo ello, con la famosa “Pragmática Sanción de 1776”, por la que se extinguen las monedas de plata y vellón en las Islas.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.