Los romanos que tenían en gran alta consideración al honor (dios Honos), levantaron templos consagrados junto a la Virtud, Honos et Virtus.
Claudio Marcelo en el año 222 a.C. prometió un templo a Honos y Virtus y tras la toma de Siracusa restauró el antiguo templo a Honos divinidad
que tenía su fiesta el 17 de julio y construyó uno nuevo a Virtus.
El Templo del Honor y el de la Virtud estaban juntos y dispuestos de tal manera, que para entrar en el primero, era preciso pasar antes por el segundo.
Al Honor se le erigieron numerosos templos.
Templo octástilo conteniendo en el centro a figura femenina estante sobre pedestal portando cetro largo y cornucopia; en el frontón figura masculina sacrificando sobre altar, al lado figuras pequeñas arrodilladas y en la azotea más estatuas. El templo representado es incierto, pero podría tratarse del templo de Honos, restaurado sobre el 107-113 d.C. As de Trajano. 103-111 d.C.