Tenía la enorme magia de poder bajar los brazos del rival, tenía un fabuloso tiro en suspensión (video 2'17"), tenía un buen equipo con él, tenía unos rivales que le hacía aún mas grande al superarles, tenía el fabuloso control de saber la distancia al aro incluso mirando a la bombilla sin levantar cabeza.
Jugaba muchas veces con la "permisividad" del porcentaje que entregaba ese deporte al espectáculo, por parte de los rivales y del arbitraje. Sacaba aplausos hasta de los rivales humillados, fijaos en el video 3'41 donde se puede ver que Shandon Anderson le aplaude después de zafarse de él por los suelos ...
Por cierto, M. J. bien podrían ser las siglas de otro más grande aún y menos egoísta con la bola en las manos que él.
¡Que mal le quedaba cualquier otra ropa que no fuese de deporte!
Chulo vídeo, chula canción.
Saludos
¡Deja que fluya!