Follis 19mm;2.1 gr. Constantinopla 780-797
Irene y Constantino VI
a/ Busto frontal de Irene, con corona y loros, crucifijo en globo y sceptre cruciforme
r/ Busto frontal de Constantino VI, imberbe, corona y clámide, crucifijo en globo. 2 puntos a izquierda. Cruz y punto a derecha. Bajo barra M con X y N. A debajo
como:
ttps://www.acsearch.info/search.html?id=207253En otra moneda habíamos contado parte de la historia:
- patapalo1411 escribió:
- Leo IV, Constantino VI, Leo III y Constantino V (775-780)
(19.8mm: 4.9gr) follis. Constantinopla 778-780
a/ Bustos coronados de Leo IV y Const. VI. Doble trono. 3 cruces sobre cabezas. Punto a izquierda
r/ Leo III y Const. V de frente con loros. Cruz entre cabezas. 6 puntos en campo. Bajo barra horizontal M grande, entre X y N
Doc 6. SB 1587
como:
https://www.acsearch.info/search.html?id=5293523
https://www.acsearch.info/search.html?id=8419104
Leo IV era hijo de Constantino V. Se asocia en el trono con su hijo Constantino VI, lo que origina una revuelta entre sus hermanastros que al final supera. Leo III era su abuelo. (Es decir, por una cara está el presente y el futuro del imperio y por la otra el pasado reciente).
Aunque suene machista, Durante su reinado, León estuvo en gran medida bajo la influencia de su mujer, la emperatriz Irene, y cuando el emperador murió repentinamente en 780, ella se hizo cargo de la tutela de su hijo y sucesor Constantino VI, que apenas tenía diez años, pero esa es otra historia (por cierto, bastante divertida).
Pero ¿sabíais que Irene fué la primera emperatriz de Bizancio? ¿sabíais que pudo haberse casado con Carlomagno?
Ahí quedábamos, con Irene tutelando a Constantino VI...
La poderosa personalidad de Irene eclipsaba la de su hijo Constantino, al que regentaba cuando este tenía unos 9 años.
Constantino tenía 16 años en 787 e Irene debería haberle cedido el poder entonces, pero este no se hizo con el poder total hasta 790, cuando los armenios del ejército se rebelaron contra Irene. Ella mantendría de todas formas el título de emperatriz, aunque Constantino tuvo que derrotar a los armenios para que la aceptaran como emperatriz: esta sería su primera victoria después de las desastrosas derrotas ante los búlgaros. En 797 tuvo lugar otra rebelión, dirigida por personas que apoyaban a Irene con la aprobación de esta. Constantino fue hecho prisionero y cegado, dejando a Irene con el dominio total sobre el Imperio.
Pero vayamos con la vida de Irene: Irene o Irene Sarantapechaina (en griego: Ειρήνη Σαρανταπήχαινα) (c. 752 - 9 de agosto de 803), conocida también como Irene de Atenas o Irene la Ateniense (en griego: Ειρήνη η Αθηναία), fue emperatriz de Bizancio —si bien en algunas monedas se titula, en masculino, βασιλεύς basilýs ("emperador"), en lugar del correspondiente femenino, basílissa ("emperatriz")—, fue esposa del emperador León IV y madre de Constantino VI, durante cuya minoría de edad (780-790) asumió la regencia. En 792 fue asociada al trono por su hijo y, más tarde, asumió el poder en solitario entre 797 y 802.
En 790, Irene decretó que ella tendría siempre prioridad en el gobierno frente a su hijo Constantino, que ya era adulto. Esto convirtió a su hijo en el principal foco de oposición contra el gobierno de Irene, y se urdió una conspiración para deponer a la emperatriz. Sin embargo, la conspiración fue desbaratada por Irene, quien castigó a los culpables, encarceló a Constantino y obligó al ejército a jurarle fidelidad. Mientras que en la parte europea del Imperio, donde predominaban los iconódulos, lo consiguió sin problemas, los soldados de Asia Menor se negaron y comenzaron una revuelta que culminó con la proclamación de Constantino VI como único emperador.
Sin embargo, tras una serie de fracasos militares, Constantino decidió devolver el poder a su madre, quien fue confirmada como emperatriz. Ante esto, la facción iconoclasta tramó colocar en el trono al césar Nicéforo, uno de los cinco hermanos del anterior emperador, León IV. La conspiración fue descubierta: Nicéforo y Constantino fueron cegados y a los otros cuatro tíos de Constantino, que habían tomado parte en ella, se les cortó la lengua.
Pocos años después, la propia Irene tramó una conspiración contra su hijo, en beneficio propio. En junio de 797, el emperador fue apresado y el 15 de agosto de ese mismo año fue cegado por orden de su madre. Se cree que murió a consecuencia de las heridas producidas, aunque este extremo ha sido recientemente puesto en duda.
Tras acabar con su hijo, Irene se convirtió en la primera emperatriz en la historia del Imperio bizantino en ocupar el trono no como consorte o regente, sino en su propio nombre. En el año 800, ante la ausencia de un emperador varón en el trono de Constantinopla, y por razones de propia conveniencia, el papa León III coronó a Carlomagno como Emperador. En Constantinopla esto fue visto como un acto sacrílego. Según algunas fuentes, en el verano de 802, el nuevo soberano envió embajadores a Constantinopla proponiendo matrimonio a Irene. Para Irene pudo haber sido la oportunidad de consolidar su inestable posición en el trono de Constantinopla. Según el cronista Teófanes, único que refiere la historia de esta negociación matrimonial, los planes de boda fueron frustrados por uno de los favoritos de la emperatriz.
En octubre de 802, una conspiración depuso a Irene y colocó en el trono a Nicéforo I, que había sido su ministro de finanzas. La emperatriz fue desterrada a la isla de Lesbos, donde murió un año más tarde. Teodoro el Estudita escribió una carta muy elogiosa dirigida a Irene, por su apoyo a la causa iconódula. Esta epístola llevó a la errada creencia de que la Iglesia ortodoxa la considera santa. Sin embargo ni el Menologio, ni la Vida de los Santos de Nicodemo el hagiógrafo la mencionan como tal. Las analectas bolandianas, por el contrario, la denominan santa Irene.