Vamos con una de esas monedas portuguesas que en los años 80 y 90 del siglo pasado Portugal acuñó para conmemorar diferentes acontenimientos y personajes históricos.
Ésta es la dedicada al rey Juan II, apodado "el Príncipe perfecto".
Juan II era hijo de Alfonso V, "el africano" y fue coronado rey de Portugal en 1477 cuando su padre se retiró a un monasterio.
Participó junto a su padre en las campañas africanas y en 1476 se enfrentó a las tropas castellanas en la batalla de Toro, durante la guerra de sucesión castellana. Batalla de resultado incierto (ambos bandos se atribuyeron la victoria) pero que politicamente fue una derrota de la pretendienta Juana "la Beltraneja", pues poco después Alfonso V firmaba el tratado de Alcáçovas por el que reconocía a Isabel I como reina de Castilla.
Tras su ascenso al trono tuvo que reprimir las conspiraciones que la pujante nobleza portuguesa tramaban contra su persona. No dudando en ejecutar o en el mejor de los casos enviar al exilio a quienes se le sublevaban. Entre ellos su primo y cuñado el duque Diego de Viseu y el obispo de Évora. Refiriendose a los nobles rebeldes afirmó: "Yo soy el señor de los señores, no el sirviente de los sirvientes".
Bajo su reinado se reiniciaron las exploraciones marítimas iniciadas por Enrique "el Navegante" (tio-abuelo suyo), descubriendose la desembocadura del rio Congo, se rodeó el cabo de Buena Esperanza, se colonizaron las islas de Santo Tomé y Príncipe y una expedición terrestre llegó a Etiopía en busca del legendario reino del Preste Juan.
Y el 7 de junio de 1494 se firmaba el Tratado de Tordesillas que establecía las zonas de influencia y conquista portuguesa y castellana de las tierras descubiertas y las por descubrir.
Murió, sin dejar un descendiente varón, el 25 de octubre de 1495. Su sepulcro, bastante austero, está en el panteón real del monasterio de Batalha.
Su apodo "Príncipe perfecto" por el que ya era conocido en su época, proviene de la obra de Nicolás Maquiavelo "El Principe", ya que según sus contemporáneos vivió de acuerdo con la idea de como debía ser y comportarse un perfecto príncipe, tal y como se mostraba en dicha obra.
La moneda de 200 escudos se acuñó en 1995 en el 5º centenario de su fallecimiento, por la
Imprensa Nacional-Casa da Moeda de Portugal, tiene 36 mm y pesa 21,10 g. La tirada fue de 750.000 piezas.
En el anverso el escudo portugués y el pelícano alimentando con su sangre a sus polluelos, que tomó como emblema de su reinado, junto al lema
Pola lei e pola grei (Por la ley y el pueblo).
En el reverso el rey sujetando la maqueta de un navío.
KM#673