El Templo de la Concordia en la antigua ciudad de Roma fue el principal templo de la ciudad dedicado a la diosa de la Concordia. Se encontraba en el extremo occidental del Foro Romano. Puede que en origen se remontara al siglo VI a.C., pero no hay acuerdo sobre su datación exacta. Fue destruido y restaurado varias veces a lo largo de su historia, y su última restauración, entre los años 7 y 10 a.C. bajo el emperador romano Tiberio.
La historia del templo se remonta a las luchas civiles del principio de la República. Para celebrar la pacificación entre patricios y plebeyos tras la aprobación de las leyes Licinias en 367 a.C., el Senado ordena la construcción del templo en honor de la Concordia que Marco Furio Camilo había prometido si la paz se restablecía.
Una primera reedificación se debe en 121 a.C. al cónsul Lucio Opimio (quien también habría mandado edificar la Basílica Opimia en su vecindad), tras el asesinato de Cayo Graco.
Tiberio reconstruyo el templo entre los años 7 a.C. y 10 d.C. Esta reconstrucción es la que se ha conservado, que tiene la curiosidad (compartida con el vecino templo de Vespasiano y Tito) de tener una cella más ancha que larga (45x25 metros), sobre un podio con escalinata de acceso central precedida por un pronaos de seis columnas corintias.
Este templo principal en el Foro de Roma parece que ha sido el modelo para templos de la diosa Concordia en otros lugares del imperio. Una reproducción de este templo se encuentra en Mérida (España). Otros que actualmente se conservan son el Templo de la Concordia (Agrigento), situado en el Valle de los Templos de Sicilia
Fachada del templo hexástilo de la Concordia. Concordia entronizada a izq. en el centro del templo; estatuas de Hércules a izq. y de Mercurio a dcha.; arriba estatuas de Júpiter, Juno, Minerva y Victorias. Sestercio de Tiberio. Roma 25-26 d.C.