Hola a tod@s, hoy voy a traer una monedilla que tiene una importantísima carga histórica a sus espaldas, siendo la base del sistema áureo durante el Imperio Español, clave en las transacciones internaciones y principal divisa a nivel mundial durante varios siglos. Para este caso, tenemos esta monedilla de
2 Escudos acuñados en
1804 en la ceca de
Madrid y a nombre del monarca
Carlos IV. Es importante señalar que, justo esta pieza, era conocida popularmente como “
doblón” y hoy es un símbolo indiscutible de la inmensa riqueza del Imperio Español.
Datos de la pieza:Territorio: Reino de España
Nominal: 2 Escudos/”Doblón”
Año: 1804
Ceca: Madrid (sigla “M” coronada; en el reverso)
Diámetro: 22 milímetros (aprox.)
Peso: 6,7 gr (aprox.)
Grosor: 1,1 mm
Canto: Patrón lineal
Forma: Redonda
Alineación: Medalla (0º)
Acuñación: Prensa de volante
Metal: Oro de 875 milésimas.
Estado de conservación: MBC-/MBC+. En lo relativo al anverso, se aprecian las leyendas perfectamente marcadas y legibles, así como el retrato del monarca, éste último con cierto desgaste sobre la peluca y la ropa. Sin golpes ni arañazos, pero con ciertas marquitas sobre el campo. En el reverso, podemos leer la leyenda perfectamente, con todos los detalles del escudo bien marcados y definidos. Sin desgaste aparente, golpes, marcas o arañazos. Se evidencia cierta suciedad en torno a las leyendas y zonas de mayor relieve en ambas caras. Restos de brillo original y suave pátina.
Variantes: Existen diferentes tipos de variantes que afectan a las leyendas de este numeral, así como a las siglas de los ensayadores. Sobre todo, es relativamente habitual encontrar rectificaciones en la fecha y las siglas de los ensayadores. En este caso,
no se incorpora un punto después de la palabra “
HISP”, en el anverso.
Referencias bibliográficas: “KM
#435”
Ensayadores: Francisco Herrera y Antonio Goicoechea (Siglas “FA”).
Reinado: Carlos IV “El Cazador” (1788-1808)
Dinastía: Casa de Borbón
Simbología: Anv.: “
CAROL. IIII. D.G. HISP ET. IND. R. .1787.” alrededor del busto con peluca y armadura del monarca mirando hacia la derecha, con el Toisón de Oro colgando del cuello. Desgaste sobre peluca y ropa. Ciertas marquitas sobre el campo. Signos de suciedad en leyendas y zonas de mayor relieve. Restos de brillo original y suave pátina.
Rev.: “
.IN. UTROQ. FELIX. .AUSPICE. DEO.” alrededor de una representación del escudo coronado con las armas de Castilla, león y Granada en el escudete central, con las flores de Lis borbónicas dentro del escusón. Alrededor del mismo, escudos de los territorios donde el monarca ostenta derechos dinásticos y, todo ello, bordeado por el collar de la Orden del Toisón de oro. Debajo del mismo, letra “
.M.” coronada relativa a la ceca de Madrid y siglas “
.FA.” en alusión a los ensayadores. Sin desgaste aparente, golpes, marcas o arañazos. Signos de suciedad en leyendas y zonas de mayor relieve. Restos de brillo original y suave pátina.
Observaciones: Las acuñaciones áureas de los borbones se realizaban en torno a las 917 milésimas (hasta 1764), es decir, unos 22 quilates aproximadamente y de entre 911 y 917 milésimas desde 1764 hasta 1772. Esto supuso que siguieran siendo aceptadas a nivel mundial, siendo el soporte de pagos a nivel internacional por excelencia hasta el punto que habían territorios, sobre todo en Oriente Próximo y Asia, donde únicamente aceptaban la divisa española como medio de pago, obligando a otras potencias europeas a cambiar sus monedas por el numerario español para poder acceder a estos ricos mercados. Sin embargo, las finanzas de la Corona española no siempre estaban saneadas, adoptando diferentes tipos de medidas para tratar de parchear un problema que ya era endémico en la Metrópoli desde la época de los Austrias. Para el caso que nos ocupa, se tiene constancia que se legisló activamente en materia monetaria, en clara referencia a la “Real Orden del 18 de marzo de 1771” y a la “Real Pragmática del 29 de mayo de 1772”, en referencia al numeral acuñado en plata y oro, en todas las cecas del Reino. Sin embargo, no toda la información llegó a ser pública, pues el monarca español envió sendas órdenes a los responsables de las distintas cecas, para que se rebajase la ley de las monedas acuñadas, sin que esto llegase nunca a trascender. Como resultado y, de acuerdo a un análisis del metal áureo realizado en varios estudios durante el siglo XIX, se detecto que las monedas acuñadas entre 1772 y 1786 contenían una menor pureza del metal que lo que la Ley recogía, pasando de las 917 milésimas iniciales (22 quilates) a 893 milésimas (21,42 quilates aprox.), pero manteniendo los mismos valores, pesos, tamaños y tipología de los reinados anteriores. En algunos casos, incluso se llegó a detectar una ley aún menor, variando desde las 809 hasta las 813 milésimas según el tipo de nominal.
Lógicamente esta variación fue detectada poco después, primeramente, ante una importante remesa del Tesoro a la Santa Sede y, posteriormente, por otros países y comerciantes particulares. Sin embargo, el prestigio acumulado por nuestra divisa no se vería mermado por este “fraude de Estado” y el numerario español seguiría aún siendo por varias décadas más, el más abundante y utilizado en el comercio internacional.
Para el caso que nos ocupa y, lejos de mejorar, supuso una nueva devaluación de la ley del metal, situándose en las 875 milésimas, algo que se mantendría durante los reinados de Carlos IV y Fernando VII.
Fotos:Espero que os guste!
Saludos.